Islandia: Islandia Fascinante
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Viajeros amantes de Juego de Tronos, vuestro viaje a Islandia Fascinante os meterá de lleno en un decorado de la serie más laureada de la HBO. Entraréis en la tierra vigilada por los ‘guardianes de la noche’, en un paisaje inhóspito de hielo y fuego, donde imaginaréis a los caminantes blancos avanzando hacia el Muro, entre fumarolas, cascadas, glaciares y desiertos de lava. No hay otro pedazo de tierra igual a ésta: a Islandia (claro está). Tu viaje arranca en la capital, Reykjavik, y sus principales puntos de interés antes de partir hacia Hvalfjordur, que lo mismo sirvió de base militar en la II Guerra Mundial que fue la cuna de las ballenas (de ahí su sobrenombre ‘Fiordo de las Ballenas’). Irás Borgarnes, el volcán Grabrok y las increíbles cascadas de Hraunfossar y Barnafoss. Contemplarás la grandiosidad de la cascada Godafoss, también llamada cascada de los Dioses, (donde el personaje John Snow sigue al pueblo libre con nieve hasta las rodillas). Alcanzarás la región del lago Myvatn para visitar el laberinto natural de tubos de lava de Dimmuborgir y las fumarolas y sulfatos de Namaskard, antes de llegar hasta Krafla, donde te quedarás con la boca abierta mirando sus campos de lava humeantes y el famoso cráter humeante de Y cuando llegue la noche, saldrás a dar un paseo nocturno en barco por la bahía de Skjalfandi para contemplar a unas famosas criaturas que viven en sus aguas: las monumentales ballenas.
“No te puedes ir de Islandia sin darte un baño relajante en las azules aguas de la Laguna Azul, una piscina natural de 38 grados, con cascadas relajantes y barros blancos de sílice”
En la Península de Tjornes llegarás al parque Nacional de Jokulsagljufur. En Dettifoss encontrarás la catarata más caudalosa de Europa: ¡más de 300 metros cúbicos por segundo que cae desde 44 metros de altura! Una lluvia torrencial impensable… En los grandes Fiordos del Este deambularás por la ciudad de Hofn o te subirás a una motonieve para recorrer el increíble casquete glaciar de Vatnajokull, el más grande del planeta sin contar los polos. Al día siguiente, llegarás a las lagunas glaciares de Fjallsarlon y Jokulsarlon, andarás por el curioso ‘suelo de iglesia’ creado por la naturaleza en Kirkjubaejarklaustur hasta llegar a Vik. Te esperan las soberbias cascadas de Skogarfoss y Seljalandsfoss y espectacular ruta por el Círculo Dorado, donde alcanzarás las tres maravillas naturales más famosas de Islandia: fabulosa cascada de Gulfoss, la increíble zona de Geysir y el histórico Parque Nacional de Thingvellir, la ‘herida’ desde donde surgieron los océanos de la Isla. Y no te podrás ir de Islandia sin darte un baño relajante en las azules aguas de la Laguna Azul, una piscina natural a 38 grados, con cascadas relajantes y barros blancos de sílice. ¡Prepárate para aguantar la temperatura bajo cero hasta llegar a la piscina… Winter is here!
Vive experiencias únicas
Un cordero que se pasa todo el verano en libertad por el campo pastando hierba fresca y tomillo. ¡Cómo no va ser uno de los más sabrosos del mundo! Amante del buen comer, aquí tienes un plato que tienes que probar sí o sí en tu visita a Islandia. Y es mejor que vayas con hambre, porque no te puedes conformar con eso.
El pescado y el marisco en este país también tienen una excelente calidad, es muy variado y es tremendamente fresco. Y hay varias especialidades que, si puedes, también deberías catar en ciertas zonas de la isla como los gansos de pie rosado, el reno o el abadejo seco con mantequilla. Muchos viajeros intentan comer carne de ballena –y lo consiguen- aunque es una especie protegida y a que los islandeses la consumen cada vez menos. Y los amantes de los retos culinarios tienen una larga lista de opciones para elegir –y poder contarlo después-. ¿Qué os parece una cabeza de oveja chamuscada? ¿O un trozo de carne de tiburón putrefacta? ¿Completamos el menú con unas criadillas de carnero maceradas? ¡Ánimo, valientes!
