Inglaterra: Londres e Inglaterra
- Duración
- 9 días
- Tipo de circuito
- Circuito
No hay mejor manera de empezar este gran viaje que conociendo la grandiosa Londres, una ciudad que nunca duerme, donde los contrastes vertiginosos la hacen más interesante aún. Su elegancia, modernidad, cultura y movimiento continuo son los causantes de que esta ciudad sea una visita más que obligada. Disfrutarás de 3 días en la capital de UK en la que a través de visitas guiadas y tiempo libre conocerás el Big Ben, Trafalgar Square, el Palacio de Buckingham, el auditorio Royal Albert Hall y el Museo Británico que esconde las joyas de la Corona Británica. Después de haber recorrido esta ciudad haremos las maletas para explorar el resto del país. La ciudad que alberga la universidad más prestigiosa de la Unión Europea será tu próxima visita, Cambridge. York, al norte de la región de Inglaterra, será la próxima parada. Prepara la cámara porque su casco antiguo y murallas merecen la pena.
“Darwin, Newton, Shakespeare, Lennon, multitud de personajes célebres nacieron en las ciudades que tú, en este viaje, vas a visitar. Y es que Inglaterra ha sido cuna de muchos personajes ilustres y eso marca a cualquier país, haciendo de éste un destino más interesante aún si cabe”
El viaje continúa hacia Liverpool una ciudad que fue industrial durante muchos años pero actualmente posee mucho encanto. Sin embargo, esta urbe no será lo primero que visitarás. Te espera una gran sorpresa porque te adentrarás en la región de Gales. En concreto recorrerás Conwy, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco ya que es un pueblecito con mucho encanto amurallado, con un castillo del siglo XIII, los ingredientes perfectos para que este pueblo sea un reclamo. Volviendo a Inglaterra, Bristol va a ser una de tus paradas. Esta ciudad es increíble. Es la ciudad del grafitero Banksy, donde la vida alternativa, los mercadillos callejeros y los restaurantes de moda son sus principales atractivos.
Vive experiencias únicas
Baila bachata caribeña en un carnaval agostizo, llénate del color de la cultura india, conoce las costumbres de Turquía, celebra el Año Nuevo chino o tíñete de verde para honrar al patrón de Irlanda. ¿Has dado la vuelta al mundo? Sí, claro, pero sin moverte de Londres.
La capital del Reino Unido es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo y te va a permitir conocer mil culturas sin moverte de sus calles. Afina el paladar para probar manjares de todo el mundo y, si te gusta la fiesta, prepárate para encontrarlas de todo tipo y condición. ¿Quién te iba decir que ibas a estar de carnaval en pleno agosto? Pues en Londres en posible, porque Notting Hill, antiguamente una zona degradada y que ahora es de lo más chic, acoge desde 1959 un carnaval al estilo tropical que convierte al barrio en un consulado de Trinidad y Tobago. Y si resulta que viajas a Londres en octubre, también tienes otro carnaval, pero esta vez de los nigerianos. ¿Vas en julio? Pues prepárate para conocer la cultura turca en el Turkish Fest. Y si te quedas un poco más, 100.000 personas y tú os empaparéis de las tradiciones indias. Aguanta hasta principios de año, cuando los chinos celebran su año nuevo y no te pierdas Londres teñido de verde el 17 de marzo en honor de San Patricio. Ya queda menos para la siguiente fiesta… ¿Te apuntas?
El Carnaval de Notting Hill tiene una fecha curiosa: se celebra el último domingo de agosto para los niños y el lunes siguiente para los adultos. El motivo hay que buscarlo en sus orígenes, que no están vinculados a la tradicional fiesta pagana. Ese mes de 1958 hubo graves incidentes raciales en el barrio, que por aquel entonces era un suburbio muy degradado con muchos inmigrantes de origen caribeño. Así que al año siguiente, para recordarlos en forma positiva, se organizó un carnaval como el que se celebra en Trinidad y Tobago. La cosa cuajó y en 1964 se instauró oficialmente para ir ganando adeptos al tiempo que el barrio se volvía exclusivo y caro. Así que el carnaval cambió para siempre a Notting Hill, ¿no te parece?
