Escocia: Todo Escocia
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Empezarás tu aventura descubriendo Glasgow, un magnífico juego de contrastes entre historia e innovación. Es pasado, calles empedradas e iglesias góticas. Pero sobre todo es ciudad de artistas, de nuevas tendencias, de innovación y gente joven. Cuando recorras sus calles no te sorprenderá que Glasgow albergue la mayoría de las organizaciones artísticas de Escocia.
“Nessie es el apodo de una criatura legendaria que reside en el lago Ness”
Posteriormente, tu viaje transcurrirá en la cara norte de la Isla, concretamente en la preciosa Edimburgo. Descubrirás su curioso acento y su cálida hospitalidad mientras recorres la parte nueva y antigua de la urbe, ambas Patrimonio Histórico de la Humanidad. Más hacia el norte, en las Tierras Altas, caerás en el embrujo de preciosas montañas e inolvidables valles, donde la historia y la leyenda se funden en una atrayente combinación. El lago Ness con su monstruo Nessy, el Castillo y el puente Stirling o las apasionantes batallas William Wallace o Robert de Bruce, son solo algunos de los intrigantes episodios que vivirás en la recta final del viaje. ¡Prepárate para soñar!
Vive experiencias únicas
Hace tiempo que Glasgow dejó de ser la ciudad gris e industrial, la eterna ciudad segundona tras la bella Edimburgo. Glasgow es ahora una ciudad moderna, cosmopolita, creadora de tendencias y, sobre todo, el paraíso de culturetas y art-lovers. Y a la vista está: cuenta con más de 20 galerías de arte y museos de primer nivel, así como exhibiciones y colecciones temporales repartidas por toda la ciudad en un apretado calendario de festivales.
El Kelvingrove Art Gallery, por ejemplo, es el museo más visitado del país fuera de Londres. Su gran hall te impresionará, además de su sublime colección de arte, desde un área de arqueología hasta cuadros de Boticcelli, Ribera, Gauguin o Dalí. De este último encontrarás el Cristo de San Juan de la Cruz, la estrella de la pinacoteca. Por su parte, la Galería de Arte Moderno (GoMA) es tu lugar si prefieres cuadros de David Hockney o Andy Warhol. En sus colecciones se incluyen diversas piezas ganadoras de premios Turner. El Museo del Transporte tampoco te dejará indiferente. La famosa arquitecta Zaha Hadid construyó un edificio ecológico e inteligente, con una estética futurista que merece la pena ver. ¡Su exterior recuerda a un cardiograma! Y como colofón, la Escuela de Arte de la ciudad, donde encontrarás todo lo que “se cuece” ahora mismo en el mundillo. Deja que los mismos estudiantes te guíen y te descubran el precioso edificio art decó. Y en su interior, un montón de piezas, muebles y objetos de todo tipo, de diseño y a la vez funcionales, que se adelantaron a su tiempo. Como no podía ser de otra forma, muchas de estas piezas son de Charles Rennie Mackintosh, el arquitecto escocés más reconocido.
¡Y aún hay más! Glasgow es también capital de la música por la UNESCO y ofrece a diario conciertos y actuaciones en directo, ya sea en grandes edificaciones como el 02 Academy Glasgow, situado en un antiguo cine art decó, en cafeterías super trendy como Stereo o en locales más underground como King’s Tut.
Edimburgo es literatura en estado de puro. Aquí encuentras una concentración de historias de antaño, reales y leyendas, difícilmente comparable con otros lugares. No extraña que, en el año 2004, esta ciudad fuera la primera en apuntarse a la Red de Ciudades Creativas de la Unesco como Ciudad de la Literatura y, como tal, aquí encontrarás una selección de librerías increíbles que merecen mucho la pena visitar. Te proponemos dos. Situada en la zona de Grassmarket, Armchair Books es una de nuestras favoritas. Como si fuera un verdadero laberinto, esta librería está llena de enormes estanterías corridas, desde el suelo hasta el techo, donde perderse durante horas. Aquí encontrarás libros de segunda mano de casi cualquier temática, ¡pide lo que quieras! Por su parte, Old Town Bookshop tiene una colección de anticuario con volúmenes de hasta el siglo XVIII, unas joyas no al alcance de todo el mundo pero que sin duda merece la pena acercarse a ver.
