Finlandia: Escandinavia de Norte a Sur
- Duración
- 19 días
- Tipo de circuito
- Circuito
A menudo los viajes a Escandinavia olvidan el Círculo Polar Ártico, pero tú, amigo viajero, no te quieres perder ese mágico lugar en la latitud 66*33N donde el sol no se pone en verano y se esconde en invierno. Un lugar remoto donde la luz es más clara que en ningún otro sitio y donde los rebaños de renos te harán recordar que es Navidad todo el año. Serán 19 días intensos cruzando la región de norte a sur. Un viaje a Rovaniemi, la ciudad con forma de asta de reno donde vive Santa Claus. A la Laponia mágica donde aprenderás a diferenciar las tonalidades del color blanco. Cruzarás la frontera con Noruega para ir a la Isla Mageroya. Te acercarás al Cabo Norte para vivir la experiencia más impactante frente al sol de medianoche. O quizás lo que más te llame la atención sea la Isla de los Pájaros o las pinturas rupestres de Alta o encontrarte con los fiordos de Alta, Kvænan, Resta, Lyngen y Ulls. Eso si no contamos la sensación de navegar entre ballenas y de ir a las famosas Islas Lofoten, donde uno se maravilla de cómo se las ingenian los humanos para vivir en esas duras condiciones climáticas.
“No olvidarás el Fiordo del Troll, accediendo a él a través de una estrecha entrada de origen glaciar hasta llegar a la bahía cerrada por montañas”
¿Y qué me dices del Fiordo del Troll? Es uno de los parajes más espectaculares de Escandinavia, sobre todo si accedes a través de una estrecha entrada de origen glaciar hasta llegar a la bahía cerrada por montañas. En Troll, además, conocerás por qué mantienen las antiguas tradiciones pesqueras… En la Región de los Fiordos, no se olvida la sensación de bordear el lago Mjøsa, el más grande de Noruega, y la intensidad de los hermosos paisajes que cruzan el Valle de Gudbrandsdal. Alesund cuenta la tragedia de un incendio que cambió la fisonomía de la ciudad para siempre. Y los fiordos Storfjord y Geiranger nunca los vas a olvidar (pese a sus impronunciables nombres). Podrás contar qué se siente al caminar por el glaciar de Briksdal y por qué cuando miras hacia abajo el hielo es de un precioso azul turquesa. Sognefjord es el fiordo más largo y profundo del país. Bergen, la niña bonita de Noruega. En la marinera Stavanger hallarás el magnífico fiordo de Lyse y el espectacular Preikestolen o Púlpito, donde pondrás a prueba tu vértigo. Y de la naturaleza a la ciudad: Oslo te meterá en sus muesos y te desvelará su casco histórico. Estocolmo te prendará con su ciudad vieja. Y en Copenhague llegarás a la conclusión de que podrías quedarte a vivir en esas casas de estilo holandés, viendo cada día la aguja de cola de dragón de la antigua Borsen acariciando el cielo.
Vive experiencias únicas
Descubrieron América cinco siglos antes que Colón, exploraron buena parte del mundo y han pasado a la historia por sus incursiones y pillajes, que atemorizaron a buena parte de Europa. ¿Quieres saber más de los vikingos? Pues no te puedes perder el Vikingskipshuset, donde vas a ver las embarcaciones y los trineos donde viajaban, los utensilios domésticos y tejidos que utilizaban e incluso observarás el único carro conservado de la época vikinga. El curioso Museo Naval Vikingo, ubicado en la península de Bygdoy, presume de contar con tres auténticos barcos vikingos con más de mil años de antigüedad que se encontraron cerca del fiordo de Oslo.
Te sorprenderá saber que estos buques servían como mausoleo para los nobles, que eran enterrados con todo lo necesario para su ‘viaje’ al más allá: muebles, comida, joyas y hasta sirvientes... El más impresionante de todos es el Oseberg, de más de 22 metros de eslora y que necesitaba 30 remeros para poder moverse. ¿Te imaginas verlo llegar a un puerto con malas intenciones? ¡Qué miedo!
En la página web del Museo de Historia Cultural puedes descargarte las audioguías para hacer más completa tu visita al museo. También las tienen en español. No te preocupes por la conexión, porque el museo tiene WiFi gratuito.