Alternativo, extravagante y cosmopolita. Así es Camden Town que, mucho más que un mercado, es una pequeña y alternativa ciudad, repleta de numerosas tiendas y mercadillos donde encontrar los detalles más curiosos. Cada puesto y cada tienda dispone de sus propias argucias para invitarte a pasear entre su mercancía: gogós, Dj, carteles luminosos y música a todo volumen se repiten cada pocos metros. Si te gustan las compras, este es tu sitio.
La imagen de Camden no está completa sin los músicos callejeros, los conciertos en vivo y las jam sessions que ponen la nota musical incluso en los días grises. ¿Tienes hambre? Bienvenido al paraíso de la street food. En esta parte de la ciudad, los viajeros foodies podrán elegir entre una amplia variedad de puestecillos móviles y fijos especializados en platos gastronómicos de diferentes países. Y si eres adicto a la cerveza, en Camden podrás disfrutar incluso de su propio sello “Camden Town Brewery”, en los bajos de las vías de la estación Kentish Town West. Cheers!
Camden Town fue en su día el barrio bohemio, cuna de importantes literatos como Charles Dickens, George Orwell o Mary Shelly.
Imagínate emprender un viaje a la Luna. Eso es lo que debían sentir los marineros que zarpaban en el siglo XVII desde el Albert Dock hacia ese continente desconocido que eran las Américas.
Visitar este precioso muelle es como viajar al pasado. Construido en 1846, aquí era donde desembarcaban los cargueros y se almacenaba el té, la seda, el algodón, el marfil, el tabaco o el azúcar que llegaba a Inglaterra desde distintas partes del Imperio Británico. Todos esos almacenes son hoy una genial selección de museos y galerías, tiendas, restaurantes y cafeterías, apartamentos de lujo y hoteles. De hecho ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Allí también se encuentra The Beatles Story, la exposición permanente más grande del mundo sobre la banda de Liverpool, el Museo Internacional de la Esclavitud, el Museo Marítimo de Merseyside y la Tate Liverpool. Se trata, sin duda, de una de las mejores zonas para disfrutar de la ciudad.
¿Sabías que el Albert Dock fue el primer muelle que se construyó sin usar madera? Esto lo convirtió en uno de los más seguros de la época al evitar el riesgo de incendios, que entonces eran muchos.
Para reponer fuerzas es siempre fundamental que visites el What's cooking?, una atmósfera muy acogedora y cocina para todos los gustos desde carnes a la brasa, hamburguesas o ensaladas. También te recomendamos el Rubens Coffe Shop ya que presenta una variedad de bollos dulces y salados deliciosos.
Bienvenido a un viaje sin igual en el tiempo, al siglo XVI, con el hogar del mismísimo Shakespeare como destino final. William Shakespeare es, junto con el español Miguel Cervantes, el escritor más famoso de todos los tiempos. Por eso, descubrir cómo vivía, cuál fue su historia y sus anhelos bien merece una visita.
En Shakespeare’s Birthplace, la casa donde nació y vivió su infancia, descubrirás sus primeros contactos con la literatura, cómo empezó como dramaturgo hasta convertirse en el autor de grandes clásicos como Hamlet, Romeo y Julieta o Macbeth. No te será difícil imaginar cómo el joven escritor soñaba con ir a Londres a probar suerte como actor mientras se calentaba junto al fuego o veía a su padre trabajar en su taller donde confeccionaba guantes. Y lo mejor, en esta casa-museo podrás disfrutar de sus obras, ya que son recitadas por actores vestidos de época en las distintas estancias de la casa. Ser o no ser: esa es la cuestión...
La entrada a Shakespeare’s Birthplace incluye el acceso a Shakespeare's New Place (una exposición centrada en su obra y persona), a Hall's Croft (lugar donde vivió su hija), a Anne Hathaway's Cottage (la casa de la esposa de Shakespeare) y Mary Arden's Farm (la granja donde vivió su madre). No habrá secreto del escritor que se te resista.
Visitar la casa de Shakespeare es una manera estupenda y amena de empaparte de literatura y entender más al autor y el significado de sus obras. Se trata de un plan genial, además, si vas con niños y adentrarles en la figura de Shakespeare: la casa parece salida de un cuento de los hermanos Grimm, los actores vestidos de época seguro que les hacen gracia y, además, el museo cuenta con una serie de pistas repartidas por el edificio para que la experiencia sea todavía más divertida.