Si te gusta el pescado, estás de enhorabuena. Islandia presume de su industria pesquera y, como es lógico, el pescado es parte fundamental de la dieta. Incluso hay snacks de pescado, muy apreciados porque tienen muchas proteínas y pocas grasas. Así que nada de patatas fritas de bolsa y más pescado. Para culminar los festines gastronómicos que te puedes dar en Islandia, nada mejor que el café y la bebida alcohólica islandesa por excelencia, el brennivín, un aguardiente de patatas y semillas de alcaravea conocido como ‘muerte negra’. Ten en cuenta que el café es una institución en Islandia y, de hecho, a veces al pagarlo hay barra libre de café. Así que ten cuidado y pide alguno descafeinado, porque si no, quizá no pegues ojo.
Es medianoche, pero no es el momento de irse a la cama. ¿Qué te parece jugar unos hoyos al golf? En la mayoría de países, la única opción sería un videojuego o un minigolf iluminado. Si viajas en Islandia en verano, puedes jugar en un espléndido campo, con unas vistas fabulosas, a 18 hoyos. Y alargarte el tiempo que quieras, porque siempre vas a tener luz. No en vano, en los meses de verano nunca se pone el sol, así que podrás hacer lo que quieras y a cualquier hora, aunque quizá tu reloj biológico no esté tan ilusionado con este enorme abanico de posibilidades. Entre ellas, una de las más apetitosas es jugar al golf porque, además, Islandia cuenta con varios campos de alto nivel cerca de la costa y abiertos durante todo el día… ¿y la noche?
De hecho, el Club de Golf de Akureyri, en el norte de la isla, acoge cada año a finales de junio el Open Ártico, un torneo abierto internacional de 36 hoyos en el que el primer golpe se da justo antes de la medianoche y la competición se desarrolla hasta la madrugada. Los turistas extranjeros son bienvenidos a los campos de gold islandeses y las tarifas que tienen que abonar son relativamente moderadas.
Todos los campos de golf en Islandia tienen unas vistas espectaculares, aunque se suelen destacar las que se pueden divisar desde el de Sudurnes, a 10 minutos en coche desde el aeropuerto internacional Keflavik, el de Oddur y el de Keilir. Si quieres ir al más antiguo del país, escoge el de Grafarholt, fundado en 1934.
El frailecillo, ese enternecedor pájaro de ojos tristones y coloridos picos, adora Islandia. Él, al igual que otras muchas especies de animales, disfruta en esta isla de un clima y una situación geográfica ideales. Por eso, más del 60% de los frailecillos viven y crían en esta región, así que lo tendrás muy fácil para verlos. Seguro que te llama la atención, porque el frailecillo no es un pájaro al uso. Es muy expresivo y sociable y vuela con cierta torpeza.
De hecho, se parece a un colibrí, porque para poder desplazarse por el aire tiene que batir las alas entre 300 y 400 veces por minuto. Y, aunque alcanza velocidades de hasta 90 kilómetros por hora, es incapaz de levantarse del suelo en una superficie plana. Eso sí, en el agua es otra cosa: nada como si fuera un pez y soporta todo el frío que haga falta. Si vas en primavera, podrás verlos regresando para criar. Y podrás comprobar que los islandeses están encantados con estos pequeños habitantes. De hecho, en Heimaey, los frailecillos a veces se desorientan por las luces del pueblo y los niños se quedan despiertos hasta tarde cada año para recogerlos y orientarlos hacia el mar. ¿Les ayudas?
De finales de mayo a agosto, los mejores lugares para que puedas ver frailecillos son la costa de Reykjavik, Látrabjarg y Heimaey. Los polluelos comienzan a abandonar el nido en agosto. Si no tienes mucho tiempo, en la época de anidación puedes coger un barco y hacer el breve circuito de los frailecillos.