Y para terminar este recorrido literario, nada mejor que un café y una tarta de chocolate en The Elephant House (21 George IV Bridge). No se trata solo de una bonita cafetería frente a un colegio, sino que aquí sentada y mirando por la ventana, J.K.Rowling se inspiró y escribió gran parte de las historias del famoso Harry Potter. Cuando lleguéis os entregarán un papel y un lápiz, por si os surge la inspiración. ¿Probamos?
Por el maravilloso viaje al pasado que supone, por su olor a papel de antaño, porque podrás investigar entre sus estanterías sin prisa y con calma, por la amabilidad de su personal siempre dispuesto a ayudarte o a recomendarte algún título. Si eres un ávido lector o tienes que hacer un regalo a alguien que lo es, estas librerías son, sin duda, tu sitio ideal.
Edimburgo es una ciudad pequeña y muy manejable. En este caso, las librerías que te proponemos están en el casco antiguo muy cerca del castillo de Edimburgo, por lo que te resultará muy fácil visitarlas como descanso de tu visita panorámica. A escasos minutos andando desde el castillo hacia el sur, llegarás a Armchair Books (72-74 West Port). Caminando hacia el este desde el castillo llegarás a Old Town Bookshop, en el número 8 de Victoria Street.
Prepárate a viajar en el tiempo y vivir una de las batallas más importantes para los escoceses. Se trata del tristemente famoso 16 de abril del 1746. En el campo de Culloden, a escasos kilómetros de Inverness, escoceses jacobitas e ingleses se dieron cita para librar la batalla decisiva tras años de tiranteces y desencuentros. Los clanes de las Tierras Altas, muchas veces enfrentados, unieron esta vez sus fuerzas y recursos para luchar contra los ingleses. En apenas una hora cayeron 1.500 hombres, de los cuales más de 1.000 eran jacobitas. La forma de vida de los clanes desapareció y gran parte de los elementos característicos también: el idioma, la indumentaria, su distribución de la tierra y del trabajo…
Tres siglos más tarde, puedes recorrer ese mismo campo de batalla, rehabilitado tal y como estaba entonces, con una audioguía que te irá detallando cómo se desarrolló todo durante el camino. Merece mucho la pena dedicar un par de horas al museo conmemorativo que se encuentra también allí y que cuenta con muchísimo material de la época como uniformes, armas, monedas y más. También documentación interactiva para entender qué fue lo que pasó y por qué fue tan decisivo para Escocia, qué papel jugó cada clan dentro del conflicto y las motivaciones de cada uno de ellos. Además podrás adentrarte directamente en la batalla a través de una película en 360º que te aseguramos que es absolutamente espectacular.
Por su increíble realismo. En tu paseo por el campo de batalla podrás ver dónde se situaron cada uno de los bandos, un pequeño cottage que se cree que sirvió de hospital de campaña y todavía sigue allí; los cairns, unas piedras redondas o triangulares que marcan dónde descansan cada uno de los clanes o el monumento recordatorio de la batalla. ¡Brújula al bolsillo!
Si has visto La vida privada de Sherlock Holmes (1970), Los Inmortales (1986), Lago Ness (1995), la inolvidable Braveheart (1995), El mundo nunca es suficiente (de 1999) o la serie Outlander, entre otras muchas producciones, seguro que te suena esta bella fortificación con más de siete siglos de historia.
En el noroeste escocés, el castillo de Eilean Donan se erige majestuoso en un pequeño islote del lago Duich, que comunica a su vez con el océano Atlántico a través del lago Alsh. Su aislamiento en aquella época fue fundamental y se convirtió en una de las fortificaciones más difíciles de asediar. De hecho la tradición dice que fue aquí donde el famoso Robert the Bruce se refugiaba de las invasiones de los ingleses, liderados por Eduardo I. La construcción se mantuvo inexpugnable hasta el año 1719 cuando las fragatas inglesas bombardearon de forma masiva hasta destruirla totalmente. Pero el romanticismo pudo más que todo eso y, entre 1912 y 1932, John MacRae-Gilstrap, un heredero del antiguo clan al que perteneció, decidió destinar todos los recursos necesarios para su restauración hasta devolverle toda su belleza y convertirlo en uno de los lugares más reconocidos del cine así como visitado por turistas de todo el mundo.
