Bélgica: La Ruta de Carlomagno

Hay un lugar en Bruselas llamado Mont des Arts, Kunstberg o Monte de las Artes que se ha convertido ya en uno de los lugares más visitados de la ciudad. Para algunos viajeros, Mont des Arts es el mejor jardín de Bruselas. Para otros, es el mejor mirador de la ciudad. Y hay viajeros que destacan los museos que hay en este lugar. Sí, Mont des Arts es todo esto. En este distrito de arte que soñó el rey Leopoldo I en el siglo XVIII encontraréis el Palacio Coudenberg, el Belvue Museum, la Iglesia de St Jean de Coudenberg, el Centro Cultural ING, el Museo de Instrumentos Musicales, el Museo Magritte, los Reales Museos de Bellas Artes, los Archivos Nacionales, la Biblioteca Real, la Cinemateca, el Museo del Banco Nacional de Bélgica, la Iglesia Protestante y el centro de visitantes BIP Bruselas. En este paseo cultural es obligado un paseo por los jardines.

Fueron diseñados con niveles para respetar el trazado de la Biblioteca Real y para que desde aquí pudiera verse el pináculo del Ayuntamiento de la ciudad. El diseño de Mont des Arts está tan cuidado, que el aparcamiento para coches de tres pisos se ha convertido en un jardín colgante inspirado en los jardines clásicos de Babilonia. Por supuesto, si queréis comer o tomar un café en este lugar hay un montón de opciones.

Si hay algo que gusta a los viajeros son los mercadillos al aire libre que se instalan en las plazas de las ciudades. Es una buena manera de disfrutar del ambiente, mezclarse con los residentes que hacen sus compras semanales y tener a mano los productos típicos de la región a buen precio y calidad. En Brujas, casi todos los días de la semana es día de mercado. Un día a la semana, se instala en la gran plaza central o Grote Markt el mercado de comida.

Los sábados, en las plazas ‘t Zand y Beursplein, el mercado general toma las calles con puestos de comida, flores y mucho más. Los domingos, se instala el Veemarkt en la calle Koningin Astridlaan. Y de miércoles a sábados hay pescado fresco y platos preparados en Vismarkt.

Gante es una de las joyas de Flandes. El viajero que ha ido una vez quiere regresar para pasear por sus calles empedradas, fotografiar sus monumentos y sus casas y navegar por sus bonitos canales. A Gantes llegan viajeros de toda Europa así que la vida aquí es muy animada. Cuando ya has admirado el retablo de la Adoración del Cordero Místico de los hermanos Van Eyck en la Catedral de San Bavón y visitado el Castillo de los Condes de Flandes puedes pasear por el barrio de Patershol que se extiende a los pies del castillo y que mantiene la estructura de la época de la Edad Media, así que estarás paseando por una de las zonas más antiguas de la ciudad. El distrito está bordeado por el Geldmunt, el Lange Steenstraat, el Grauwpoort, el Sluizeken, Oudburg y el Kraanlei.

Te gustará el ambiente tranquilo, sus galerías de arte, cafés y restaurantes y centros culturales como el Caermersklooster (que en el siglo XIV fue un convento) y la Casa de Alijn (el museo etnográfico de la ciudad de Gante). Puedes visitar el barrio de día y de noche, cuando se encienden las luces cálidas que le dan un aire aún más romántico.

En Bélgica, Holanda y Alemania los viajeros amantes de la cerveza descubrirán cientos de marcas, variedades y cervecerías artesanas. Sin duda es la bebida nacional. En Bruselas, la cervecería Delirium es una atracción en la ciudad; un local de tres pisos donde sirven casi 3000 marcas de cerveza diferentes. En Brujas, una red de tuberías transporta la cerveza desde la fábrica de Halve Maan, en pleno centro de la ciudad, hasta la planta embotelladora, situada a unos tres kilómetros en las afueras. Cervezas como la Brugse Zot y la Straffe Hendrik fluyen como si fueran agua de grifo. Descubriréis que la frase es literal. ¡Buscad los grifos en algunas de las callejuelas de Brujas y llenad los vasos!

