Croacia: Lo Mejor de Croacia y Bosnia
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Un consejo: no te olvides la cámara de fotos. Porque vas a contemplar de todo en tu viaje: montañas, valles, cuevas, ríos y lagos, animales salvajes, costas deliciosas, ciudades repletas de monumentos… No lo dudes, haz la maleta, echa la brújula al bolsillo y adéntrate en un viaje lleno de contrastes. Arranca en una de las ciudades croatas más maravillosas del país, Dubrovnik, donde vas a descubrir una ciudad activa y vibrante que, sin embargo, conserva todo el encanto medieval en las calles de su casco antiguo y toda la elegancia en los parques y edificios del barrio más moderno. Cruza después la frontera con rumbo a los Balcanes, Bosnia Herzegovina un tímido país con mucho que ofrecer. Tu primer alto en el camino es la capital del país, Sarajevo, donde gracias a una excursión guiada conocerás a fondo la urbe. Darás un paseo por su bello casco histórico y descubrirás la vida de sus barrios.
“Más de 16 lagos es lo que forma el bello parque natural de Plitvice, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco"
¡Bienvenido al bienvivir! En esta segunda parte del viaje volverás a Croacia y comenzarás visitando pintoresca ciudad como Split, Trogir y Sibenik. Situada en la región de Dalmacia, esta ciudad tiene un bonito casco antiguo con el Palacio de Diocleciano y muchas maravillas más. ¡Y aún no has acabado! En tu viaje hacia Zagreb fotografía los paisajes de la región de Opatija y recorre los senderos del Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, un maravilla natural Patrimonio de la Humanidad desde 1979. ¿Sabes lo que se siente al pasar por detrás de una cascada? Pues aquí vas a descubrirlo.
Vive experiencias únicas
¿Una corbata? Puede que, a primera vista, no parezca el mejor recuerdo para traerse de un viaje. Pero si viajas a Croacia, lo es y tiene una explicación histórica muy curiosa: los croatas llevan muy a gala ser los inventores de este complemento de moda masculina. Por eso no te será difícil encontrar tiendas en cualquier ciudad donde comprar alguna, de todos los colores y tejidos, y por eso será un recuerdo perfecto de tu visita al país. El origen de la corbata se remonta al siglo XVII, cuando los soldados croatas que luchaban en la Guerra de los Treinta Años llevaban una tira de seda en el cuello de su uniforme como sello distintivo.
Al rey francés Luis XIV le encantó este complemento y decidió crear una unidad militar con la mayoría de soldados croatas denominada Royal Cravates. Su presencia en Francia puso de moda esa tira de seda atada al cuello, que los habitantes de París empezaron a denominar à la croate que derivó en la palabra francesa cravate. En el siglo XVII, la moda de la corbata ya se había extendido a Inglaterra como signo de distinción y la consolidación mundial como prenda de referencia en la moda masculina llegó en el siglo XIX.
Zagreb celebra cada semana, entre el Lunes de Pascua y el mes de octubre, un desfile de 17 soldados luciendo la corbata para celebrar su creación. Finalmente, el 18 de octubre se celebra allí y en otras ciudades de Croacia el Día de la Corbata.
No te puedes marchar de Dubrovnik sin subir a sus murallas. Después de disfrutar de su enorme belleza perdiéndote en sus calles y plazas, la experiencia sólo estará realmente completa si contemplas la ciudad desde lo alto de sus casi dos kilómetros de fortificaciones. Los tejados, las iglesias y la costa de Dalmacia, con la salvaje isla de Lokrum al fondo conforman un paisaje espectacular para tus mejores fotos.
Así que no lo dudes, Viajero, y entra por alguno de los tres accesos: el Fuerte de San Juan, la Puerta de Ploce y la Puerta de Pile, por la que la mayoría de los visitantes suele empezar. La estructura actual de las murallas es de los siglos XIV y XV, aunque se construyeron antes para defender la ciudad de los piratas y los turcos. Desde entonces han resistido ataques, terremotos como el enorme seísmo de 1667 y las miles de bombas del ejército serbio durante la Guerra de los Balcanes, a finales del siglo XX.
