Alemania: Múnich, Ruta Romántica, Selva Negra y Alsacia
De ruta por tres de los enclaves más atractivos del Viejo Continente
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- Duración
- 9 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Continuarás la ruta, rumbo a Frankfurt. Una urbe que supone el cóctel perfecto entre imponentes rascacielos de hierro y vidrio que se levantan en su área financiera e históricos edificios cuyas piedras tienen mucho que contar, como la Catedral que fue testigo de coronaciones imperiales. Tras fotografiar la silueta de su skyline y recorrer su plaza neurálgica, Römer, es el momento de saltar de lleno a la Ruta Romántica para conocer una sus poblaciones más pintorescas, Würzburg. Un crucero inolvidable surcando las aguas del clásico Rhin, te descubrirá el maravilloso valle de Loreley. Desembarcarás en San Goar para seguir disfrutando del encanto medieval de Heidelberg, con un coqueto casco histórico y su fotografiable Castillo Palatino.
“Y prepárate, porque si algo se quedará grabado en tu memoria será la espectacular cascada de Triberg, 163 metros en los que naturaleza despliega toda su fortaleza”
La impronunciable carretera Schwarzwaldhochstrasse te regalará las más increíbles panorámicas de la famosa Selva Negra, recovecos de un brillante verdor que acerca Freudenstad a Baden – Baden, la preciosa ciudad balneario, decorada al más puro estilo Belle Époque, en boga en el siglo XIX. Lagos, montañas y castillos cobran protagonismo en esta etapa del viaje, entre las localidades de Friburgo y Titisee. Y prepárate, porque si algo se quedará grabado en tu memoria será la espectacular cascada de Triberg, 163 metros en los que naturaleza despliega toda su fortaleza. Te despedirás de este viaje recorriendo algunas de los enclaves más bellos de Alsacia, brindando con sus caldos más preciados en la Ruta de los Vinos y dejándote encandilar por una Estrasburgo de cuento.
Vive experiencias únicas
La pasión de los alemanes por la cerveza es mundialmente conocida, como su celebración más universal, la Oktoberfest, que cada año concentra a visitantes de todo el planeta en Múnich. La diversión, a golpe de tradición, está garantizada.
Es el festival más famoso del país que cada año reclama la atención de más de seis millones de personas. Este multitudinario evento tiene lugar en un campo Theresienwiese (Campo de Teresa), donde se ubican 14 carpas gigantescas con capacidad de hasta 4.000 personas, aunque todo el mundo lo conoce como Die Wies’n. Cada carpa cuenta con un reclamo particular para que escojas al que más va contigo. Desde la que promete mayor diversión a la más elegante, pasando por la que cuenta con la mejor gastronomía gourmet. Aunque se llame Oktoberfest, no te dejes despistar. La celebración exacta varía de año en año y se extiende desde los últimos días de septiembre, un mes más templado que el vecino octubre. Si llegas a tiempo, acude a su divertida inauguración, a cargo del alcalde, que escoltado por caballos ‘descorcha’ el primer barril de las fiestas. Desfiles, trajes regionales, música tradicional y litros y litros de cerveza. Estas son las claves de la diversión.
Si quieres vivir esta experiencia, no pierdas el tiempo y reserva lo antes posible. Los locales se meten mucho en el papel y visten con los trajes típicos, infórmate e intenta hacer algún guiño con la vestimenta, será bien recibido. Los vasos de pinta son un souvenir muy tentador… Pero no te lo lleves de las carpas porque es probable que recibas una buena bronca.
Los aficionados a la economía estarán acostumbrados a leer noticias sobre la ciudad que acoge al Banco Central Europeo. Para los profanos en la material, Frankfurt sorprenderá por el ambiente moderno y tradicional que se respira en la capital financiera del país. Calienta tus cervicales y lánzate a pasear por el centro financiero de esta ciudad, no pararas de mirar al cielo. Y, así, la ciudad del río Meno (Main, en alemán) recibe el sobrenombre de “Mainhattan” por su analogía con el distrito de Nueva York.
