Rumanía: Lo mejor de Rumanía y Bulgaria
Un viaje por los lugares más icónicos de Rumanía y Bulgaria
Explorar circuitoRumanía: Lo mejor de Rumanía y Bulgaria
- Duración
- 12 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Prepárate para disfrutar de un apasionante viaje que combina rutas rumanas tan fascinantes como la del Conde Drácula y los legendarios monasterios de Moldovita y Bucovina, con grandes ciudades como Bucarest y Sofía, y bellas localidades costeras que descansan a orillas del mar Negro. La primera parada de este apasionante viaje será Rumanía, un país que recibe al viajero entre suculentos platos, bellos paisajes naturales, magníficos monasterios medievales repletos de valiosos frescos, encantadoras ciudades como Sibiu y Brasov que parecen haberse detenido en el tiempo, castillos grandiosos rodeados de misterio como el de Bran o el de Peles… El carácter amable de su población, su rica cultura popular y enclaves ecológicos de naturaleza salvaje como los Cárpatos convierten a este rincón europeo en un destino apetecible y lleno de sorpresas. Descubre el peculiar universo cultural rumano donde historias de grandes héroes conviven con personajes reales y, a veces despiadados, como el conde Vlad Tepes, conocido como el Empalador.
Durante el viaje también disfrutarás de una deliciosa gastronomía, increíbles parajes naturales, fantásticos comercios y una atractiva vida nocturna
Y qué decir de Bulgaria, un país que premia a los viajeros más intrépidos con pueblos remotos, montañas y bosques de enorme valor ecológico, monasterios tan bellos como el de Rila, urbes abiertas a la vida, a la modernidad y con infinitos planes de ocio como la cosmopolita Sofía, ciudades destacadas en la Edad Media que fueron majestuosos refugios de los zares como Veliko Tarnovo, enclaves históricos como Plovdiv, considerada la ciudad más antigua de Europa y que hoy es frecuentada por amantes de la cultura, el arte y la diversión… Además, este circuito te permitirá disfrutar de playas donde disfrutar de la vida y el buen tiempo mientras contemplas a un eterno mar Negro… Y esto es solo un pequeño aperitivo de lo que te espera. El paso de una historia dilatada y agitada ha modelado con los siglos un universo histórico y cultural único y fascinante. Durante el viaje también disfrutarás de una deliciosa gastronomía, fantásticos comercios y una atractiva vida nocturna.
Vive experiencias únicas
Son muchas las razones que te harán amar la capital de Rumanía. Dinámica y seductora, sólo te hará falta un breve paseo por sus elegantes calles, por los alrededores del gigantesco Palacio del Parlamento - uno de los edificios más grandes del mundo y que recuerda los gustos ostentosos del dictador Nicolae Ceausescu- o por la concurrida y alegre Piața Universității para descubrir la grandiosa atmósfera de esta histórica que se convirtió en uno de los destinos más buscados de la aristocracia europea durante el periodo de entreguerra que separó las dos Guerras Mundiales. Pero, te preguntarás, qué ha llevado a esta ciudad a ser comparada con el mismísimo París. Todavía hoy los rumanos presumen de haber sido conocidos en aquella época conocida como “el París del Este”. Y es entonces cuando descubres una de las mil caras de esta ciudad, la de sus magníficos edificios art nouveau y sus coquetos arquitectónicos con cierto aire parisino, la de sus guiños a la belle époque…
Y cuando te quieres dar cuenta descubres que la Bucarest de hoy es una ciudad renovada, carismática y llena de matices. Tras décadas de comunismo y tras haber sobrevivido a un terremoto, la ciudad ha sabido convivir el comunismo y el capitalismo. El resultado: una ciudad fascinante y actual plagada de hoteles, museos, parques y estilosos cafés. Y si eso es lo que buscas, buenos cafés, animados bares y discotecas con marcha para disfrutar de la noche, la Ciudad Vieja es tu destino. Si eres un amante de los espacios verdes y los ambientes tranquilos y bucólicos, el céntrico parque Cismigiu se convertirá en tu oasis urbano. Su romántico y fotogénico lago rodeado de árboles que han visto pasar junto a ello siglos de historia, te permitirán disfrutar de unas horas de inspiración. Y si eres de los que no conocen una ciudad hasta que no pisan sus museos, dirígete al Museo del Campesino Rumano o el Museo Nacional de Historia, donde podrás sacarte una foto junto al emperador Trajano.
