Finlandia: Perlas del Báltico, Fiordos y Copenhague
Un pie en el Medievo, un instante de naturaleza y un revuelo en la vida moderna
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- Duración
- 13 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Este viaje está hecho para viajeros eco, para compradores compulsivos, para familias, para amantes del arte, caminantes y navegantes, pero sobre todo, para almas viajeras. ¿Eres uno de ellos? Pues no lo dudes y haz la maleta. 13 días darán de sí para conocer las preciosas ‘perlas’ del Báltico en un recorrido de belleza que irá ‘in crescendo’ hasta llegar a los fiordos noruegos, sin duda uno de los parajes más espectaculares del mundo. Empezarás en la ciudad. Helsinki y Tallin te saludarán. Una ciudad moderna y animada, con sus bulevares y avenidas, y la Isla de Suomenlinna que chocará con la medieval Tallin, llamada la ‘pequeña Praga’, con sus iglesias, palacios, catedrales y una de las farmacias más antiguas de Europa. Una travesía de ensueño en ferry te llevará al puerto de Estocolmo: pasearás por Gamla Stan, su Ciudad Vieja, alzarás la vista al Ayuntamiento y su torre de 106 metros, entrarás al Museo Vasa para conocer la historia del galeón que se hundió nada más zarpar y entrarás a la Sala Dorada del Ayuntamiento donde se entregan los premios Nobel, nada más y nada menos. Y entonces apagarás el móvil para adentrarte en una ruta por la naturaleza entre lagos, bosques y montañas y descubrirás que existen paisajes campesinos en torno al lago Mjosa, habitados desde la era de los vikingos. Desde Hamar, explorarás la Región de los Fiordos y ¡hasta caminarás por el Glaciar de Nigards o el de Briksdal, situados en un espectacular Parque Nacional!
“En la región de Hardanger harás un alto en las Cascadas de Voringsfossen para ver caer el agua como nunca imaginaste”
Antes de llegar a Bergen, te subirás a un barco para soñar a través del Sognefjord, el Fiordo de los Sueños, el más largo y profundo de Noruega. En Bergen, antigua capital de Noruega, inmortalizarás el antiguo barrio marinero de Bryggen, calificado como Patrimonio de la Humanidad que te regalará una preciosa estampa de madera. Y en la región de Hardanger harás un alto en las Cascadas de Voringsfossen, para ver caer el agua como nunca imaginaste. En Oslo, la hermosa capital de Noruega, te sorprenderá una ciudad capaz de combinar la naturaleza privilegiada y la cultura en sus interesantes museos. Y en Copenhague sentirás el latir de ciudad moderna y cosmopolita que respira un halo medieval con castillos, palacios y una protagonista que acapara buena parte de las fotos: la querida Sirenita.
Vive experiencias únicas
Bienvenido, viajero, al paraíso de los gourmets. Avisa a tus papilas gustativas de que van a tener que trabajar de lo lindo porque acabas de llegar a una de las capitales mundiales de la gastronomía. En apenas unas décadas, Copenhague se ha convertido en el máximo exponente de la pujante cocina escandinava.
De hecho, es una de las ciudades con más estrellas Michelin per cápita del mundo. ¡Tiene 18 para tan solo 1,2 millones de habitantes! La cocina danesa, que hasta hace poco solo era conocida por los deliciosos y variados bocadillos abiertos, las albóndigas y algún otro plato sabroso pero más bien pesado, se ha reinventado en pocos años para ponerse a la vanguardia de la innovación culinaria. A la cabeza de esta revolución estuvo el restaurante Noma, elegido durante varios años como mejor restaurante del mundo. Hoy está cerrado, así que no vas a poder presumir de haber comido allí, pero tranquilo, porque el chef René Redzepi tiene previsto abrir un nuevo restaurante en 2018.
Comer en alguno de los 15 restaurantes con estrellas Michelin de Copenhague puede resultar caro, así que si tu presupuesto es más ajustado, lo mejor que puedes hacer es visitar los barrios de Vesterbro o Norrebro. Allí vas a encontrar una gran variedad de restaurantes y cafés económicos donde comer por mucho menos dinero. Otra posibilidad es que busques los platos del día que se sirven de almuerzo en varios de los restaurantes de nueva cocina nórdica más solicitados.