Las proporciones de sus modernas torres de vidrio y acero son de altura. La Commerzbank Tower, con 259 metros y 56 plantas, es la más alta de la ciudad. Esta impresionante torre acoge nueve jardines en sus plantas superiores, ¡de vértigo! La siguiente en la lista, con 257 metros sobre el suelo es Meese Turm. La medalla de bronce en esta competición de altura se la lleva Urban Entertainment Center 1, con 210 metros. Y por último, Main Tower, con 200 metros, cuenta con miradores espléndidos para tomar las mejores instantáneas del skyline.
Las colosales torres que se dibujan en el cielo de Frankfurt simbolizan la modernidad y el progreso de esta urbe. ¿Sabías que hace cerca de 60 años no existía ninguno de estos gigantes y era la catedral del Imperio el más elevado de la ciudad?
Sube a la Main Tower, hasta la planta 54, donde se encuentra el observatorio que te proporciona una visión de la ciudad de 360 grados. Para los que quieren una cena de altura, podrán disfrutarla en el restaurante de la torre, en el nivel 53. Y para los que siempre buscan estar en forma, pueden subir los 1090 escalones de este edificio o entrenar en su exclusivo gimnasio. Practicar yoga y saludar al sol desde las alturas, aquí es posible.
Una gastronomía rica inspirada en sabores tradicionales que se adapta a las nuevas tendencias. Así es la cocina alemana de la que podrán dar buena cuenta los viajeros más foodies. Además de la calidad de la materia prima, si de algo puede presumir es del tamaño de las raciones, así que, vayas donde vayas, no te quedarás con hambre.
Toma nota de estos detalles culinarios para manejarte como un experto en la mesa. En cualquier punto del país podrás degustar sus deliciosas salchichas (wurst), no dejes de pedir las variedades locales en Frankfurt, Núremberg o Baviera. Hay tantas opciones que con un viaje de dos semanas no es suficiente para dar cuenta de todas ellas, tendrás que repetir la experiencia. Los alemanes saben como nadie preparar el codillo de cerdo (eisbein) y lo presentan con un suculento puré de guisante y col. Tampoco se queda atrás su elaboración de costilla de cerdo ahumada (kassele) para lo que tendrás que echar mano de los dedos si quieres rebañarla al máximo. Cuando leas Kartoffelsalat, se trata de una sencilla y cremosa ensalada de patata. Y, para acabar, busca un complicado nombre Schwarzwälder Kirschtorte, que alude a la internacional tarta selva negra.
Amigo viajero, te apuntamos los principales tipos de salchichas, para que no te pierdas a la hora de elegir: Bierwurst (especiada con enebro y cardamomo), Weißwurst ( salchicha blanca) o Blutwurst (preparado de sangre como la clásica morcilla), Bockwurst (puede ser de cerdo, vaca, pollo o pavo, con pimentón y pimienta blanca, se suele comer cocida), Frankfurter (carne de cerdo ahumada) o Currywurst (con curry, como su nombre indica) entre un largo etcétera.
Si pides a un niño que recree el castillo de sus sueños, éste será muy similar al de Neuschwanstein. Y no es casualidad, porque esta fortificación cumple con todos lo requisitos para ser un castillo de cuento. De hecho, los creativos de Disney se inspiraron en su silueta para la cinta infantil “La bella durmiente”.
En un escarpado desfiladero, rodeada de frondosos bosques que surgen entre lagos, se eleva el Castillo de Neuschwanstein, que está solo a 5 kilómetros de Austria y a una hora de Múnich. El castillo, que fusiona detalles neogóticos y neorrománicos, fue mandado construir en 1886 por el rey loco, en un periodo histórico que no acostumbraba a realizar este tipo de edificaciones. Construido en granito, su tonalidad gris y blanca contrasta con la intensa vegetación que domina el enclave. Un castillo mágico que hará las delicias de pequeños y mayores.