Si estás cerca del parque Herastrau puedes dar una vuelta en barca por su calmado lago. Un paseo inolvidable con una perspectiva única del parque. También te recomendamos alquilar unos patines y recorrer con ellos la superficie helada del lago cuando bajan las temperaturas. ¿Sabías que este oasis verde es uno de los espacios verdes y de esparcimientos más populares de la ciudad? Al oeste del parque podrás visitar el Museo Nacional de la Aldea. ¡Un plan diferente y muy divertido!
Los amantes de la buena mesa encontrarán en los establecimientos de moda de la ciudad de Bucarest todo un descubrimiento. ¡El Dobrogeana siempre es una buena opción para los viajeros que adoran el queso! La Ciudad Antigua está salpicada de establecimientos a la última moda, donde podrás encontrar en una misma carta platos tradicionales y otros que aúnan ingredientes y técnicas de la nueva cocina. Esta parte de la ciudad es también un buen punto de partida para que empieces a disfrutar de la noche, los buenos cócteles y las mejores copas. ¡Pruébalos todos!
Si eres de los que les gusta el misterio y las historias de ultratumbas y “chupasangres” estás de enhorabuena, ya que no hay mejor lugar en el mundo para seguir las huellas del famoso Conde Drácula que la bella localidad medieval de Sighisoara, en la mítica Transilvania. Fortificada, compacta y muy manejable, podrás recorrer los principales puntos de interés de esta pequeña ciudad medieval. Nada más llegar a esta coqueta ciudad, verás que hay toda una legión de seguidores de la novela de Bram Stoke vagando por las calles en busca de señales.
Y es que, en este rincón del mundo uno llega a preguntarse si realmente llegó a existir este temido personaje de las tinieblas. Con una dilatada historia de guerras y trifulcas políticas, la ciudad recibe hoy al viajero con miles de rincones con encanto que le han valido ser reconocida como Patrimonio de la Humanidad. No en vano, la ciudad fue bastión de importantes príncipes transilvanos. ¡Su parte vieja y su madeja de callejuelas empedradas son un espectáculo! Pero volvamos a la historia del vampiro más famoso del mundo, o mejor dicho, a la historia del temido y cruel Vlad Tepes, también llamado por sus técnicas de tortura y asesinato como “Vlad, el Empalador” o “Drácula”. Nacido en Sighisoara, donde se puede visitar su casa natal, todavía hoy son muchas las historias y leyendas que siguen inquietando a toda Transilvania.
A pesar de su vinculación con la oscura historia de Vlad Tepes, te sorprenderá comprobar que es uno de los enclaves más coloristas de todo el país. Una de las paradas imprescindibles de los seguidores de Drácula es la casa natal de Vlad III. La localizarás gracias a una placa conmemorativa que cuelga de su fachada. Además hay un restaurante conocido como “Casa Drácula”. ¿Qué es lo que servirán en su interior?
Pon rumbo a la Torre del Reloj. Esta misma torre, a la hora bruja, es decir a medianoche, avisa a los ciudadanos que ha llegado la hora de los vampiros. Por si acaso, lleva siempre contigo algún elemento que ahuyente a los “chupasangre” y atrévete a descubrir la sorprendente “Ruta del Conde Drácula”! El paso del Borgo y la localidad de Bistrita son dos paradas obligatorias.
Localizada entre Transilvania y Bucovina, la ciudad de Bistrita aparece ante tus ojos cobijada por los fotogénicos y protectores montes Bargau. Considerada una de las ciudades más pujantes del norte del país, este tranquilo enclave se hizo famoso hace décadas por ser la ciudad donde el libro “Drácula” de Bram Stoker localizó el imaginario castillo del temible personaje de las tinieblas. Fue precisamente en estas calles que ahora pisas donde Jonathan Harper comenzó su terrorífica aventura. De hecho, no es difícil que algún lugareño te cuente alguna hazaña o leyenda sobre el vampiro más famoso del mundo.
