Francia: Normandía y Bretaña
Déjate seducir por el atractivo de la Bretaña francesa
Explorar circuitoFrancia: Normandía y Bretaña
- Duración
- 7 días
- Tipo de circuito
- Circuito
París te dirá hola y también será la que se despida de ti. Pero durante ambos días tendrás tiempo de recorrer sus calles, admirar su distinción y elegancia y visitar algún monumento como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o el museo del Louvre. Aunque París es una maravilla digna de tú atención, ésta no será la protagonista de este viaje. Partirás por la mañana del día siguiente a la región del Loira donde recorrerás Nantes, la única ciudad de dicha región que está incluida en el circuito. Aquí tendrás la oportunidad de descubrir los rincones de la urbe a través de una visita panorámica. Al día siguiente irás a por la conquista de la región bretona visitando la primera ciudad, Vannes, que en bretón significa ‘La Blanca’. Esta ciudad es un auténtico escenario de la Edad Media y su arquitectura habla por sí sola.
“Con aires atlánticos, Bretaña, en el norte de Francia, presume de tener paisajes increíbles, de postal. Sus influencias celtas hacen que esta zona francesas tenga un halo encantador que no tienen otras. Se caracteriza por poseer pueblecitos pintorescos, gastronomía exquisita y naturaleza tranquila y bella”
De Vannes, comenzarás a dar pequeños saltos por esta región, por diferentes pueblecitos pintorescos típicos de la zona como Concarneau, Quimper, Dinan o Saint-Malo, cualquiera de ellos te va a enamorar. Concarneau se caracteriza por su muralla y casco antiguo donde la piedra es el elemento principal. Quimper toma el relevo y te muestra lo mejor de su localidad. Su casco antiguo te hará volver al pasado, ya que se conserva intacto como se construyó en la Edad Media. Atravesado por el río Rance, aparece Dinan, una pequeña localidad la cual posee casi tres kilómetros de murallas. Aún queda mucho para terminar este viaje y tal vez lo mejor esté por llegar. Saint-Malo será el próximo pueblo que conozcas y no te defraudará. Pasear por sus calles y por el camino de ronda te hará pensar en las batallas que sus murallas tuvieron que aguantar. Como guinda a todo este recorrido conocerás la famosa playa que fue escenario del conocido Desembarco de Normandía en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial. Pondrás fin, como te comentamos en París, donde te despedirás a lo grande.
Vive experiencias únicas
Has visto tantas veces la Torre Eiffel que si cierras las ojos serías capaz de dibujarla a mano alzada. Por eso, no basta con que te acerques y fotografíes su escarpada silueta de hierro forjado. Tienes que descubrir qué se siente al acceder al mirador de esta icónica construcción, diseñada para la Exposición Universal de 1889. Sus dimensiones y la majestuosidad de su mastodóntica estructura te sorprenderán.
La torre posee 300 metros de altura y se divide en tres niveles, si te atreves a subir andando, cada uno de los peldaños merecerá la pena. El primer nivel que te encontrarás está a 57 metros de altura. En él podrás tomar un tentempié en un restaurante, comprar un souvenir en una tiendas de recuerdos, ver una exposición fotográfica e, incluso, ¡enviar una postal desde una oficina de correos! El segundo nivel se encuentra a 115 metros del nivel del suelo. Desde aquí, podrás hacer unas instantáneas espectaculares de París y distinguir el Louvre, el templo de Notre-Dame y el Arco del Triunfo como protagonistas. Para acceder a la tercera planta, ya a 276 metros de altitud, tendrás que dejar las escaleras y tomar obligatoriamente el ascensor. ¡Prepárate para disfrutar de las mejores panorámicas de Paris!
¿Algo que celebrar? Si viajas a la ciudad del amor y tienes algo que comunicar a tu pareja, el Bar à Champagne es el escenario perfecto, con las vistas perfectas para un momento perfecto.
La construcción de la Torre Eiffel se realizó en 2 años, 2 meses y 5 días. Cada siete años se pinta y usan más de 40 toneladas de pintura. ¿Sabías que en verano, por el efecto dilatador del calor, puede llegar a medir 18 centímetros más?
