El edificio del hotel fue construido en el siglo XVIII, por lo que tiene un carácter especial y presenta un cierto encanto que despierta a menudo una sensación de serenidad. El hotel fue renovado en 2008, comprende un total de 33 habitaciones y también ofrece conexión a Internet y servicio de alquiler de bicicletas (de pago) para los que deseen explorar la preciosa ciudad a su ritmo.
El hotel está situado en una tranquila zona del centro de la ciudad y ofrece una vista preciosa de los canales; además, está muy cerca de tiendas y bares. La casa de Ana Frank está a unos 20 minutos a pie y la plaza Dam queda a 1,5 km del alojamiento. La principal estación de trenes queda a 5 minutos de transporte público y el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol está a unos 15 km del establecimiento.
Las habitaciones son sencillas pero confortables y cada una de ellas dispone de su propio cuarto de baño con ducha, TV y calefacción regulable.
Cada mañana se ofrece un desayuno continental.
El hotel acepta American Express, Diners Club, MasterCard y VISA.
Importante: algunas habitaciones están en el edificio anejo (cerca del edificio principal) y hay alguna escalera empinada en este edificio.
La Plaza de Rembrandt o Rembrandtplein, originalmente conocida como Botermarkt (mercado de la mantequilla), fue fundada en 1668 y construida a partir de los restos del puerto de la ciudad vieja. Como su antiguo nombre sugiere, el uso original de esta plaza central era como un mercado de productos lácteos. En ocasiones, los habitantes locales también organizaban una feria o evento en este pequeño lugar. La zona se mantuvo prácticamente igual durante casi dos siglos; pero a finales del siglo XX surgieron una multitud de hoteles, restaurantes, bares y tiendas alrededor de esta plaza, cuyo nombre hoy en día homenajea al famoso pintor neerlandés. En el centro encontrarás una estatua de hierro fundido que data del siglo XIX y retrata al famoso artista. Hoy en día, la plaza es un popular punto de reunión, especialmente entre los jóvenes.