Y es que, no importa a que generación preguntes, seguro que todos conocer la historia del Conde Drácula que vivió en Transilvania. Mitos y leyendas a parte, Bistrita fue desde la Edad Media un importante foco comercial. En el pasado, la ciudad se presentaba ante sus enemigos fuertemente fortificada y custodiada por erguidas torres. Hoy todavía podrás ver sobre el terreno las huellas de este agitado pasado.
Si te encuentras de viaje en esta localidad en verano no te puedes perder el Festival Medieval. ¡Sentirás que retrocedes en el tiempo! En los meses estivales se celebran dos grandes citas del calendario local: el festival “Nunta Zamfirei” y los “Días de Bistrita”
En el libro, Jonathan Harper se alojaba en Hotelul Coroana de Aur, un hotel que cuando publicó el manuscrito no existía pero que se crearía posteriormente aprovechando el inusitado tirón de esta obra.
¿Eres de los que antes de coger el avión ya se ha leído todas las guías de viajes y artículos turísticos sobre el destino que va a visitar? ¿Te consideras un auténtico “art lovers”? ¿Eres de los que cree que no se termina de conocer la idiosincrasia de un país hasta que no se visita sus principales museos y se conoce sus principales joyas patrimoniales? Si has respondido “sí” a alguna de estas preguntas, te aconsejamos que sigas leyendo.
Y es que los magníficos monasterios pintados de Bucovina son una de las joyas de la corona del patrimonio cultural y artístico rumano. Además de ser un importante foco de espiritualidad. La increíble historia que rodea a los monasterios, su magnífica arquitectura y valiosos frescos, y el magníficos entorno natural que los rodea los convierte en lugares únicos. Reconocidos por la Unesco como Patrimonio Mundial, te darán una importante lección de historia y arte bizantino. Uno de los más impactantes es el Monasterio de Voronet, donde sus valiosos frescos le han valido el atributo de “la Capilla Sixtina de Oriente”. ¡Casi nada! Muy próxima a la localidad de Humor y resguardado por una frondosa y pintoresca estampa de abetos, este magnífico templo te dejará sin palabras. Otra de las paradas obligadas de esta ruta es el Monasterio de Neamt, uno de los más antiguos y fascinantes del país. ¡No te lo pierdas!
Sus increíbles frescos, pintados con colores vibrantes, aportan gran atractivo a estos templos. Estos frescos fueron pintados para acercar los textos sagrados a una población en su mayoría analfabeta. El monasterio de Voronet es famoso por el peculiar azul celeste -conocido como azul de Voronet- con el que se realizaron sus frescos. El Fresco de “El Juicio Final” de Voronet es uno de los más valiosos. En este increíble monasterio actualmente residen una pequeña comunidad de monjas. La creación de este monasterio se remonta a 1488.
El príncipe moldavo Esteban el Grande promovió la edificación de estos monasterios. Fue canonizado por su obra. Escondidos en las laderas de los Cárpatos, estos magníficos monasterios te acercarán a la genuina tradición rumana.
Desde las alturas, el gigantesco Castillo de Bran -mide 60 metros- custodia impasible el paso de Bran. Construido en 1382 por los sajones de Brasov que quería proteger este paso de los hostigamientos turcos, el Castillo se dibuja ante tus ojos majestuoso, rodeado de montañas, tupidos bosques, densa neblina y muchas leyendas. Algunas de ellas hablan de Vlad el Emperador, el siniestro personaje sobre el que se basó el best seller de “Drácula”, y que se cree que habitó por un corto tiempo este lugar.
Pero no te preocupes, a pesar de sus pasadizos secretos este castillo no es terrorífico, ni mucho menos. Sus elegantes estancias, paredes pintadas en blanco impoluto y patios con flores así lo atestiguan. Además de Vlad, por aquí pasó la Casa Real rumana, que lo convirtió en uno de sus lugares preferidos en época estival. Sólo hace falta cerrar los ojos e imaginarse las fiestas que se celebrarían en las estancias de esta fortaleza con historia. Actualmente el castillo es un interesante Museo que te recomendamos conocer durante tu viaje a Rumanía.