Si tienes poco tiempo o no quieres caminar demasiado tiempo las murallas, dirígete a la Torre de Minceta, donde conseguirás las vistas más espectaculares porque es el punto más alto de las fortificaciones. La diseñó Michelozzo Michelozzi en 1461 y fue completada por Juraj Dalmatinac tres años después.
En Mostar comprenderás cómo el turismo puede sacar del pozo a una ciudad que hace pocas décadas estaba sumida en un pozo de destrucción y barbarie. Aún hoy esta preciosa ciudad bosnia, cuyo casco histórico es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, muestra las cicatrices que dejó la Guerra de los Balcanes.
El gran símbolo de la devastación producida por el conflicto es el espectacular puente medieval que cruza el Neretva, destrozado por la artillería croata en 1993 y reconstruido después en 2005 con las mismas piedras rescatadas del fondo del río y siguiendo las mismas técnicas que usaron los turcos 500 años antes. ‘Don’t forget’ (no olvides) piden algunos carteles cercanos al puente, y eso mismo te recordarán la casas en proceso de reforma o los edificios abandonados, picados de la ‘viruela’ provocada hace años por las balas y la metralla. Así que, querido viajero, pasea por las calles adoquinadas de la ciudad y déjate llevar por el encanto de la vida que brota de nuevo después de la destrucción masiva.
No te sorprendas si algún joven de la localidad te pide algo de dinero a cambio de tirarse al agua desde los 24 metros de altura de puente.
A medida que te adentres en Sibenik, la ciudad te irá conquistando. Sus calles empedradas y sus edificios antiguos te llevarán hasta el nudo gordiano de su precioso casco histórico, la catedral de San Jacobo. Los habitantes de esta ciudad croata presumen de su principal iglesia, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2001, y subrayan que es la única del mundo construida enteramente en piedra, sin utilizar ningún elemento arquitectónico de madera.
Además, la catedral de San Jacobo es una perfecta muestra de la arquitectura gótica veneciana y la renacentista toscana como consecuencia de los 105 años, con interrupciones, que tardó en construirse, desde 1431 hasta 1536. El veneciano Antonio Dalle Masegne levantó el cuerpo inferior en estilo gótico y su sucesor, Juraj Dalmatinac cambió el plan inicial y le dotó de mayor importancia monumental diseñando el cuerpo superior renacentista. La obra se acabó años después de la mano de varios arquitectos, que siguieron el estilo puro del Renacimiento. Pese a los daños causados por el conflicto de los Balcanes, podrás comprobar que el templo permanece en perfecto estado.
En el interior, no te pierdas el impresionante baptisterio y el elegante presbiterio; y en el exterior, aprovecha para fotografiar el friso con 74 esculturas de la cabeza de los principales personajes públicos de Sibenik durante la construcción de la catedral.
En el centro de Croacia, a medio camino entre la belleza mediterránea de la costa dálmata y la capital del país, Zagreb, se encuentran los Lagos de Plitvice, una de las maravillas naturales más espectaculares de Europa. Casi 300 kilómetros cuadrados de Parque Nacional con 16 lagos, decenas de cascadas y cataratas y un mar de frondosos bosques que dan cobijo a una enorme variedad de especies animales, desde osos pardos hasta jabalíes o lobos, pasando por centenares de mariposas o aves.
Plitvice es el más antiguo de los ocho que hay en Croacia, ya que se creó en 1949, y treinta años después fue incluido en el listado de lugares Patrimonio de la Humanidad creado por la Unesco. La mejor opción para que lo visites es darte un paseo por la red de senderos que bordean los lagos e incluso pasan por detrás de las cascadas. No dejes de cruzar los puentes de madera que pasan de un lado a otro de las aguas y no te pierdas la excursión en barco por el mayor de los lagos, el Lozjak.
Los lagos de Plivitce fueron uno de los primeros escenarios de la Guerra de los Balcanes. Poco después de que Croacia declarase su independencia, en marzo de 1991, milicianos serbios ocuparon el parque y, cuando la policía croata trató de desalojarlos, se produjo la llamada Pascua Sangrienta de Plitvice. Al día siguiente, el ejército yugoslavo entró con sus tanques con el pretexto de mediar en el conflicto pero lo que realmente hizo fue expulsar a los croatas. Croacia no recuperó este territorio hasta 1995.