Algo similar ocurre en Lovaina, donde la famosa Domus conecta la cervecería al restaurante a través de tuberías, así que la cerveza llega directa al grifo sin necesidad de transportarla. Lovaina es considerada la capital de la cerveza de Bélgica y es la sede de AB Inbev, una de las fábricas cerveceras más grandes del mundo que produce, entre otras, la Stella Artois.

Muy cerca del centro de la ciudad de Colonia, a orillas del Rin, se levanta el nuevo distrito costero de Rheinauhafen que se ha convertido en poco tiempo en un atractivo lugar al que se dirigen residentes y viajeros. Aquí hay numerosos cafés y restaurantes, junto a edificios de oficinas y residenciales que llaman la atención por su arquitectura.

Un ejemplo es el trío de edificios llamados ‘Kranhäuser’ (o torres de grúas), que se elevan a 60 metros de altura destacando en el horizonte de la orilla Oeste del Rin. Las estructuras antiguas se han reformado y lo tradicional se mezcla con lo nuevo, como el antiguo granero ‘Siebengebirge’ conocido por los residentes locales debido a sus siete techos inclinados.

La idea: reconstruir el casco antiguo de Frankfurt y recuperar lo que fue destruido por las bombas que cayeron en la Segunda Guerra Mundial, como tantos lugares históricos en Europa. DomRömer está situado entre la plaza Römerberg y la catedral de Frankfurt y quiere atraer a residentes y a viajeros que ven con asombro cómo resurge la arquitectura tradicional en pleno corazón de esta moderna ciudad alemana. Restaurantes, bares y tiendas dan vida a las nuevas-viejas calles donde se levantan casas reconstruidas, réplicas y nuevas edificaciones que conservan el espíritu de la arquitectura tradicional de Frankfurt.

En el corazón del nuevo casco antiguo destaca Stadthausam Markt, preparado para acoger eventos, festivales, conferencias, etc. También será la sede del Jardín Arqueológico, descubierto por casualidad en la década de 1950, que incluyen restos de la época romana, carolingia y de la Alta Edad Media. Es el ejemplo de la impresionante historia de la metrópolis.

Luxemburgo es un país con una historia bastante convulsa. A lo largo de los últimos siglos, este pequeño país del centro de Europa, hoy símbolo de la Unión Europa, ha cambiado de manos en múltiples ocasiones. Un pasado que, indudablemente, ha dejado huella en el país que conocemos en la actualidad. De hecho, una de las principales atracciones turísticas de la capital del Gran Ducado de Luxemburgo, tiene su origen en guerras pasadas.

Son las casamatas del Bock, una red de túneles construidos en las entrañas de la ciudad con fines militares y que hoy son Patrimonio de la Humanidad. Se trata de bóvedas en las que se guardaba artillería y se refugiaban los soldados, además de albergar cocinas, panaderías o mataderos. Decenas de túneles fueron excavados hasta el siglo XVII bajo el castillo de Lucilinburhuc hasta alcanzar los 23 kilómetros de longitud. Gracias a una serie de modificaciones en sus pasillos, las casamatas se pueden visitar hoy en día. Atención viajero, ¡no te pierdas!

Luxemburgo también es una ciudad de museos. Si ya has recorrido la capital del Gran Ducado por el exterior y te has asomado a uno de los balcones más bellos de Europa, una buena opción para seguir descubriendo la ciudad son sus museos. Puedes empezar por el Museo de Historia de la Ciudad que recoge diez siglos de historia de Luxemburgo, seguir por el Museo Nacional de Historia y Arte donde se encuentra uno de los mosaicos romanos más bellos y terminar en el Museo Nacional de Historia Natural donde hay exposiciones permanentes y temporales que apasionan, sobre todo, a los más pequeños.

Pero si lo que más te gusta es el arte apunta el Foro de Arte Contemporáneo de Luxemburgo y, sobre todo, el Museo de Arte Moderno Grand-Duc Jean MUDAM, seguramente uno de los proyectos arquitectónicos y culturales más ambiciosos que se hayan realizado nunca en el Gran Ducado. Es un diseño del arquitecto chino-americano Iqeoh Ming Pei que visualizó un museo en la muralla que rodeaba la fortaleza interna en forma de flecha. De hecho, la geometría del museo es una extensión de la fortaleza.