El Museo que cobija el castillo les permitirá retroceder en el tiempo a otra época de reyes, caballeros y doncellas. ¡La colección de muebles y las piezas de armas y armaduras son magníficas!
El Castillo Bran, debido a su historia, grandes dimensiones y vinculación con la realeza rumana, te harán sentir como un rey. Sube sus enrevesadas escaleras y conoce sus opulentas salas, muchas de ellas decoradas con muebles de Europa occidental traídos hasta aquí expresamente por la reina María. Fue una de las residencias preferidas por la Casa Real del país hasta la abdicación del monarca Miguel en la década de los cuarenta.
¿Sabías que esta magnífica ciudad fundada por los caballeros teutónicos es uno de los principales destinos turísticos del país? Atractivos no le faltan, además de una dilatada historia que hablan al viajero de épocas florecientes, cuando esta localidad fue una colonia mercantil alemana, y otras más turbulentas y sangrientas ya que la ciudad vivió la ira de el temible Vlad Tepes por haber apoyado al príncipe Dan, uno de sus enemigos más enconados. Además, fue precisamente en Brasov donde se desató una violenta revuelta contra el dictador Ceaucescu que se saldaría con una dura represión del ejército y varios muertos.
Un pasado tumultuoso que ha derivado en un presente más que prometedor. Sentado en sus encantadores cafés, uno puede entender porqué la atmósfera mágica de este rincón rumano llegó a encandilar al mismísimo flautista de Hamelín, o eso dicen los lugareños. Sea mito o realidad, en Rumanía a veces existe una delgada línea sobre realidad y ficción, lo cierto es que esta ciudad seduce cada año a turistas nacionales y extranjeros. Llevas un par de horas en la ciudad y ya te has dado cuenta que aquí hay mucho que ver y hacer. Tomar algo en sus bohemios establecimientos, pasear por la concurrida Plaza de Sfatuliu, disfrutar del esquí en la cercana Poiana Brasov, deambular por el Parque Nacional de Piatra Craiului, visitar los cercanos castillos de Bran...Otra opción es subir en teleférico hasta el monte Tampa, que ofrece vistas privilegiadas de la ciudad y su entorno. ¡No te lo pierdas!
Los alrededores de Brasov son fascinantes. La región está plagada de castillos, iglesia sajonas y maravillosas pistas de esquí en las disfrutar de los deporte de invierno. Los inviernos en Poiana Brasov son célebres y los hermosos hoteles han contado con la presencia de estrellas con algunas estrellas de Hollywood. En verano, se llena de excursionistas en busca de aventura. ¿Alguna recomendación en el centro de la ciudad? Apunta bien estos nombres: Iglesia Negra, Torre de Trompetista, Museo de Historia de Brasov y Casa Hirscher.
¿Ganas de fiesta? Pues dirígete a la ciudad la primera semana después de Pascua para vivir en primera persona los famosos “Días de Brasov”, una de las citas locales más destacadas. ¿Qué te gusta la cerveza? No hay problema, esta localidad tiene su propia “Oktoberfest” que suelen organizar cada año los sajones de la ciudad.
¿Te apetece seguir descubriendo grandes recintos aristocráticos? Si la respuesta es “sí”, no puedes perderte el grandioso Palacio de Peles. Mandado construir por el monarca Carlos I en el siglo XIX, su estampa parece haber salido de un cuento de hadas.
Las cifras que rodean a esa gigantesca edificación son mareantes. ¿Quieres saberlas? Pues para levantar este palacio de 3.500 metros cuadrados fueron necesarios miles de trabajadores, casi 400 artesanos y cerca de cuatro décadas de intenso trabajo. ¿Increíble, no? Por sus lujosas estancias han pasados reyes y destacadas figuras del mundo de la política y el arte. Hoy acoge un atractivo museo.
¿Sabes que este palacio fue uno de los primeros en Europa en contar con modernos sistemas de calefacción central y electricidad? Además, las modernas estancias se limpiaban con aspiradoras, todo un avance para la época.
Este castillo junto al de Bran es uno de los reclamos turísticos más demandados por los viajeros. Su visita es casi obligada. Podrás llegar a él caminando desde el centro de Sinaia. Esta bella localidad se suele llenar de esquiadores en invierno y excursionistas en verano y sus fotogénicos e idílicos jardines cuentan con bellas estatuas de Romanelli.