“El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”. Así que sigue el consejo de Pablo Neruda y vuelve a ser un niño. Lo tienes bien fácil: en pleno centro de Copenhague, se erige desde 1843 el parque de atracciones Tívoli, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo y sin duda la gran atracción turística de la capital danesa desde hace más de 17 décadas –cuatro millones de viajeros extranjeros lo visitan cada año-.
Cuando se construyó, estaba a las afueras y solo tenía un tiovivo y una montaña rusa. Y sin embargo ahora, la lista de posibilidades es enorme ¡y en pleno centro! Prueba a pasear por sus Jardines que destilan un aire antiguo y si puedes, visita el parque al atardecer, cuando la iluminación multiplica su encanto. Come algo en sus pabellones de comida, disfruta de variados conciertos y, por supuesto, súbete a alguna de sus atracciones. No puedes perderte el Teatro de Pantomima, el más antiguo del parque, que acoge espectáculos musicales y de ocio; la espectacular Pagoda china y la puerta principal de Vesterbrogade, construida a finales del siglo XIX.
Antes de visitar el parque, no está de más que revises la programación gratuita de los conciertos de los viernes (incluida en el precio de la entrada al parque). Normalmente actúan grupos daneses que no conocerás, pero a veces cantan artistas de fama internacional.
Puedes visitar el parque todo el año, aunque no siempre vas a encontrar todo abierto. El mejor momento es entre abril y septiembre, cuando están abiertas todas las atracciones y, además, hay numerosos espectáculos pirotécnicos. El resto del año, muchas están cerradas por motivos climatológicos, aunque los restaurantes y los salones de conciertos siempre están abiertos. Además, en noviembre y diciembre hay un precioso mercado de Navidad.
Ponte ropa floreada, gafas de sol de colores y entra en Christiania. Esta comuna hippy, que se declara independiente de Dinamarca desde que se fundó a principios de los años 70, es una de las grandes atracciones turísticas de Copenhague. Seguro que tú, al igual que muchos viajeros , tienes curiosidad por ver este experimento político comunal y anarquista desarrollado, paradójicamente, en unos barracones militares abandonados en el barrio de Christianshavn. En su época dorada se podía comprar, vender y consumir drogas blandas sin problemas en todo el barrio –de hecho, su arteria principal se llama Pusher Street, calle del vendedor de estupefacientes-.
Ahora el ambiente es algo más turbio porque la policía ha aumentado las redadas y esto ha reducido la permisividad con la venta de drogas. Y sin embargo, el barrio sigue mereciendo una visita. Porque muchos de sus rincones mantienen ese espíritu alternativo con el que se creó, porque puedes encontrar bares, restaurantes y tiendas de artesanía muy interesantes, porque puedes pasear por pintorescas calles entre canales y murales pintados de múltiples colores y porque, según presumen sus 1.000 habitantes, es un territorio independiente de Dinamarca y de la Unión Europea.
Puedes visitar Christiania en viajes organizados o por libre. En todo caso, conviene que te leas antes las normas de convivencia de la comunidad y que seas muy respetuoso, porque está prohibido hacer fotos en muchas de las zonas.
Cuando salgas de Christiania, fíjate en el cartel que te dice que “estás entrando en la Unión Europea”. ¿A que es una foto curiosa para colgar en tus redes sociales?
Dicen que hacen la que “posiblemente” es la mejor cerveza del mundo. ¿Será verdad o es todo culpa de una excelente campaña de marketing? Estás en el lugar ideal para comprobarlo y dar tu opinión. Aunque la producción de Carlsberg está repartida por factorías por toda Dinamarca, la fábrica original está a las afueras de Copenhague. Así que, viajero amante del zumo de cebada, preséntate en la puerta de la fábrica y disponte a catar esta famosa cerveza que se produce desde 1847. Antes de remojar el gaznate, te van a explicar la historia de la bebida y cómo se elabora, además de enseñarte la maquinaria antigua y moderna, los botellines y otros aspectos curiosos de la marca.
De hecho, la fábrica alberga la colección más grande del mundo de botellines de cerveza diferentes. Y para que no todo sea cerveza, también podrás acariciar a los caballos de Jutlandia que antiguamente tiraban de los carruajes llenos de barriles de cerveza y contemplar una exposición de esculturas recopiladas por Carl Jacobsen, hijo del fundador de la fábrica y creador de la mítica Sirenita de Copenhague. Y sí, tranquilo, que al final de la visita hay una degustación de cerveza. ¿La mejor del mundo? Tú decides.