¿Sabes por qué el Premio Nobel de la Paz se entrega en Oslo y no en Estocolmo, como los otros cinco? Nosotros tampoco. Porque se desconocen las razones que llevaron a Alfred Nobel, creador de los galardones, a dejar escrito en su testamento que se hiciera así. En ese momento, 1885, Noruega y Suecia aún estaban federadas en una unión que no se disolvería hasta 1905. Cuando ambos países se separaron, se respetó la decisión de Nobel, así que ahora cada 10 de diciembre, los Premios Nobel de la Paz se entregan en el ayuntamiento de la capital noruega. Y para conmemorarlo, desde 2005 Oslo cuenta con un interesante museo sobre el galardón. Busca a Barack Obama, la niña Malala, Rigoberta Menchú, Nelson Mandela, Martin Luther King o a la Madre Teresa de Calcuta.
Sus pensamientos se recuerdan en evocadores vídeos, artículos y hasta se escucha el famoso discurso de Luther King: “I have a dream”. No busques, eso sí, al mejor ejemplo de resistencia pacífica de la historia, Mahatma Gandhi, que nunca recibió este premio. Completa la experiencia en la planta Nobel, donde conocerás la historia del inventor de la dinamita que, arrepentido por el uso que se dio a su invento, decidió dedicar toda su fortuna a crear estos galardones. No te pierdas el libro interactivo situado en el podio de esta sala, sorpréndete en el jardín de luces de la sala The Nobel Field y, si viajas con niños, reserva media hora para la actividad Fred y Toca Loca. Se lo van a pasar en grande (y a aprender) con estos simpáticos animales…
Nunca estarás solo caminando por el parque Vigeland. Primero, porque es uno de los lugares más visitados de toda Noruega, así que será difícil que no te encuentres a nadie analizando los gestos de las esculturas. Y en segundo lugar, porque esta parte del Parque Frogner es un museo al aire libre donde más de 200 esculturas hechas en bronce, granito y forja te están esperando para contarte sus sentimientos. Así que ya sabes, afina el oído y agudiza la vista para escudriñar los expresivos gestos de las obras del famoso escultor noruego. Busca la más conocida de todas, la famosa figura del niño enojado (Sinnataggen) que está en el puente del parque. Seguro que ya has visto su cara enfadada en multitud de postales de Oslo, pero ¿a que en directo parece aún más cabreado? Suerte que no todas las esculturas tienen este humor…
Otro de los grandes puntos de interés es el Monolito, un gran bloque de granito de 17 metros de alto que contiene 121 figuras desnudas y entrelazadas como si quisieran formar un mismo ser. Y es que el Parque Vigeland es una reflexión sobre la vida, la muerte, el primer amor o la madurez. Así que escucha, siente y deja que el arte te explique, una vez más, el círculo de la vida.
Si quieres conocer más sobre Gustav Vigeland puedes visitar el Museo Vigeland, dentro del parque. El ayuntamiento de Oslo lo construyó como taller y hogar para el artista a cambio de buena parte de su obra (http://www.vigeland.museum.no/en)
Tendrás que caminar, pero desde el primer momento sabrás que merece la pena haberte puesto las zapatillas y haber iniciado el camino. Quizá te sientas pequeño en medio de la inmensidad de un glaciar como el de Briksdal o el de Nigardsbreen. No es para menos. ¡Estás adentrándote en el corazón de un glaciar de miles de años! Así que disfruta y no te pierdas ni un detalle. Te rodean lagos de aguas cristalinas, montañas llenas de nieve, cascadas espectaculares, bosques profundos y ríos de intenso caudal. En tu paseo, llegarás hasta la misma lengua del glaciar, que fluye valle abajo e incluso llega a cubrir los lagos, aunque como sucede en el resto del mundo, está en retroceso como consecuencia del calentamiento global.
Tanto el Glaciar de Briksdal como el de Nigardsbreen son, en realidad, brazos del Glaciar de Jostedal. Con una superficie de 487 kilómetros cuadrados, el Jostedalsbreen es el casquete polar más grande de la Europa continental. De hecho, en algunos puntos alcanza los 400 metros de grosor. Para protegerlo, el gobierno noruego lo convirtió en parque nacional en 1993 y amplió su extensión cinco años después hasta ocupar más de 1.300 kilómetros cuadrados. Y no descartes que aumenten las medidas de protección. ¿A que merece la pena?