El castillo de Eilean Donan cuenta con su fantasma de rigor que ameniza siempre las visitas a los turistas. A principios del siglo XVIII los escoceses seguían enzarzados en sus enfrentamientos contra los ingleses. Una misión española se alojó en el castillo para apoyarlos, cuando los ingleses rodearon el castillo y lo bombardearon con sus fragatas, destruyéndolo por completo. Se dice que la mayoría de los habitantes que se encontraban en el interior del castillo saltaron al lago, intentando nadar fuera del alcance de los navíos ingleses. Todos menos uno, un capitán español que decidió quedarse en el castillo y que pereció entre sus muros. Dicen que hoy su espíritu aparece errante, sobre todo en la habitación que hacía antaño de tienda y hoy es la sala dedicada a explicar la historia del castillo. ¡Atento!
En las islas Hébridas interiores, la espectacular isla de Skye es un tesoro en sí mismo. Sus paisajes únicos y su ecosistema de cuento de hadas merecen que la recorras de punta a punta sin dejarte nada. Pero si el tiempo no da de sí, dirígete directamente al extremo nordeste, donde se encuentra la península de Trotternish. Aquí disfrutarás de dos de los paisajes más bellos de la zona.
Por un lado, el vertiginoso acantilado de Kilt Rock, que pondrá a prueba tu vértigo con más de 90 metros de altura sobre un mar salvaje y extenso. Se le denomina Kilt, igual que al estampado tradicional de las faldas escocesas, porque dicen que la composición de la montaña de basalto ofrece la visión óptica de cuadros grabados sobre la roca. Allí también se encuentran las cascadas Mealt, que escupen aguas con fuerza sobre una cara de los acantilados. Te encantará la atmósfera del lugar, realmente evocadora y sugerente, con un encanto indescriptible. El viento, bastante habitual, genera un silbido envolvente e hipnotizador cuya leyenda dice que son los lamentos de todos aquellos que han perecido en capítulos violentos en la isla. Si tienes suerte y das con un día claro, alcanzarás a ver desde allí la isla de Lewis. Termina la visita con un buen reconstituyente en las pintorescas poblaciones de Portree o Staffin. ¿Qué tal una copita de whisky Talisker? Se destila en la misma isla y sus notas yodadas te devolverán directamente a los mejores paisajes del mar escocés. ¡Bienvenido al bienvivir!
La isla de Skye tiene una importante herencia vikinga. De hecho, muchos de los nombres de la isla provienen de esas raíces, como por ejemplo Staffin, que en noruego clásico significa “pilar”. Los locales dicen que todavía no se han descubierto todos los tesoros que los vikingos escondieron por esos lares y que aún hoy es posible toparse con alguna moneda o abalorio perdido del siglo X. También tendrán un destino preferente los amantes de la paleontología, ya que en zona de acantilados puedes encontrar alguna huella de animales prehistóricos.
¿Has visto la película de Braveheart? Entonces seguro que recuerdas esa épica escena de la batalla entre las tropas gubernamentales y los aguerridos escoceses… Te proponemos que visites el lugar exacto donde aconteció ese capítulo tan importante de la historia de Escocia sobre el puente de Stirling o Stirling Bridge. Corría el 11 de septiembre de 1297 cuando las tropas escocesas de William Wallace y Andrew de Moray derrotaron contundentemente a los ingleses. Las tropas británicas eran mucho más numerosas y contaban con mejores medios. Sin embargo fueron abatidos estrepitosamente, lo que convirtió desde entonces a William Wallace en todo un héroe nacional. Y el puente de Stirling, como no podía ser de otra forma, es ahora parte de la simbología más querida de la cultura escocesa.