Los frailecillos son muy apreciados en Islandia, pero no es de extrañar que encontremos su carne y sus huevos en la carta de un restaurante. Una cosa no quita la otra…
Seguro que en tu primer paseo por Reykjavik ya te han llamado la atención esos enormes tanques que dominan desde lo alto la capital. Son Perlan (La Perla), un conocido centro de ocio muy popular entre las familias los domingos por la tarde. Parecen tanques de almacenamiento porque lo son: servían para guardar agua caliente hasta que en 1991 fueron vaciados y se les construyó una estructura hemisférica en lo alto. La visita merece la pena desde el primer momento porque, al estar en lo alto de la colina Öskjuhlíð, vas a conseguir unas vistas excelentes de la capital desde su mirador de 360 grados.
Después, entra en los tanques y contempla cómo han aprovechado el enorme espacio disponible -¡cabían cuatro millones de litros de agua!- Hay un jardín de invierno; un restaurante y un café; salas para conciertos y mercados; una tienda de recuerdos, y varias exhibiciones ideales para visitar con los más pequeños, la Cueva de Hielo, primer paso de lo que será el primer Planetario de Islandia. Y si todavía no has visto un géiser de verdad –o te quedaste con ganas de ver más-, puedes disfrutar de una versión artificial llamada Strokkur en la zona exterior del Perlan, en la parte izquierda del aparcamiento.
Para llegar, puedes coger el bus desde Hlemmur. También puedes pedir un taxi, que tardará unos diez minutos desde el centro. Y si te atreves a ir caminando, tienes varias opciones de caminata, aunque recuerda que son unos dos kilómetros desde el centro…
Viajero fiestero, Reyjkavik te va a encantar. Aquí vas a encontrar una vida nocturna espectacular y con una intensidad difícil de aguantar. De hecho, es habitual que muchos jóvenes salgan de juerga un viernes y no regresen hasta el domingo. Durante la semana, encontrarás muchos bares y restaurantes muy animados, aunque será difícil que puedas trasnochar mucho porque no hay costumbre de salir. Pero el fin de semana, la ciudad se torna una capital de la fiesta.
Como el alcohol es muy caro en los bares, la mejor opción es que hagas como los lugareños y compres la bebida en los Vín Búo, únicos comercios que venden alcohol legalmente. Si buscas algo más tranquilo, prueba a cenar un restaurante… aunque no te sorprendas de que en pocos minutos se convierta en una discoteca donde se pueda bailar hasta altas horas de la madrugada. En Reyjkavik hay bares, pubs y discotecas de todo tipo, así que no tendrás problemas para poder elegir lo que más te guste.
En la marcha nocturna de la capital islandesa, conviene diferenciar dos conceptos. Por un lado, el djammio, que es la ruta de fiesta de la ciudad; y por el otro, el runtur, que para los capitalinos es lo que hacen los jóvenes de las afueras, dando vueltas con el coche y sin apenas beber. Si tienes menos de 20 años, olvídate de beber alcohol en Islandia (al menos legalmente). Cuando salgas de noche, cuida tu indumentaria porque conviene vestir con cierta elegancia para poder entrar en ciertos bares. Si quieres estar al corriente de las últimas novedades de ocio, consulta las publicaciones Grapevine o Reykjavik This Month.
Si estás en Islandia un 1 de marzo, tienes que pedir una cerveza. ¿Sabías que hasta 1989 esa bebida estuvo prohibida en todo el país? Ahora parece mentira, pero a principios del siglo XX el alcohol en general y la cerveza en particular estaban considerados como antipatrióticos porque se asociaban al estilo de vida de los daneses, de quienes Islandia se quería independizar. Poco a poco se fue flexibilizando la prohibición y finalmente se consideró legal todo tipo de cerveza en 1989. Desde entonces, el 1 de marzo se celebra el Bjodagur o Día de la Cerveza.