¿Eres de los que además de edificios y ciudades con encanto busca viajar con el estómago? Pues sí, Rumanía también es un destino gastronómico. Su cocina casera y contundente, se basa en productos productos frescos y siglos de tradición. Los platos, muchos de ellos de origen campesino, se han condimentado con la tumultuosa historia del país. El resultado: una gastronomía sorprendente donde los más entendidos podrán descubrir influencias turcas, húngaras, eslavas, alemanas...
Así que prepárate para disfrutar en la mesa. En cuanto a vinos, ¿sabías que el país se encuentra entre los mejores diez exportadores de vino del mundo? Quizá este viaje es la excusa que necesitabas para probarlos.¿Eres más de cerveza? No hay problema. Además de las marcas nacionales, te animamos a que pruebes algunas marcas rumanas populares. Entre nuestras preferidas se encuentran las marcas Ciuc, Ursus y Timisoreana.
Los amantes de lo dulce no deben perderse bocados tan deliciosos como la placinta, el papanasi, el cataif, y el langosi. También son célebres los crepes y los helados del país. Si lo que buscas es probar la bebida típica del país, dirígete a cualquier establecimiento y pide un Tuica, un delicioso aguardiente de ciruela. ¡Qué aproveche! Los más lanzados, culinariamente hablando, pueden probar el brânză în coajă de brad, un delicioso queso envuelto en corteza de abeto.
Hazte composición de lugar. El Mar Negro. Una excursión en barco desde la población costera de Sozopol hasta la isla de Sveti Ivan (San Iván, en búlgaro). Un santuario ornitológico con más de 70 especies de aves. Ruinas tracias y romanas. Y, cual espejismo, un monasterio del siglo IV.
Como si todo lo anterior no fuese razón suficiente para pasar una mañana muy especial en esta isla, aún hay más. En el año 2.010 un arqueólogo descubrió un relicario con inscripciones que inducen a pensar que son los restos de San Juan Bautista. Las pruebas del Carbono 14 confirman que son los restos de un varón que vivió hace unos 2.000 años. Independientemente de si esto es cierto o no, disfrutar de unas horas rodeado por el increíble Mar Negro en el lugar de anidación de tantos millones de aves es una experiencia extraordinaria. Es un entorno con un valor medioambiental incomparable.
Aunque un lugar así es óptimo en cualquier momento del año, es conveniente tener en cuenta que, debido al valor ecológico de la isla, la primavera es el momento del año de mayor anidación de las aves endémicas. Por ello, las visitas a la isla están limitadas y muy controladas, para evitar un potencial impacto medioambiental. En el puerto de Sozopol te informarán de las alternativas y horarios disponibles. Solo, ten en cuenta que en primavera las opciones se reducen considerablemente.
Se dice, se cuenta, se comenta… que Plovdiv es una de las ciudades más antiguas del mundo, ya que existen vestigios en la ciudad que se remontan al año 6.000 a.C. Lo que si es fácilmente comprobable es que, hoy en día, Plovdiv es la segunda ciudad de Bulgaria.
Su importancia durante el Imperio Romano derivó en la construcción de un anfiteatro por el Emperador Trajano en el siglo II a.C., de un tamaño y esplendor de referencia para la época. Actualmente, es el resto romano mejor conservado de la región balcánica. Y, si de ruinas romanas hablamos, no puedes perderte el foro romano y el Odeón, en fase de restauración. De hecho, resulta mencionable que Plovdiv parece haber sido construida a imagen y semejanza de la antigua Roma, salvando las distancias. Pero la importancia de Plovdiv va mucho más allá de la relevancia del enclave para el Imperio Romano. El centro histórico es, sencillamente, un museo al aire libre repleto de arquitectura antigua, decoración búlgara salpicando cada paso, callecitas adoquinadas, casas de madera muy coloridas, mansiones espectaculares con jardines infinitos, galerías y bazares, antiguas fortificaciones, la Iglesia de Konstantin y Elena o el Museo Etnográfico.