La factoría de Carlsberg está algo alejada del centro: puedes llegar en autobús, tren de cercanías o mediante el shuttle gratuito que pone la empresa desde el centro.
Bienvenido, viajero, al corazón de Estocolmo. Aquí nació la ciudad y aquí sigue mostrándose en su máxima expresión. Así que si llegas por la tarde a la ciudad, lo mejor que puedes hacer es dejar las maletas en el hotel y darte un paseo por este laberinto de callejuelas adoquinadas, casas señoriales y avenidas plagadas de tiendas. Será, sin duda, la mejor primera toma de contacto con Estocolmo. Aquí se empezó a levantar la ciudad en el siglo XIII, que fue creciendo hasta que el castillo de Tre Kronor fue arrasado por el fuego en el siglo XVIII.
Después, la ciudad antigua entró en depresión y nadie quería vivir allí. Te va a resultar difícil creerlo viéndola ahora, porque actualmente es una de las zonas más codiciadas de la capital sueca. Como comprarse una casa allí es prohibitivo, tendrás que conformarte con pasear por sus calles y bucear en sus tiendas. También puedes visitar algún museo, como el Nobel o el de Correos, y acercarte hasta el Palacio Real y la Capilla Real. Si puedes, hazlo coincidir con el cambio de guardia, una bella ceremonia que se celebra en la explanada frente a la gran residencia de los reyes suecos.
Si paseas por Västerlanggatan, busca el número 81 y asómate: verás Marten Trotzigs Gränd, la calle más estrecha de Estocolmo con menos de un metro de anchura.
Seguro que tanto paseo te abre el apetito. Un consejo: acércate al Den Gyldene Freden para degustar alguno de los platos tradicionales de la cocina sueca. Es el restaurante más antiguo de toda la ciudad –se fundó en 1722- y mantiene la misma decoración desde el día en que abrió sus puertas.
Amantes del arte: no os podéis perder el Moderna Museet. Cuenta con una de las colecciones de arte moderno más completas de todo el mundo, es un edificio impresionante y está situado en pleno centro de Estocolmo, en el barrio de Skeppsholmen. Allí te esperan Picasso, Dalí, Miró, Braque o Matisse, entre otros. En total, se exponen 5.000 pinturas, 25.000 dibujos, 100.000 fotografías y 400 películas, así que puedes dedicarle toda una mañana y aun así no te dará tiempo a verlo todo porque, además, hay una biblioteca, un cine y diversos espacios para exposiciones temporales, conferencias, seminarios o talleres para niños. Aunque el museo se inauguró en 1958, el edificio actual es de finales del siglo XX y está diseñado por el arquitecto español Rafael Moneo.
Y si entre tanto arte se te abre el apetito, sube al restaurante del museo, que además de calmar tu gazuza te permitirá contemplar unas preciosas vistas de Estocolmo. Para completar la visita, con una entrada combinada, puedes acercarte al Museo de Arquitectura, situado justo al lado en un pabellón de prácticas de la marina, que cuenta con una exposición permanente que explica más de 10 siglos de la historia de la arquitectura sueca mediante una colección de 2,5 millones de documentos.
El museo abre todos los días excepto el lunes. Entre semana, abre a las 10 horas para cerrar a las 20 horas los martes y los viernes y a las 18 horas los miércoles y los jueves. El fin de semana abre desde las 11 hasta las 18 horas. Hay audio guías en sueco y en inglés.
Cuando llegues a Karlstad no lo dudes y cógete una bicicleta en su gran plaza central. No te costará ni un euro y es la mejor opción para recorrer la que los suecos llaman la ciudad del verano. Aquí hay más horas de sol que en cualquiera otra localidad de Suecia y sus habitantes lo llevan tan a gala que tienen como símbolo un sol sonriente. Para ver el origen de esta insignia tienes que acercarte a la ribera del lago, donde encontrarás la estatua de la joven sonriente Eva-Lena Holtz, conocida como Sola i Karlstad (el sol de Karlstad), y que fue una alegre doncella que trabajó en el Stadshotellet en el siglo XVIII.