Aviso a los enamorados del Señor Darcy. Sin duda este es vuestro plan. La escritora inglesa Jane Austen es la local más célebre de esta antigua ciudad-balneario. En Bath se inspiró para escribir varias de sus obras, aunque es sabido que esta ciudad no era precisamente su favorita. Dicen que cuando su padre le comunicó que iban a mudarse a Bath, ella se desmayó. Aun así sus habitantes no le guardan rencor y, de hecho, le han construido un museo que merece mucho la pena visitar, el Jane Austen Centre.
En su exposición permanente podrás descubrir todos los pormenores de su vida, de sus obras y de la sociedad en la que le tocó vivir. Encontrarás muebles de la época y muchos de los trajes que se han utilizado en las obras de teatro y películas que han adaptado su obra. Y como divertido colofón: su tienda de originales souvenirs que juran amor eterno al Señor Darcy. Por cierto, ¿sabías que la película “El diario de Bridget Jones” está considerada la adaptación moderna de la novela “Orgullo y Prejuicio”?
Como curiosidad, el museo cuenta hasta con una figura de cera de la propia Austen que tardaron dos años en hacer y en la que colaboraron un reconocido escultor, un artista con entrenamiento forense del FBI y un diseñador de moda con un premio Emmy y un Bafta.
Y como de libros va el plan, no podemos dejar de proponerte que, tras tu visita por el Jane Austen Centre, situado en el centro de la parte georgiana de la ciudad, te pases por la carismática librería George Bayntun (23 Manvers St.). Estamos seguros de que hubiera sido una de las favoritas de Jane. Cuenta con primeras ediciones de clásicos de la literatura inglesa que vale la pena al menos deleitarse viéndolos. En la segunda planta tienen las ediciones asequibles y, ¡oh, sorpresa!, un taller de encuadernación victoriana que data de 1894 y que mantiene las mismas técnicas de trabajo de antaño. ¡No te lo pierdas!
¿Te has preguntado cómo se empezaron a gestar los enormes transatlánticos? Imagínate en pleno siglo XIX en el ajetreo de la revolución industrial. Es entonces cuando el ingeniero Isambard Kingdom Brunel presenta un barco inigualable hasta entonces. Nadie había diseñado una nave tan grande, hecha completamente de hierro y con el motor de vapor más potente hasta el momento. “¡El mayor experimento desde la Creación!” se llegó a decir.
Se trata del SS Great Britain, una de esas innovaciones de las que los ingleses se sienten más orgullosos y que hoy puedes visitar en el puerto de Bristol. Su final como embarcación no fue de cuento de hadas. Fue retirado a las islas Malvinas para usarse como almacén de carbón y después ser abandonado. Pero hubo románticos que decidieron devolverlo a su lugar de origen para que, convertido en un museo, brillara en todo su esplendor. No dejes de adentrarte en sus camarotes y salas de máquinas y descubrir así por qué marcó un antes y un después en las embarcaciones de su época. ¡Te aseguramos que es una visita que te va a sorprender!
Si te apetece visitar el buque con la lección aprendida no dejes de echar un vistazo al corto de animación “The Incredible Journey”, producido por la Universidad del Oeste de Inglaterra y que relata cómo se llevaron a cabo los trabajos para “repatriarlo” a casa desde las Malvinas en 1970.
Descubre el itinerario
- Cena
- Londres
- Desayuno
- Londres
- Visita panorámica de Londres
- Desayuno
- Londres
- Desayuno, almuerzo y cena
- Cambridge
- Yorkshire
- Visita panorámica de Cambridge con guía local.
- Desayuno
- Liverpool
- Visita panorámica de la ciudad de York
- Visita panorámica de Liverpool
- Desayuno
- Chester
- Liverpool
- Visita panorámica de Chester con guía local.
- Desayuno y cena
- Stratford Upon Avon
- Bristol
- Desayuno y cena
- Bath
- Stonehenge
- Londres
- Stonehenge
- Desayuno
- Londres
Conoce un poco más de Inglaterra
La gastronomía inglesa se caracteriza por la diversidad, ya que, a lo largo de los siglos, ha absorbido la influencia de las colonias que formaban el Imperio Británico y la de todos los pueblos que han emigrado al país.