Según llegas a la capital búlgara, no te resultará complicado avistar desde prácticamente cualquier rincón unas colosales cúpulas doradas. Según te vas acercando a este monumental edificio, tu boca se va abriendo más y más… Te la esperabas grande pero sus dimensiones salen de todo pronóstico. Sus 72 metros de largo y 42 de ancho pueden albergar hasta 5.000 personas. Estás en la Catedral de Alexander Nevski. Sin duda, uno de los monumentos más representativos no sólo de la ciudad, sino del país.
Su construcción concluyó en el año 1.912, deja ver un hermoso estilo neobizantino y sirvió para conmemorar la independencia de Bulgaria respecto al Imperio Otomano en el siglo XIX y los 200.000 soldados rusos, búlgaros, bielorrusos y ucranianos que fallecieron en los enfrentamientos. El Zar Alejandro II proporcionó un apoyo fundamental a Bulgaria en esta operación y, desde entonces, esta catedral ortodoxa sirve también para celebrar la buena relación que tradicionalmente han tenido Bulgaria y Rusia. Alexander Nevski vivió en el siglo XIII y fue un reconocido gobernante ruso, que defendió a ultranza el cristianismo ortodoxo y al que, de hecho, se le venera como si de un santo se tratase. Una vez en el interior de la catedral, te costará disimular tu sobrecogimiento por la indescriptible belleza de sus frescos que se extienden por las paredes hasta el techo, de más de 50 metros de altura.
Si quieres ahondar un poco más en los tesoros que la Catedral Alejandro Nevski esconde, no puedes dejar de visitar su cripta. Entre sus galerías, descubrirás una colección espectacular de iconos etíopes. El icono más antiguo ilustrado sobre madera se encuentra precisamente en esta exposición y es el Jesús Pantocrátor. Dicho así, es posible que no te diga mucho, pero, cuando veas la imagen seguro que lo has visto anteriormente en algún libro o revista de historia o arte. El Jesús Pantocrátor es nada menos que del siglo XI. Además, la cripta de la Catedral acoge una colección de arte búlgaro antiguo, de entre los siglos IV y XIX, sin duda, una de las mejores colecciones de iconos ortodoxos del mundo.
Es muy probable que la montaña donde se construyó el Monasterio Dragalevtsi en el siglo XIV no haya cambiado demasiado desde entonces hasta ahora. Así que este enclave, cerca del centro de Sofía y en pleno corazón del Parque Natural de Vitosha, es un remanso de paz, tranquilidad y vegetación desde tiempos muy antiguos.
Dicho monumento, actualmente habitado por una congregación de monjas, tiene un significado muy profundo para la cultura tradicional búlgara, ya que su héroe nacional, Vasil Levski, diseñó, organizó y comandó la rebelión contra el Imperio Otomano, que derivó en la independencia de Bulgaria, desde este lugar tan representativo. El Zar Iván Alejandro fundó este Monasterio en el siglo XIV. Lamentablemente, la destrucción y el abandono del mismo, 40 años después hizo que cayese en el olvido hasta el siglo XV, cuando fue restaurado. Sus fachadas en tonos blancos y rojos te transportan a otro mundo y muchos de sus frescos son, precisamente, de la época de esta reconstrucción, representando escenas bíblicas como “La Corte de Pilatos”, “El ahorcamiento de Judas” o “La negación de Pedro”.
El Parque Natural de Vitosha es el pulmón verde de Sofía y, sin duda, uno de los lugares predilectos de sus habitantes para practicar actividades al aire libre. Sus 26.000 hectáreas de extensión son patrimonio natural de la Unesco. Hay una senda de unos 10 kilómetros para los que disfrutan del esquí de fondo; sus laderas son perfectas para el esquí o para deslizarte en trineo; y, en verano, hay diversas rutas de senderismo y escalada. Allí mismo podrás alquilar el equipamiento que necesitas para cada una de estas actividades. La extraordinaria naturaleza de este parque ofrece bosques de roble, abeto, pino, fresno o haya. Para los viajeros amantes de la fauna, podrán observar multitud de aves en peligro de extinción, como las cigüeñas negras o diversas especies de águila. Entre los mamíferos más representativos de la región están los ciervos, zorros, martas y lobos. Si lo tuyo es la espeleología, sigue leyendo, ya que este parque acoge la cueva más grande del país. Sus 17 kilómetros atraen a aficionados a esta actividad o aventureros.
