El hotel forma parte de una colección de 19 casas del siglo XVII y una capilla del siglo XV. Dispone de un impresionante vestíbulo de altos techos y columnas de mármol.
Desde el hotel llegará en cerca de 10 minutos a la Casa de Ana Frank. Hay 5 minutos hasta la Plaza Dam, mientras que el Museo de Van Gogh y la fábrica de la Heineken quedan a unos 15 minutos en tranvía. Detrás del hotel se encuentra el barrio más antiguo de Amsterdam, con el Barrio Rojo y Chinatown. Con el tranvía se llega en unos 25 minutos al Centro de Congresos RAI.
Las lujosas habitaciones disponen de cuarto de baño con secador de pelo, teléfono de línea directa, TV vía satélite/por cable, minibar-nevera y caja fuerte.
En el restaurante Vermeer puede disfrutar a mediodía y por la noche de exquisitas especialidades mediterráneas en el ambiente de la Edad de Oro. El restaurante ha sido galardonado tanto por la guía Michelín de restaurantes como por la de GaultMillau. En la Hudson's Terrace & Restaurant se sirven especialidades internacionales en una atmósfera distendida. El bar de estilo contemporáneo Mar-Dique es famoso por su oferta en tapas y por sus deliciosos cócteles.
Todas las mañanas se ofrece desayuno en forma de bufet.
La imponente fachada de la Estación Central de Amsterdam constituye un atractivo más de la ciudad. Construida entre 1881 y 1889, es obra del arquitecto Pierre Cuypers (autor del edificio del Rijksmuseum) y del ingeniero mecánico Dolf van Gendt. Actualmente es una de las principales estaciones ferroviarias en todo el país, con un flujo de más de 250 000 pasajeros al día. Junto a ella se encuentra una estación homónima del metro de Ámsterdam además de diversas paradas del sistema de tranvías de la ciudad.