Si quieres llevarte la mejor fotografía del castillo, cálzate unos zapatos y zapatillas cómodas para llegar hasta el mirador del Puente de María (Marienbrücke), una pasarela colgante que atraviesa el desfiladero de Pöllat. Se ubica a unos 600 metros de la entrada y puedes acceder andando desde el pueblo si te apetece hacer un poco de ejercicio, lo que te llevará unos 40-50 minutos en subida o tomar un autobús. Además de visitar este castillo, puedes también visitar el del Hohenschwangau, en el que el Rey Luis II vivió durante su infancia.
Estrasburgo es una ciudad preciosa que combina lo mejor de las culturas francesas y alemanas. Una urbe de actualidad, joven y universitaria que alberga importantes órganos europeos mientras se respira el encanto tradicional de preciosas e históricas edificaciones.
Para que la conozcas a fondo, anímate a alquilar una bicicleta (no te preocupes, se trata de una de las ciudades más preparadas para moverse con este medio) y realiza una de las múltiples rutas que te llevarán a conocer sus imprescindibles. Es el caso de la Petit France, un encantador barrio repleto de casitas con tallas de madera del XVI y XVII, en cuyos balcones las flores nunca faltan. Bájate de la bici para fotografiar este fascinante entorno de cuento, salpicado de canales por cuyas aguas no es extraño ver encantadores barcos. Cruza a la isla de Estrasburgo, el casco antiguo de la urbe, y tómate tu tiempo para deleitarte con la majestuosa Catedral de Notre Dame, que habrás visto desde lejos en diversos puntos de la ciudad. Si te interesa la arquitectura sacra, no puedes perderte las cuatro iglesias de la isla dedicadas a Santo Tomas, San Pedro el Viejo, San Pedro el Joven y Saint Etienne. Continúa pedaleando hasta el barrio Alemán para admirar su arquitectura neoclásica y comprar un tentempié para descansar bajo la arboleda de la plaza de la República. Continua otros dos kilómetros y medio más a golpe de pedalada hasta el barrio Europeo para observar los modernos edificios del Parlamento, el Consejo y el Tribunal de los Derechos Humanos.
Acércate a la Catedral de Notre Dame para fotografiar el maravilloso reloj astronómico que todos los días, a las 12.30, despliega sus doce apóstoles que desfilan por delante de Jesús mientras un gallo canta encima del reloj. Si no quieres perderte este curioso momento, procura llegar un poco antes de la hora. Ademas, no te pierdas las catedrales de Reims
¡Cómo les gusta a los viajeros una buena visita a los mercados de abastos! Colmar también tiene su mercado cubierto o Marché Couvert que está ubicado en un edificio histórico de 1865, obra del arquitecto Louis-Michel Boltz que también fue el autor del teatro municipal de la ciudad. El mercado abre de martes a domingos y los jueves, además, decenas de productores se suman a los puestos permanentes ofreciendo sus productos en el exterior. En la esquina suroeste del mercado destaca una escultura de Bartholdi.
Tenéis que saber que es una réplica ya que la estatua original, de 1869, está en el museo Bartholdi. En el mercado, podréis encontrar frutas, verduras, carnicería, embutidos, quesos, flores, vinos, productos locales en general y pequeños puestos para comer algo, desde un bretzel a un bocadillo o tomar un café. El distrito comienza detrás del Koïffhus, sigue por el Muelle de la Pescadería y llega a los puentes Turenne y Saint-Pierre, al comienzo de Krutenau, un lugar que originalmente estaba habitado por viticultores, jardineros y barqueros. De hecho, los comerciantes llegaban hasta la puerta del Marché Couvert con barcas planas navegando por el agua.