No será el único punto de la localidad que te llame la atención. En tu recorrido en bici no puedes perderte el pintoresco barrio de Almen, que alberga algunas de las preciosas casas medievales de madera que se salvaron del incendio que destruyó buena parte de la ciudad el 2 de julio de 1865. Haz un alto en el camino para entrar en la bella catedral y, cuando dejes la bicicleta en la Stora Torget, siéntate en alguna terraza a contemplar la vida pasar en pleno corazón de la ciudad. Y aprovecha para ganar un poco de color de piel, que para eso estás en la ciudad donde el sol sonríe…
Si dispones de suficiente tiempo para visitar la ciudad, una excelente opción es que cojas un barco y recorras el lago, donde se asientan más de 22.000 islas. Así que ya sabes, ¡broncéate a babor!
El agua del lago Vänern, el más grande de toda Suecia, está tan limpia que la puedes beber. Así que si llevas cantimplora o un vaso, no lo dudes.
Si eres un apasionado del diseño, vas a disfrutar en Helsinki. Pasea de tienda en tienda y admira edificios de todas las clases posibles. Puedes contratar uno de los tours guiados exclusivamente sobre este tema o puedes hacer un recorrido a tu aire. Si optas por esta última opción, no puedes perderte dos curiosas capillas que te van a sorprender.
La primera es la Capilla Kamppi o del Silencio, una espectacular construcción de madera situada en una céntrica plaza comercial de la capital e impulsada por el Ayuntamiento como parte del proyecto que llevó a la ciudad a ser la Capital Mundial del Diseño en 2012. Enseguida te llamará la atención porque es un edificio de 11,5 metros de alto, hecho completamente de madera y rodeado de grandes pisos de vidrio y metal. La segunda capilla que debes visitar es la iglesia de piedra Temppeliaukio, uno de los rincones de Helsinki más frecuentado por los turistas por su espectacularidad. La iglesia, diseñada a finales de los años 60, está excavada en una roca y cuenta con una acústica excelente.
Para completar la ruta del diseño, puedes dejar de mirar edificios y entrar en tiendas. Para ello, visita el llamado Distrito del Diseño, donde vas a encontrar multitud de tiendas de prestigiosas firmas nacionales de ropa, muebles, vidrio o porcelanas.
Descubre el itinerario
- Alojamiento
- Helsinki
- Desayuno
- Helsinki
- Panorámica de Helsinki
- Desayuno y cena
- Estocolmo
- Barco Helsinki - Estocolmo
- Desayuno y cena
- Estocolmo
- Visita panorámica de Estocolmo
- Desayuno
- Estocolmo
- Desayuno, almuerzo y cena
- Hamar
- Desayuno, almuerzo y cena
- Hafslo
- Ferry Manheller-Fodnes.
- Desayuno y cena
- Bergen
- Crucero por el Fiordo de los Sueños
- Desayuno y cena
- Oslo
- Visita panorámica de Bergen
- Desayuno
- Oslo
- Visita panorámica de Oslo
- Desayuno
- Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
- Visita panorámica de Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
Conoce un poco más Escandinavia
La cocina escandinava está marcada por el duro clima de la zona. Como suele ser habitual en las zonas de mucho frío, se apuesta por guisos contundentes de carnes, pescado de alto contenido graso como el salmón o fabulosas sopas. Escandinavia está a la vanguardia de la cocina moderna, con restaurantes tan prestigiosos como el Noma, en Copenhague, pero también es sencillo encontrar menús con platos tradicionales que nos permitirán probar carnes: el alce, el reno o el oso, o incluso frailecillos, en las Islas Feroe. Tampoco podemos olvidar licores tradicionales, como el Brennivín, aguardiente islandés conocido como ‘la muerte negra’, o la cerveza, muy consumida en toda Escandinavia.
Es difícil abandonar Escandinavia sin traerse algún recuerdo en la maleta. Hay decenas de opciones: desde piezas de artesanía como la porcelana y la cerámica danesa hasta souvenirs clásicos como cascos vikingos, pasando por productos de alimentación como licores típicos, salmón ahumado, arenques en conserva, queso o alguna carne ‘diferente’ envasada al vacío.
Tampoco hay que olvidar los productos de diseño, tanto de ropa como de hogar, siempre a la vanguardia mundial, o los souvenirs de lana o de piel de reno o cabra. Además, teniendo en cuenta el clima frío de la zona, podremos encontrar excelentes equipamientos para senderismo, caza y esquí.
En Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre.
En Noruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Dinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembre.
En Finlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Islandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.).
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.