Descubre el itinerario
- Alojamiento
- Bucarest
- Desayuno, almuerzo y cena
- Cozia
- Sibiu
- Monasterio de Cozia
- Visita del casco antiguo de Sibiu + entradas Catedral Ortodoxa e Iglesia Romano-Católica.
- Desayuno, almuerzo y cena
- Sighisoara
- Targu Mures
- Bistrita
- Visita a pie ciudadela de Sighisoara con guía local
- Panorámica de Targu Mures
- Desayuno, almuerzo y cena
- Darmanesti-Bucovina
- Monasterio de Sucevita
- Monasterio de Moldovita
- Desayuno, almuerzo y cena
- Voronet
- Mînæstirea Agapia
- Piatra Neamt
- Monasterio de Voronet con entrada
- Visita del Monasterio de Agapia
- Desayuno y almuerzo
- Brasov
- Desayuno y almuerzo
- Sinaia
- Bucarest
- Entrada Castillo de Peles
- Panorámica de Bucarest
- Entrada Castillo de Peles
- Desayuno, almuerzo y cena
- Arbanasi
- Veliko Tarnovo
- Iglesia de la Natividad y casa Konstantsalieva en Arbanassi
- Visita de la Fortaleza de Tsarevetz
- Desayuno y almuerzo
- Shipka
- Kazanlak
- Plovdiv
- Visita al Museo Etara
- Visita a la Iglesia de Shipka
- Visita de la réplica de la tumba tracia y el Museo de las Rosas, entradas incluidas.
- Visita panorámica a pie de Plovdiv + entradas al Museo Etnográfico, el Teatro Romano, Iglesia de Konstantin y Elena.
- Desayuno, almuerzo y cena
- Sofía
- Visita panorámica de Sofía + entradas Catedral de Alejandro Nevski, Iglesia de Santa Sofía, Rotonda de San Jorge e iglesia Rusa de Sofía.
- Desayuno, almuerzo y cena
- Sofía
- Visita al Monasterio de Rila
- Desayuno
- Sofía
Conoce un poco más de Rumanía y Bulgaria
Rumanía
Viajar a Rumanía es emprender un viaje gastronómico sorprendente salpicado de colores, sabores y matices. Eminentemente casero, los principales platos rumanos combinan siglos de tradición con excelentes productos locales.Una gastronomía enriquecida a través de los siglos por los países limítrofes e invasores, razón por la que el viajero podrá apreciar continuos guiños a la gastronomía turca, húngara, alemana y eslava.
Las comidas rumanas suelen comenzar con una sopa. La más típica es una sopa agria conocida como ciorbă y que puede llevar diferentes ingredientes. Si visita la zona del Danubio, no puede perderse su sopa de pescado célebre en todo el país. Son también muy frecuentes los guisos de cerdo como la tochitură, la pasta de maíz conocida como mămăligă y que recomendamos probar junto con sarmale (hojas de pollo rellenas de polenta) y que es el plato nacional del país. Suele servirse en Navidad y en grandes celebraciones. Los dulces en Rumanía son una auténtica delicia. Entre los más demandados se encuentran los strudels, las crepes, el helado, los papanaşi, la baclava o la rajat. En cuanto a las bebidas, a la cerveza y excelentes vinos locales se unen los licores y agua ardientes de frutas, muy populares, que suelen destilarse a partir de ciruela, albaricoques y peras
Bulgaria
Viajar a Bulgaria es emprender un viaje gastronómico sorprendente salpicado de colores, sabores y matices. Eminentemente casero, los principales platos búlgaros combinan siglos de tradición con excelentes productos locales que podrás degustar en sus restaurantes y en las tradicionales tabernas (mehana). Los cafés y mercados suelen ser más económicos.
El país está salpicado de puestos callejeros donde podrás probar el banitsa, un delicioso bollo de hojaldre relleno de queso que es uno de los tentempiés más consumidos del país. Fruta, verduras, productos lácteos y carnes a la parrilla (skara) son la base de una gastronomía deliciosa que, como gran parte de la cocina de los Balcanes, cuenta con importantes influencias de la cocina griega y turca. Disfruta de sus quesos típicos, el sirene y el kashkaval, y el delicioso yogurt nacional. De hecho, los búlgaros presumen de ser los inventores de este delicioso lácteo consumido en todo el mundo. Un ingrediente que se utiliza en platos dulces, en ensaladas y en bebidas como el ayran.