Descubre el itinerario
- Cena
- Múnich
- Desayuno
- Múnich
- Visita panorámica de Múnich
- Desayuno y almuerzo
- Nuremberg
- Visita panorámica de Núremberg
- Desayuno y almuerzo
- Frankfurt
- Desayuno, almuerzo y cena
- Heidelberg
- Crucero por el Rhin
- Visita panorámica de Heidelberg
- Desayuno
- Baden
- Friburgo
- Castillo de Hohenzollern
- Desayuno
- Friburgo
- Cascadas de Triberg
- Museo al aire libre de Gutach
- Desayuno y almuerzo
- Estrasburgo
- Visita panorámica de Estrasburgo
- Visita de una bodega de vinos con degustación.
- Desayuno
- Estrasburgo
Conoce un poco más de Alemania y Francia
Alemania
La cocina alemana goza de una reconocida fama por su materia prima y por sus amplias raciones. Abunda la presencia de carnes (cerdo, ternera y caza, sobre todo), embutidos, pescados y mariscos (fundamentalmente en la zona del norte) y verduras (servidas en guisos o como acompañamiento). Además de sus famosas bebidas como el vino caliente (en invierno) y la cerveza, que acompaña perfectamente a cualquier alimento en cualquier ocasión. Aunque los platos varían según las regiones, existen algunos elementos reconocibles en todo el país. Pretzel es un pan con forma de lazo; Brötchen son otro tipo de panes pequeños que frecuentemente se comen en el desayuno o acompañados de una salchicha. Precisamente, estas últimas se denominan wurst y existen numerosas variedades: Bierwurst (especiada con enebro y cardamomo), Weißwurst ( salchicha blanca ) o Blutwurst (preparado de sangre como la clásica morcilla), Bockwurst (elaborada a partir de carne de cerdo, vaca, pollo o pavo, con pimentón y pimienta blanca) o Frankfurter (carne de cerdo ahumada), entre otras. Knödel son preparaciones de patata, harina, sémola u otros ingredientes que forman una especie de albóndigas de pan relleno, que se sirven como plato principal y, si son dulces, como postre; Schnitzel son unos escalopes que se presentan con un huevo frito y se acompaña de verduras o patatas asadas.
Francia
¡Viajar a Francia es disfrutar con los cinco sentidos! Una de las mejores formas de conocer el país es hacerlo a través de su deliciosa gastronomía, salpicada de sabores y texturas únicas que te harán vivir un auténtico viaje gourmet. Famoso por sus vinos, quesos, foie gras, trufas, mariscos y pasteles, entre otras delicias culinarias, todo comienza en Francia con un delicioso desayuno donde el tradicional croissant acompañado de una taza de café recién preparado son los protagonistas. La variada cocina francesa se basa en una excelente materia prima, en el “buen saber hacer” francés y en un importante pasado histórico y cultural que ha influido de manera significativa en su manera de hacer y entender la cocina. ¡Y es que en Francia la gastronomía es todo un arte! Todo regado con los excelentes caldos, vinos, licores y champanes Denominación de Origen y que se encuentran entre los mejores del mundo. Considerada una de las gastronomías más deliciosas, sorprendentes y exquisitas del planeta, sus propuestas culinarias han sido reconocidas por el prestigioso organismo de la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. ¡Buen provecho! Recuerda que la gastronomía ocupa un lugar destacado en las tradiciones de cada región francesa, razón por la que encontrarás en cada zona deliciosos platos típicos locales donde se mezcla la cocina milenaria transmitida de generación en generación con sorprendentes propuestas de la conocida como “nouvelle cusine”. Y en grandes ciudades como París, no te pierdas las rutas gastronómicas tematizadas que te permitirán, por ejemplo, entrar en las cocinas de grandes chefs, asistir a elegantes restaurantes con Estrella Michelín, o participar en clases de cocina o a catas de vino y otros caldos.