Si hay una imagen que guardarás en la retina durante tu viaje por la Bretaña francesa es la imponente abadía renacentista levantada sobre el Mont Saint Michel. Un largo camino de coches te llevará hasta la abadía que aparece rodeada de agua con la marea alta; solo con un pequeña carretera de acceso que la conecta a tierra firme.
Pero, ¿qué pasa cuando baja la marea ? Que las ovejas aprovechan para pastar. Y como las hierbas crecen sobre salado la leche de estas ovejas tiene un sabor especial (y claro, el queso que se elabora con ella). La experiencia de sacar el rebaño con uno de los últimos pastores dedicados a esta tarea en el Mont Saint Michel es un privilegio.
Esta es una buena experiencia para ir con niños que podrán acariciar las ovejas, caminar y correr por las tierras de la marea baja sin peligro.
Si hay algo que gusta a los bretones, además del mar y la comida, es la música.
En el top están el festival Intercelta de Lorient, el Vieilles Charrues de Carhaix, los Filets Bleus de Concarneau y, cómo no, el Festival de Cornualles en Quimper, la cita más importante del folklore bretón. ¡Más de 90 años desde la primera edición! El festival se celebra en julio y convierte Quimper y, sobre todo, su casco antiguo, en una fiesta durante una semana entera.
Los bretones muestran orgullosos su traje tradicional y los grupos folklóricos danzan al ritmo de antiguas músicas, además de exposiciones, conciertos de música moderna y numerosas actividades paralelas llenan el programa de actos.
¿Te imaginas navegando como un corsario por la bahía de St Maló? Pues es posible porque hay muchos barcos de época al alcance de los viajeros. ¡Izad las velas que zarpamos!
Llegarás a las islas Chausey, a Bréhat, Guernsey o a las islas de Jersey, por algo estás en la cuna de los grandes corsarios. Aunque si eres de los que se marean nada más poner un pie en la escalerilla del barco, no te preocupes porque pueden ver la nave-museo Étoile du Roy, un réplica del siglo XVIII amarrada en el puerto.
Ni te lo pienses y visita con ellos la ‘Estrella del Rey’, de 47 metros de eslora y tres mástiles.
¿Cuánto hace, viajero, que no ves revolotear libremente una mariposa? ¿Te gustaría hacer una foto de cerca a una mariposa posada en una flor? Entonces, saca tu cámara y entra en el Jardin aux Papillons de Vannes. Si puede ser, escoge un día claro y soleado.
Descubrirán un Jardín de las Mariposas con un clima tropical donde la temperatura oscila entre los 20 y los 28ºC y la humedad es superior al 80%. Este jardín, formado por cientos de plantas y flores tropicales, es el ambiente ideal para que las mariposas vuelen libres. Tendrás que fijarte con mucha atención ya que las mariposas tropicales saben camuflarse bien para protegerse de sus depredadores. Tal vez tengas la oportunidad de ver cómo se abren las crisálidas. Cada semana nacen ¡más de 400 mariposas! Los viajeros que lo han visto saben que es un momento mágico.
Si eres un viajero al que no le guste pasar calor o te agobia la humedad, no hay problema, no dejes de visitar el Jardin aux Papillons ya que en la tienda tienen un enfriador donde puedes refrescarte tantas veces como quieras antes de regresar al jardín.
París no es solamente una gran urbe con edificios imponentes, grandes monumentos, catedrales que cortan la respiración o cafeterías en las que deleitarse con un buen café. París también es una ciudad verde que se puede disfrutar al aire libre en uno de los múltiples parques que el viajero encontrará repartidos por toda la ciudad, desde el centro histórico a barrios de la periferia.
Apunta, viajero, y prepara la ruta que más te guste: el Jardín de Luxemburgo (cerca del Barrio Latino), el parque Buttes Chaumont (en el noreste de la ciudad), el parque de Bagatelle (en el corazón del bosque de Bolonia), el parque Montsouris (cerca de la Ciudad Universitaria) o el Jardín Botánico son solo algunos lugares en los que pasarse a descansar después de una jornada intensa en París. ¡Respirarás aire fresco!