En primavera, las hayas y los abetos se encienden de color, multiplican los tonos verdes y brindan un paisaje extraordinario. Y en otoño, giran hacia los tonos ocres, rojos y amarillos
Decenas de velas iluminan, en plena calle, un pequeño rincón nada más pasar la Puerta de Piedra. No lo estás soñando, sino que estás ante la virgen más venerada de Zagreb. Esta modesta imagen de María con el Niño Jesús, situada en una de las entradas originales a la antigua ciudad de Kaptol, tiene casi siempre algún devoto rezándole y poniéndole velas frente a la reja de hierro forjado atribuida a un maestro local del siglo XVI.
Cuenta la leyenda que un siglo después, en 1731, esta pequeña capilla es de lo poco que se salvó tras un devastador incendio que destruyó las casas del vecindario. Las llamas tampoco acabaron con varios de los edificios relevantes de la Ciudad Alta, creada como tal en el siglo XVIII a partir de la unificación de dos ciudades construidas en dos colinas en el siglo XI y que habían sido rivales hasta entonces, Kaptol y Gradec. De esta manera, se unían el poder político y el poder religioso para poner la semilla de lo que acabaría siendo la capital del país.
Si estás cansado y no te apetece caminar, no tienes por qué preocuparte porque en menos de un minuto te puedes plantar en la Ciudad Alta de Zagreb gracias al funicular construido en 1893 que se recorre estos 66 metros hasta la zona vieja de la capital.
Descubre el itinerario
- Cena
- Dubrovnik
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Dubrovnik
- Visita panorámica de Dubrovnik
- Desayuno. Cena
- Sarajevo
- Panorámica de Sarajevo
- Desayuno. Cena
- Mostar
- Medjugorje
- Split
- Visita panorámica de Mostar
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Trogir
- Sibenik
- Zadar
- Visita panorámica de Split
- Desayuno. Cena
- Plitvice Seen
- Zagreb
- Visita panorámica de Zadar
- Visita al Parque Nacional de Plitvice
- Desayuno. Almuerzo. Cena
- Zagreb
- Visita panorámica de Zagreb
- Desayuno
- Zagreb
Conoce un poco más de Croacia
La cocina croata presenta cuatro grandes zonas. Por un lado, la región de Istria muestra grandes influencias italianas y presume de sus platos de pasta y sus ñoquis.
Por su parte, la gastronomía de Dalmacia se basa en productos llegados desde el mar cocinados con suaves matices venecianos, mientras que Eslavonia prepara los productos de sus fértiles huertas con pimientos y especias al estilo húngaro. Finalmente, en el centro de Croacia se nota la influencia austriaca con el schnitzel, los postres y los dulces. El pan y la abundancia de platos de pescado gracias a la abundancia de lagos, ríos y kilómetros de costa, unifican la cocina croata.
El visitante puede encontrar en Croacia un enorme surtido de productos artesanales para llevarse un bello recuerdo a casa. Así, se puede escoger entre muñecas vestidas con trajes típicos, bordados, objetos de madera, terracota, cerámica, etc.
También se pueden encontrar reproducciones de objetos romanos en Split y unos magníficos encajes en la isla de Pag. Además, Croacia se vanagloria de haber inventado la corbata, así que es uno de los mejores lugares del mundo para comprarse una. Como curiosidad, se puede optar por comprar un morcic, una figurita de un personaje negro con turbante, que es una joya exclusiva de Rijeka. Si optamos por el recuerdo gastronómico, también hay gran variedad: sacos de lavanda, excelentes quesos, mostaza, galletas o trufas.
• 1 de enero: Año Nuevo
•06 de enero: Epifanía del Señor
•Semana Santa: Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua
•Corpus Christi
•22 de junio: Día de la Lucha Antifascista
•25 de junio: Día Nacional de Croacia
•05 de agosto: Día de la Victoria y la Gratitud Nacional
•15 de agosto: Asunción de la Virgen
•08 de octubre: Día de la Independencia
•01 noviembre: Festividad de todos los Santos
•25 de diciembre: Navidad
•26 de diciembre: San Esteban
Los cajeros automáticos están en todo el país y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También se aceptan tarjetas de crédito en la mayoría de los comercios, aunque puede haber algunos de pequeño tamaño donde sólo se acepten pagos en efectivo.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.