Francia
Si existe un paraíso en el mundo para disfrutar de largas jornadas de compras, éste es Francia. Un auténtico destino de moda y creación donde se pueden adquirir desde valiosas antigüedades y obras de arte, a productos tradicionales, de diseño y tendencia. Famosos en todo el mundo son su amplia gama de productos gastronómicos con Denominación de Origen propia, de las más alta calidad. Sus caldos, vinos y champagne son igualmente célebres e invitan a ser saboreados sin prisas. Pero Francia es también el país de la marroquinería, la joyería, además de uno de los epicentros mundiales del perfume. La privilegiada zona de La Provenza francesa produce gran parte de los perfumes que comercializan grandes firmas mundiales. Aprovecha tu viaje a Francia para descubrir la exquisita elegancia francesa plasmada en sus marcas locales de referencia. Además de sus tiendas tradicionales, encantadoras boutiques presentadas siempre con el particular buen gusto francés y magníficos centros comerciales, el país cuenta con bulliciosos mercados llenos de vida y color donde podrás encontrar auténticos objetos de culto.
Alemania
Sin duda alguna ir de compras en Alemania es una actividad muy recomendable ya que cuenta con una amplia red de centros comerciales en las principales ciudades donde encontrarás todo tipo de marcas. Marcas como Nivea o Wella en cosmética, Braun en electrodomésticos o BMW, Audi o VW en automoción tienen su casa matriz en este país. También pueden encontrarse numerosas fábricas dedicadas al diseño y a la producción de artículos artesanales. En Berlín, destaca la Fábrica Real de Porcelana cuya marca valorada mundialmente se identifica con un cetro de color azul con un orbe real y las siglas KPM.
Alemania
• Neujahrstag (Año Nuevo): 1 de enero • Karfreitag (Viernes Santo) marzo / abril • Ostermonsonntag (domingo Santo) marzo / abril • Ostermontag (Pascua) marzo / abril • Tag der Arbeit: (Día del trabajador) 1 mayo • Christi Himmelfahrt: (Jueves de Ascensión) • Pfingsonntag : 4 de junio • Pfingstmontag: 5 de junio • Tag der Deutschen Einheit: 3 de octubre • Reformationstag: 31 de octubre • Weihnachstag: 25 de diciembre • Weihnachstag: 26 de diciembreFrancia
• 1 de Enero • 1 de Mayo • 8 de Mayo • Lunes de Pascua. En marzo o abril • 14 julio • 15 de agosto • 1 noviembre •11 noviembre •25 de diciembreComo países miembros de la Unión Europea o del Acuerdo Schengen, pacto por el que se suprimen los controles de aduanas en las fronteras comunes, los ciudadanos que pertenezcan a algún país de la Unión Europea solo necesitan llevar consigo el DNI o el pasaporte en vigor. Los menores deberán viajar obligatoriamente con su propia documentación. Se recomienda no viajar con una documentación que pierda su validez antes de tres meses desde la entrada del país. Otras nacionalidades, rogamos consulten en las embajadas y consulados en sus países de origen los requisitos actuales de entrada al país. Los viajeros que quieran viajar con su propio coche o si tienen previsto alquilar uno, deberán viajar con el carnet de conducir y la Carta Verde.
En Alemania y Francia no hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
La corriente eléctrica en Alemania y Francia es de 220 voltios a 50 Hz. Los enchufes son de tipo europeo (de clavijas redondas), iguales que en España.
Las temperaturas medias en Francia son bastante similares a las que se pueden registrar en las principales zonas interiores de España y se caracteriza por inviernos fríos y veranos templados. En invierno, en el norte y las zonas montañosas las nevadas son frecuentes. En las zonas costeras, los veranos son calurosos y pocos lluviosos.
En Alemania el clima puede variar según la región. Las zonas más calurosas se encuentran en el valle del Rin. En el este y en el sur es donde más bajan las temperaturas y donde suele haber más variaciones entre las diferentes estaciones del año. De hecho, en el este el mercurio suele alcanzar las temperaturas mínimas y, por el contrario, en verano puede hacer mucho calor. En el norte y noroeste llueve en todas las estaciones y los veranos suelen ser suaves.