Por su parte, el castillo, a escasa distancia del puente y en lo más alto de la ciudad, te sorprenderá por sus enormes dimensiones. Construido en el siglo XII, por los muros de esta fortificación han pasado las más duras batallas y conflictos entre escoceses y británicos. Actualmente se pueden visitar varias zonas del castillo, aunque son posteriores, de los siglos XVI y XVII. El Palacio Real, la galería de las cabezas, la capilla real, el gran salón… Son un ejemplo exquisito de la arquitectura renacentista en la zona. Aprovecha para disfrutar de las vistas desde lo alto de la colina, con la torre victoriana que recuerda a Wallace al fondo, sobresaliendo entre la foresta. ¡Una delicia!
No te pierdas una visita a las cocinas del castillo donde hay una recreación muy real de cómo se desarrollaban en el medievo los banquetes de la corte. Podrás descubrir qué tipos de platos cocinaban, cómo y con qué artilugios los cocinaban, dónde elaboraban la cerveza, se horneaba el pan o se almacenaba el vino. ¡Todo un viaje culinario en el tiempo!
Descubre el itinerario
- Cena
- Edimburgo
- Desayuno
- Edimburgo
- Visita panorámica de Edimburgo
- Desayuno y cena
- Inverness
- Highland
- Desayuno, almuerzo y cena
- Highland
- Jardines de Inverewe
- Paseo en barco Lago Ness
- Castillo de Urquhart
- Desayuno y cena
- Fort William
- Desayuno y cena
- Stirling
- Glasgow
- Visita al Castillo de Stirling
- Visita panorámica de Glasgow
- Desayuno
- Edimburgo
- Desayuno
- Edimburgo
Conoce un poco más Escocia
La gastronomía escocesa es muy variada y basada en el producto local. El plato nacional es el Haggis, un plato de aspecto poco apetecible pero tremendamente sabroso.
Es una especie de puding que mezcla carne con gachas de avena, cebolla, sal y especias (también lo hay en versión vegetariana). Tradicionalmente se cocinaba en el estómago de una oveja, el truco ancestral para conservar la carne, pero actualmente se utiliza tripa sintética. Se sirve con una guarnición de purés de colinabo y patatas. Hay muchos más platos tradicionales, como la ternera y el cordero, el salmón ahumado, los guisos de patata, las salchichas, los fish and chips o la morcilla de avena.
Entre los dulces destacan las galletas de mantequilla, los caramelos, las mermeladas y las tartas de frutas. Y entre las bebidas, además de la gran variedad de tés, la ginebra, las cervezas y el popular refresco Irn-Bru, el whisky es el rey.
Una de las compras más habituales en Escocia es la ropa: mantas, bufandas o corbatas de tartán, impermeables Barbour, trajes, chaquetas y calcetines escoceses, jerséis de lana, etc.
Y, por supuesto, el kilt, la famosa falda escocesa, con la que es recomendable comprar también unos calcetines altos. Y si queremos completar del todo la vestimenta tradicional, se puede comprar una gaita.
La bisutería y otro tipo de recuerdos de tipo celta cada vez están más de moda. Sin olvidar los caramelos y bombones, las mermeladas, los tés, las galletas de mantequilla y, por descontado, el whisky.
• 1 de enero: Día de Año Nuevo
•2 de enero
•Viernes Santo
•4 de mayo: Early May Bank Holiday
•29 de mayo: Spring Bank Holiday
•7 de Agosto: Summer Bank Holiday
•30 de noviembre: Día de San Andrés
•25 de diciembre: Navidad
•26 de diciembre: Boxing Day
Los cajeros automáticos, llamados ATMs o Cash Machines, están en todo el país y casi todos aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard o Cirrus). En la pantalla de los cajeros aparecerán los logos de las distintas tarjetas que acepta cada uno. También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
El tiempo en Escocia es templado, variable y húmedo. En invierno, la temperatura media fluctúa entre los 2ºC y los 6ºC y en verano, entre 12ºC y 19ºC. Es decir, no es frecuente que haya épocas de temperaturas extremas, aunque siempre se pueden esperar días muy fríos en invierno, con temperaturas bajo cero, y días calurosos en verano, con termómetros por encima de los 20ºC. Y lluvia, siempre lluvia. No suele ser torrencial, sino más bien fina y pertinaz. Llueve todo el año, con un ligero aumento en diciembre, enero y julio, así que conviene no olvidar el paraguas o el impermeable, además de algún jersey y algo de ropa de entretiempo.