Aunque sus platos más tradicionales son el fish and chips (pescado rebozado con papatas fritas), el Sunday roast (asado acompañado de guisantes, patatas y zanahorias acompañados de un Yorkshire pudding) y los pies o pasteles rellenos de carne, pollo con champiñones o, en su versión más tradicional, de riñón; los británicos son grandes amantes del curry indio, la comida Punjabi de la frontera con Pakistán o la tailandesa con su típico Pat thai. Sus quesos más famosos son el Cheddar, del que fabrican multitud de variantes y el Stilton. Los scones y las galletas de jengibre son unos de sus dulces más tradicionales.
En cuanto a la bebida, tienen dos especialidades. Durante el día, disfrutan del té. Y cuando atardece, de la cerveza. Desde la más negra y espesa que se toma tibia hasta las ales más ligeras. Cada tarde después del trabajo y los fines de semana, los Pubs se llenan de trabajadores y amigos tomando pintas.
La mayoría de las principales ciudades inglesas cuentan con una amplia oferta de centros comerciales, boutiques exclusivas, tiendas independientes y mercadillos, una oferta que en Londres alcanza una dimensión inabarcable.
Desde los almacenes más prestigiosos como Harrods, Selfridges o Liberty y las boutiques de los grandes diseñadores, hasta los mercadillos de antigüedades y ropa de segunda mano, en Londres se puede encontrar casi todo lo que uno imagine. En los últimos años, tras el cierre de muchos comercios tradicionales debido a los altos alquileres de los locales, ha surgido un movimiento de jóvenes diseñadores y creativos que apuestan por los productos hechos a mano y con una personalidad diferenciada de las grandes cadenas. Los mercadillos independientes, pop-up shops e internet son sus mejores armas para darse a conocer. También llama la atención la calidad de los souvenirs de sus museos, cuyo diseño sorprende y su calidad se aleja de la de los típicos recuerdos que se venden en otros países.
Fuera de Londres, en los mercadillos que se celebran en las localidades del interior de Inglaterra, los aficionados a las antigüedades y con dotes para el regateo podrán encontrar auténticas gangas.
• New Year’s Day (Año Nuevo): 1 de enero
•Good Friday (Viernes Santo): marzo / abril
•Easter Monday (Lunes de Pascua): marzo / abril
•Primer puente de mayo: primer lunes de mayo
•Segundo puente de mayo (para celebrar la primavera): último lunes de mayo
•Puente de verano: último lunes de agosto
•Christmas Day (Navidad): 25 de diciembre
•Boxing Day (día de después de Navidad): 26 de diciembre
Los cajeros automáticos, llamados ATMs o Cash Machines, están en todo el país y casi todos aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard o Cirrus). En la pantalla de los cajeros aparecerán los logos de las distintas tarjetas que acepta cada uno. También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
El tiempo en Escocia es templado, variable y húmedo. En invierno, la temperatura media fluctúa entre los 2ºC y los 6ºC y en verano, entre 12ºC y 19ºC. Es decir, no es frecuente que haya épocas de temperaturas extremas, aunque siempre se pueden esperar días muy fríos en invierno, con temperaturas bajo cero, y días calurosos en verano, con termómetros por encima de los 20ºC. Y lluvia, siempre lluvia. No suele ser torrencial, sino más bien fina y pertinaz. Llueve todo el año, con un ligero aumento en diciembre, enero y julio, así que conviene no olvidar el paraguas o el impermeable, además de algún jersey y algo de ropa de entretiempo.
El clima de Inglaterra es bastante variable e impredecible, por lo que se recomienda estar preparado para todo en cualquier época del año. Si visitamos Londres durante el verano, es muy probable que necesitemos un jersey gordo o una cazadora y, lo que nunca puede faltar es un impermeable. Por otro lado, el clima no es extremo. Las temperaturas oscilan entre un mínimo de -10 grados en invierno y hasta 30 grados en verano. Son más bajas en el norte, donde las nevadas son habituales en invierno, y más suaves en el sur. En el oeste del país llueve más que en la zona este.