El establecimiento está climatizado y se divide en 3 edificios separados que se llaman Cézanne, Berlioz y Debussy, rodeados de un encantador y típico patio parisino. El hotel consta de 89 habitaciones y suites y dispone de vestíbulo con servicio de salida/recepción 24 horas, caja fuerte, sala de desayunos e instalaciones para conferencias. Por un suplemento se ofrece, además, conexión a Internet WiFi, servicio de lavandería y aparcamiento.
El hotel está situado en el histórico corazón de París, a solo unos minutos del barrio Le Marais, la plaza de los Vosgos, el museo Picasso y la plaza de la Bastilla. Las buenas conexiones de transporte público justo al lado del hotel lo convierten en un buen punto de partida para todas las famosas excursiones por París. Queda a solo 15 minutos de las principales estaciones de tren (Gare du Nord, Gare de l'Est, Gare de Lyon) y a 45 minutos de los 2 aeropuertos, París-Charles de Gaulle y París-Orly.
El hotel ofrece a sus huéspedes un gran nivel de confort y un mobiliario práctico que incluye una pequeña cocina con nevera y cafetera/tetera. Han sido decoradas con un toque especial, con alfombras muy mullidas, cortina doble, un mobiliario art decó y una suave iluminación que crea un ambiente cálido y relajado. Todos los alojamientos cuentan con cuarto de baño privado con ducha, bañera, secador de pelo, cama doble o extra grande, teléfono de línea directa, TV vía satélite/por cable, conexión a Internet, caja fuerte, minibar, calefacción/aire acondicionado regulable y terraza.
Cada día se sirve desayuno en forma de bufet.
Se aceptan American Express, Diners Club, JCB, MasterCard y VISA. También se aceptan algunas tarjetas de débito.
En su centro se alza la colonne de Juillet, coronada por el famoso Génie de la Liberté, que conmemora la revolución de 1830. Pero la plaza es muy conocida por otra revolución: la de 1789. En esta época, el lugar estaba ocupado por la prisión de la Bastille, símbolo del poder absoluto del Ancien Régime. De esta prisión, destruida después de la Revolución Francesa, no queda nada. Hoy en día, la plaza sirve de marco para grandes eventos populares – conciertos, ferias, marchas ciudadanas – y de punto de encuentro ineludible para los noctámbulos que frecuentan los bares y restaurantes de los alrededores, sobre todo los de la rue de la Roquette.