Los parques de París no son todos històricos ni están ubicados en los terrenos de antiguos palacios señoriales. Uno de los más originales se encuentra en el Distrito 12, en la rue de Lyon, y está instalado sobre una antigua vía ferroviaria. Se trata de un paseo arbolado que, en algunas partes del recorrido, está interrumpido por túneles y jardines.
Descubre el itinerario
- Alojamiento
- París
- Desayuno y almuerzo
- Nantes
- Vannes
- Visita panorámica de Nantes
- Desayuno y cena
- Concarneau
- Quimper
- Desayuno y cena
- Locronan
- Pleyben
- Dinan
- Saint Martin
- Desayuno y almuerzo
- Arromanches-Les-Bains
- Calvados
- Visita de la abadía de Saint Michel, entrada incluida, con guía acompañante
- Cementerio Americano de Normandía
- Museo del Desembarco de Arromanches
- Desayuno
- Honfleur
- Rouen
- París
- Visita panorámica de Rouen
- Desayuno
- París
Conoce un poco más de Francia
¡Viajar a Francia es disfrutar con los cinco sentidos! Una de las mejores formas de conocer el país es hacerlo a través de su deliciosa gastronomía, salpicada de sabores y texturas únicas que te harán vivir un auténtico viaje gourmet. Famoso por sus vinos, quesos, foie gras, trufas, mariscos y pasteles, entre otras delicias culinarias, todo comienza en Francia con un delicioso desayuno donde el tradicional croissant acompañado de una taza de café recién preparado son los protagonistas.
La variada cocina francesa se basa en una excelente materia prima, en el “buen saber hacer” francés y en un importante pasado histórico y cultural que ha influido de manera significativa en su manera de hacer y entender la cocina. ¡Y es que en Francia la gastronomía es todo un arte! Todo regado con los excelentes caldos, vinos, licores y champanes Denominación de Origen y que se encuentran entre los mejores del mundo. Considerada una de las gastronomías más deliciosas, sorprendentes y exquisitas del planeta, sus propuestas culinarias han sido reconocidas por el prestigioso organismo de la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. ¡Buen provecho!
Recuerda que la gastronomía ocupa un lugar destacado en las tradiciones de cada región francesa, razón por la que encontrarás en cada zona deliciosos platos típicos locales donde se mezcla la cocina milenaria transmitida de generación en generación con sorprendentes propuestas de la conocida como “nouvelle cuisine”. Y en grandes ciudades como París, no te pierdas las rutas gastronómicas tematizadas que te permitirán, por ejemplo, entrar en las cocinas de grandes chefs, asistir a elegantes restaurantes con Estrella Michelín, o participar en clases de cocina o a catas de vino y otros caldos.
Si existe un paraíso en el mundo para disfrutar de largas jornadas de compras, éste es Francia. Un auténtico destino de moda y creación donde se pueden adquirir desde valiosas antigüedades y obras de arte, a productos tradicionales, de diseño y tendencia.
Famosos en todo el mundo por su amplia gama de productos gastronómicos con Denominación de Origen propia, de la más alta calidad. Sus caldos, vinos y champagne son igualmente célebres e invitan a ser saboreados sin prisas. Pero Francia es también el país de la marroquinería, la joyería, además de uno de los epicentros mundiales del perfume.
La privilegiada zona de La Provenza francesa produce gran parte de los perfumes que comercializan grandes firmas mundiales. Aprovecha tu viaje a Francia para descubrir la exquisita elegancia francesa plasmada en sus marcas locales de referencia. Además de sus tiendas tradicionales, encantadoras boutiques presentadas siempre con el particular buen gusto francés y magníficos centros comerciales, el país cuenta con bulliciosos mercados llenos de vida y color donde podrás encontrar auténticos objetos de culto.
• 1 de Enero
• 1 de Mayo
• 8 de Mayo
• Lunes de Pascua. En marzo o abril
• 14 julio
•15 de agosto
•1 noviembre
•11 noviembre
•25 de diciembre
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.
El horario francés es el mismo que en de la España peninsular y Baleares. El cambio al horario de verano tiene lugar el último domingo de marzo a las 2:00 horas, cuando las agujas del reloj avanzan una hora. El cambio al horario de invierno tiene lugar el último domingo de octubre. Es en esta fecha cuando se retrasa una hora el reloj.