Caminar por los glaciares de Briksdal o Nigardsbreen es una experiencia al alcance de casi todo el mundo. No hace falta que tengas una forma física excelente, basta con que puedas caminar tranquilamente durante unas horas. Eso sí, ponte calzado cómodo –algo básico para que te puedas manejar bien en el recorrido-, haz caso a todo lo que indique tu guía y respeta el entorno.
Dicen que Bergen es la ciudad más bonita de toda Noruega. Y no solo lo aseguran sus orgullosos habitantes, sino que es una afirmación común en todo el país. En un primer vistazo, es probable que entiendas las razones. Bergen está localizada en un enclave fabuloso, rodeada de siete colinas y siete fiordos. Cuando te adentres en sus calles, seguro que ya piensas igual que la mayoría de los noruegos. Pese a ser la segunda ciudad más grande de todo el país, Bergen aún conserva un casco histórico precioso, en el que destaca el barrio de casas de madera y el puerto antiguo de Bryggen, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es la herencia que dejó la etapa de más progreso en la ciudad, bajo el dominio de la Liga Hanseática, cuando era la principal localidad del país gracias a su dominio del comercio.
Para acabar de enamorarte de Bergen, ya sólo te falta pasear por sus calles. Es una gran ciudad pero tiene todo el encanto de los pueblos y, además, una intensa actividad, gracias en parte a la animada vida estudiantil -se calcula que en torno al 10% de sus habitantes son universitarios-. Seguro que, a estas alturas, Bergen ya te ha conquistado, aunque parafraseando a la película Jerry Maguire, ya te tenía con el hola.
Además de su zona monumental, no te puedes perder el bullicioso mercado de pescado, donde podrás probar alguno de los productos típicos de la zona. No todo en Bergen va a ser ideal: el tiempo no es ninguna maravilla y llueve como mínimo 275 días al año, así que conviene que tengas un paraguas o un chubasquero a mano.
¿Qué te parece volver a la niñez? Coge boli y papel y escribe una carta con tus peticiones para Santa Claus, porque se la vas a poder entregar en la mano. Es la ventaja de estar en Rovaniemi, donde la Navidad se extiende 365 días al año. Cuando no está repartiendo regalos Santa Claus reside en su ciudad natal, así que vas a poder visitarlo en su oficina. La primera sorpresa, antes de verlo, te la llevarás cuando veas la imponente gruta donde un enorme mecanismo de relojería reduce la velocidad de rotación de la tierra para que Papá Noel tenga tiempo suficiente para distribuir todos los regalos en una sola noche.
Desde 1985 Santa Claus tiene esta residencia en Rovaniemi, lugar donde nació, porque su casa original está en la misteriosa montaña lapona de Korvatunturi aunque solo unos pocos conocen la ubicación exacta. Y después de saludar a Santa Claus ¿qué te parece hacer partícipe a los tuyos de esta experiencia? Entra en la oficina de correos -que recibe cada año más de medio millón de cartas de niños de todo el mundo- y envía desde allí una postal con un sello oficial de Papá Noel que llegará, si lo pides, en Navidad. ¡Menuda sorpresa para tus seres queridos!
Guarda la cámara cuando te encuentres con Santa Claus. Hacerse fotos con él está prohibido… salvo que te rasques el bolsillo: la organización se encarga de las imágenes y las cobras a precio de oro.
¿Quieres ver cómo cuidan y alimentan los samis a sus renos? ¿Te apetece llevarte un recuerdo de artesanía lapona? ¿Quieres saber más sobre esta cultura milenaria? Pues estás en el lugar ideal porque el Sápmi Park te va a explicar de forma didáctica y cautivadora la historia y las costumbres de este pueblo que lleva siglos habitando el Ártico. Este parque temático está situado, como no podía ser otra forma, en Karasjok, considerada como la gran capital sami –de hecho, el parlamento está allí, más del 90% de sus 3.000 habitantes habla sami y alrededor de 60.000 renos pastorean en la zona durante el otoño y el invierno-.