Y para beber se suele empezar el día con café y té y acompañar las comidas con cerveza (pivo o bira) y los excelentes vinos locales. Para los amantes del vino, recomendamos una agradable cata en sus bodegas centenarias. Y para culminar una buena comida, nada mejor que su licor nacional llamada rakia.
Rumanía
En general, los precios son inferiores a los de España y otros países europeos. Aproveche su visita al país para adquirir alguna pieza de su artesanía típica hecha a mano.
Si quiere llevarse un recuerdo tradicional del país, puede optar por CD de su música tradicional, una botella de su famoso brandy de ciruela, los trajes populares de Maramureş o los típicos abrigos de invierno conocidos como guba realizados en lana y bordados en terciopelo negro.
Para disfrutar de una agradable jornada de shopping, recomendamos frecuentar las principales avenidas comerciales y los mercados tradicionales de del centro de las grandes ciudades.
Bulgaria
En general, los precios son inferiores a los de España y otros países europeos.
Aproveche su visita al país para adquirir alguna pieza de su artesanía típica hecha a mano, entre las que sobresale sus iconos y obras de arte religioso, obras de cerámica cuyo estilo más característico se conoce como troyanska kapka, alfombras y música tradicional y religiosa.
Para disfrutar de una agradable jornada de shopping, recomendamos frecuentar las principales avenidas comerciales y los mercados tradicionales situados en el centro de las grandes ciudades.
Rumanía
• 1 y 2 de enero (Año Nuevo) • Lunes de Pascua ortodoxo. En abril o mayo • 1 mayo (Día de los trabajadores) • Pentecostés. 50 días después del domingo de Pascua • 15 de agosto (Fiesta de la Asunción de María) • 30 noviembre (Día de San Andrés) • 1 diciembre (Día nacional de Rumanía) • 25 y 26 de diciembre (Navidad)Bulgaria
• 1 enero (Año Nuevo) • 3 marzo (Día de la liberación) • Semana Santa • 1 mayo (Día de los trabajadores) • 6 mayo (Día de San Jorge) • 24 mayo (Día del alfabeto Cirílico) • 6 septiembre (Día de la Unificación) • 22 septiembre (Día de la independencia de Bulgaria) • 1 noviembre (Día del renacimiento nacional) • 25 y 26 de diciembre (Navidad)Rumanía
La moneda oficial en Rumanía es el leu, en plural lei. Recuerda que en los bancos y Oficinas de cambios está representado con el código RON. A su vez, el leu se subdivide en 100 bani. En leu es una moneda bastante estable que en los últimos años se ha mantenido frente al euro y el dólar. Para cambios de moneda recomendamos dirigirse a los bancos y casa de cambio privadas oficiales, conocidas como Casa de Schimb. Deberá presentarse el pasaporte para realizar la transacción. Se desaconseja cambiar dinero en la calle para evitar fraudes o comisiones fraudulentas.Bulgaria
La moneda oficial en Bulgaria es el lev, en plural leva. Se suele abreviar como lv. A su vez, el lev se compone de 100 stotinki, y es una moneda bastante estable. Para cambios de moneda recomendamos dirigirse a los bancos y casa de cambio privadas oficiales donde deberá presentarse el pasaporte para realizar la transacción. Se desaconseja cambiar dinero en la calle para evitar fraudes o comisiones fraudulentas. El euro, la libra esterlina y el dólar estadounidense son fáciles de cambiar en el propio país.Los establecimientos y hoteles de las grandes ciudades suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y debito internacionales. En zonas rurales o pequeñas ciudades, conviene ir preparado con dinero en efectivo. Las transacciones con tarjetas de créditos suelen requerir de un numero PIN, así que le recomendamos que antes de viajar a Rumanía aclare este asunto con su banco. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor. Los cajeros automáticos están en todo el país y casi todos aceptan tarjetas de crédito de uso más común. Dispensan dinero en RON.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.