Imagínate la escena: tú, en bañador, disfrutando de un baño caliente. Pero no estás en un spa o en una bañera. A tu alrededor, campo. Encima de ti, el cielo. Quizá nieve, o llueva, o haya una temperatura bajo cero. Pero tú estás en la gloria. ¿Te lo imaginas? Pues en Islandia o Groenladia es perfectamente posible, porque ambas cuentan con una gran cantidad de piscinas geotermales donde darte un chapuzón inolvidable. Por ejemplo, en la gran isla del Ártico podrás sumergirte entre icebergs en los manantiales calientes de Uunartoq, donde el agua está siempre a una temperatura de entre 34 y 38 grados centígrados.
En Islandia, hay incluso más variedad. La más conocida es la Laguna Azul, un balneario geotermal situado al suroeste del país donde el agua, a una temperatura media de unos 40 grados centígrados, tiene propiedades beneficiosas en la piel. Cuando salgas, lo notarás, porque tendrás la piel como la seda. Asimismo, no hace falta salir de la ciudad para poder disfrutar de un baño tan especial. Será menos espectacular, porque la piscina no estará inmersa en un campo de lava, pero ciudades como Reykjavik tienen muchas piscinas geotermales e incluso una playa geotermal, la de Nauthólsvik, premiada incluso con una bandera azul. ¿A que ya has metido el bañador en la maleta?
Las norma de higiene son muy estrictas en Islandia: tienes que ducharte sin ropa y concienzudamente antes y después de bañarte. Pero si quieres sentirte como un auténtico islandés, merece la pena. Te darás cuenta en cuanto estés dentro de la piscina: acabas de llegar a un centro de reunión y encuentro para los lugareños, con adultos conversando, niños jugando y adolescentes flirteando.
Descubre el itinerario
- Alojamiento
- Reikiavík
- Desayuno
- Borgarnes
- Akureyri
- Volcán Grabrok
- Cascadas de Hraunfossar y Barnafoss
- Desayuno y cena
- Husavik
- Baños termales de Mývatn
- Cascada Godafoss
- Castillos oscuros de lava de Dimmuborgir y el laberinto de fumarolas de Namaskard
- Lago Myvatn
- Campos de lava humeante de Leirhnjukur y el gran cráter de Viti.
- Desayuno y cena
- Egilsstadir
- Catarata Dettifoss
- Parque Nacional de Jokulsargljufur
- Desayuno y cena
- Höfn
- Fiordos del Este
- Desayuno
- Vik I Myrdal
- Hella
- Laguna glaciar de Jökulsárlón
- Cascadas de Skógafoss y Seljalandsfoss
- Desayuno
- Reikiavík
- Cascada de Gullfoss
- Parque Nacional de Thingvellir
- Visita panorámica de Reykiavik
- Zona de Geysir
- Desayuno
- Reikiavík
Conoce un poco más Escandinavia
La cocina escandinava está marcada por el duro clima de la zona. Como suele ser habitual en las zonas de mucho frío, se apuesta por guisos contundentes de carnes, pescado de alto contenido graso como el salmón o fabulosas sopas. Escandinavia está a la vanguardia de la cocina moderna, con restaurantes tan prestigiosos como el Noma, en Copenhague, pero también es sencillo encontrar menús con platos tradicionales que nos permitirán probar carnes: el alce, el reno o el oso, o incluso frailecillos, en las Islas Feroe. Tampoco podemos olvidar licores tradicionales, como el Brennivín, aguardiente islandés conocido como ‘la muerte negra’, o la cerveza, muy consumida en toda Escandinavia.
Es difícil abandonar Escandinavia sin traerse algún recuerdo en la maleta. Hay decenas de opciones: desde piezas de artesanía como la porcelana y la cerámica danesa hasta souvenirs clásicos como cascos vikingos, pasando por productos de alimentación como licores típicos, salmón ahumado, arenques en conserva, queso o alguna carne ‘diferente’ envasada al vacío.
Tampoco hay que olvidar los productos de diseño, tanto de ropa como de hogar, siempre a la vanguardia mundial, o los souvenirs de lana o de piel de reno o cabra. Además, teniendo en cuenta el clima frío de la zona, podremos encontrar excelentes equipamientos para senderismo, caza y esquí.
En Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre.
En Noruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Dinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembre.
En Finlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Islandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.).
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.