La experiencia del Sápmi Park arranca de forma impactante: una espectacular introducción multimedia te recibirá en el ‘Teatro Mágico’ -también está en español-. Seguidamente prepárate para recorrer campamentos sami de verano y de invierno, contemplar exhibiciones con renos (alimentación, cuidados, arte de lanzamiento de lazo...) y ver en directo cómo se crea la artesanía sami -y comprar alguna pieza, si quieres-. Y para rematar la visita, si se te ha abierto el apetito el restaurante ofrece platos típicos de la cultura sami. ¿Te apetece un poco de carne de reno o un buen pescado fresco?
En cuanto llegues a Cabo Norte sentirás que el lugar tiene magia. Seguro que entiendes que los samis hicieran aquí sacrificios sagrados porque creían que este enclave contaba con poderes especiales. Estás en el punto más septentrional de la Europa continental porque no hay tierra firme entre tú y el Polo Norte -salvo las islas de Svalbard-. Además vas a poder disfrutar de unas vistas excepcionales. Si el tiempo acompaña, y eso pasa casi siempre, mira hacia abajo -es decir, hacia un acantilado de más de 300 metros- y contempla cómo se acerca la bruma. Es un espectáculo.
Además, de mediados de mayo a finales de julio, el sol nunca se pone en este lugar más cercano al Polo Norte que a Oslo, así que aunque lo visites de madrugada conviene que no te olvides las gafas de sol. Y si viajas a Escandinavia en otoño o invierno, aunque el sol sí se ponga, disfrutarás igualmente de una luz tremendamente especial.
Aunque Cabo Norte presuma de ser el punto más septentrional de la Europa continental, no es cierto. Este ‘honor’ le corresponde a Kniveskjelodden, que está 1.500 metros más al norte. Si quieres ser ‘purista’ prepárate para caminar 9 kilómetros de ida y 9 de vuelta durante unas cinco o seis horas para llegar a un lugar bastante menos espectacular.
Descubre el itinerario
- Cena.
- Rovaniemi
- Desayuno. Cena.
- Karasjok
- Karasjok
- Parque Temático Sapmi
- Casa de Papá Noel
- Desayuno. Cena.
- Nordkapp Kommune
- Ártico Ice Bar
- Plataforma Cabo Norte
- Desayuno. Cena.
- Alta
- Alta
- Desayuno. Cena.
- Tromso
- Panorámica de Tromso
- Desayuno.
- Sortland
- Desayuno. Cena.
- Sortland
- Desayuno
- Oslo
- Desayuno. Cena.
- Aalesund
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Geiranger
- Skei
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Bergen
- Subida en funicular a la colina Floyfjellet
- Panorámica de Bergen
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Stavanger
- Desayuno. Cena.
- Stavanger
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Oslo
- Visita panorámica de Oslo
- Desayuno. Cena.
- Karlstad
- Estocolmo
- Desayuno. Almuerzo.
- Estocolmo
- Visita panorámica de Estocolmo
- Desayuno.
- Copenhague
- Desayuno.
- Copenhague
- Visita panorámica de Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
Conoce un poco más Escandinavia
La cocina escandinava está marcada por el duro clima de la zona. Como suele ser habitual en las zonas de mucho frío, se apuesta por guisos contundentes de carnes, pescado de alto contenido graso como el salmón o fabulosas sopas. Escandinavia está a la vanguardia de la cocina moderna, con restaurantes tan prestigiosos como el Noma, en Copenhague, pero también es sencillo encontrar menús con platos tradicionales que nos permitirán probar carnes: el alce, el reno o el oso, o incluso frailecillos, en las Islas Feroe. Tampoco podemos olvidar licores tradicionales, como el Brennivín, aguardiente islandés conocido como ‘la muerte negra’, o la cerveza, muy consumida en toda Escandinavia.
Es difícil abandonar Escandinavia sin traerse algún recuerdo en la maleta. Hay decenas de opciones: desde piezas de artesanía como la porcelana y la cerámica danesa hasta souvenirs clásicos como cascos vikingos, pasando por productos de alimentación como licores típicos, salmón ahumado, arenques en conserva, queso o alguna carne ‘diferente’ envasada al vacío.
Tampoco hay que olvidar los productos de diseño, tanto de ropa como de hogar, siempre a la vanguardia mundial, o los souvenirs de lana o de piel de reno o cabra. Además, teniendo en cuenta el clima frío de la zona, podremos encontrar excelentes equipamientos para senderismo, caza y esquí.
En Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre.
En Noruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Dinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembre.
En Finlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Islandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.).
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.