Portugal: Lisboa y Madeira
- Duración
- 6 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Portugal, tan melancólico como sus fados pero lleno de vida y variedad en sus diferente ciudades y pueblecitos que recorren de norte a sur el estado. Este país que pone fin al continente europeo no se puede describir en unas cuantas frases, tiene tanto que ofrecer que se podrían escribir libros y libros sobre su cultura, tradiciones y raíces. En este viaje vas a conocer una de sus ciudades más maravillosas, su capital Lisboa y terminarás es una de sus islas, Madeira, una joya natural. Comienza en la ciudad lisboeta donde el sol casi siempre brilla y el olor a mar se adentra entre sus callejones. Las calles empinadas que van a Barrio Alto, te llamarán la atención pero espera, el tranvía con más de 50 años de existencia te llevará hasta el dicharachero distrito. Pero no solo conocerás esta urbe, las localidades de alrededor también. Como la bella Sintra, la glamurosa Cascais o Estoril.
Madeira tiene esa flora típica de una isla tropical, con un clima templado y húmedo durante todo el año. Esto propicia a que la naturaleza sea frondosa y colorida. De hecho la isla es conocida como ‘isla jardín’ ya que esta posee multitud de variedades de flores.
La segunda parte del viaje no tiene desperdicio. Vas a conocer Madeira, una isla alejada de todo, donde se respira tranquilidad. Esta pequeña isla fue formada por la erupción de un volcán hace siglos, por lo que su tierra oscura cubierta por frondosa naturaleza verde será el escenario más común. Tu estancia aquí se caracterizará por la paz que se respira y por la belleza de sus paisajes. Comenzarás en la capital, Funchal. Aquí tendrás tiempo libre para conocer su casco antiguo o tal vez su jardín botánico. Al otro lado de la isla, se encuentra Porto Moniz, un pueblecito pesquero donde tal vez puedas avistar ballenas, pero mientras esperas por qué no darte un baño en alguna piscina natural. Además de conocer sus lugares más importantes no olvides degustar su gastronomía sencilla pero exquisita.
Vive experiencias únicas
Es muy común entre los lisboetas hacer una parada rápida en una de las numerosas tabernas de la ciudad antes de volver a casa del trabajo o hacer la compra para tomarse una ginjinha, un licor de cerezas y aguardiente que deja un regusto seco y dulce a canela en el paladar. No te vayas de Lisboa sin probarlo.
Hazte un hueco en la barra y pídele un chupito (pero no más porque es muy potente). Cuentan que hasta hace un siglo, este brebaje se utilizaba como medicina para mitigar cualquier dolor, y vaya que lo quita… ¡Hasta te entrarán los calores! Saboréalo de un tirón o poco a poco, pero paladea, sobre todo, el ambiente. Pocas veces te sentirás tan lisboeta. Allí acodado al mostrador pegajoso, apretujado entre los parroquianos del lugar, escuchando historias que suenan a triste y melancólico fado. Cómo nos gusta ese acento que arrastra las ‘eses’ como un susurro sordo.
Hay muchas tabernas pero te recomendamos que hagas una parada en la rua de Santo Antaõ, número 7. La Ginjinha Sem Rival Eduardino, al noroeste de la plaza del Rossio, es una institución en la ciudad. Este minúsculo local es un constante ir y venir de chupitos de toda clase de licores. El rey de la casa, cómo no, la “ginjinha especial”, hecha con guindas ácidas y aguardiente.
Si quieres llevarte algo típico de Lisboa, puedes comprar este licor artesanal de cerezas de Espinheira u optar por otros licores similares en supermercados o tiendas a menor precio.
Cinéfilos, amantes de la lectura y del arte o viajeros curiosos en general, si algún día creísteis que el paraíso no existía, en Lello e Irmão recuperaréis la Fe. Esta preciosa librería fundada en 1904 por una sagaz familia de libreros, es el templo de la literatura de Oporto y en sus cuatro paredes podréis hacer casi todo lo que os gusta: comprar un best seller, descubrir un raro libro de mitología antigua de ésos que nunca creísteis que podríais tener entre manos, tomar una bica de café (o una copa de oporto) sentados en una cómoda butaca art decó en la primera planta del edificio o contemplar la fascinante arquitectura de su inconfundible fachada blanca, impoluta como si acabara de nevar.
Si aún no te crees que este lugar existe, pellízcate. Convéncete y acaricia con la yema de los dedos las estanterías de madera finamente labrada, y jalonadas de libros antiguos y modernos. ¡Es real! Luego serpentea por su imponente escalera de madera maciza y escalones rojos (como la suela de unos Louboutin). ¿Seguro que no te suena su peculiar forma de violonchelo? Es la escalera más extravagante de todo Portugal y la que inspiró a J. K. Rowling cuando vivió en Oporto por un tiempo para crear la imaginaria librería del callejón Diagon. “La mente no es un libro que pueda abrirse al gusto, ni examinarse por placer”. Cuánta razón tenía…
La librería se encuentra en la Rua das Carmelitas 144 de Oporto, muy cerca de la Torre de los Clérigos. Te advertimos: Habitualmente se forman colas a la puerta, pues recibe hasta 3.000 visitas al día. Desde 2015 se cobra una entrada de 3 euros para visitar la librería pero si compras un ejemplar te lo descuentan del precio.
¡Mira al suelo! En algunas estanterías todavía se aprecian los raíles por donde se movían los vagones que transportaban los libros de unas estanterías a otras. ¡Mira arriba! En la vidriera de tonos azules busca la famosa inscripción Decus in Labore (Decoro en el trabajo). ¡Mira al frente! Antes de entrar, párate a contemplar la hermosa fachada y reconoce las dos figuras que dan la bienvenida: son la madre Ciencia y la madre Arte.
¿Buscas la esencia de Funchal? Ve al Mercado dos Lavradores. ¿Quieres disfrutar de un baño de colores, olores y sensaciones? Ve al Mercado dos Lavradores. Hace años que los supermercados e hipermercados llegaron a Madeira, pero aún no han podido derrotar al que, desde 1941, es el corazón comercial de Funchal.
Si te fijas, aún hoy notarás que sirve de punto de encuentro entre los productores de toda la isla y los vendedores –el mejor día para comprobarlo es el viernes, cuando bajan agricultores de los alrededores de la capital para colocar sus productos-. Al entrar, te recibirá el color y el olor de las flores que venden tenderos vestidos con trajes tradicionales. En la planta baja y en el primer piso, date un paseo por los puestos de fruta y verdura, que seguro que vas a poder catar algún trozo… También verás puestos de otros comestibles y de objetos para el hogar. Nada que ver con la zona de la lonja, donde el pescado fresco se amontona encima de las planchas de piedra. Seguro que te llaman la atención los atunes y las espadas. Quizá luego los tengas delante a la hora de comer…
¿Te gustan las plantas, las flores, los árboles? Pues prepárate para disfrutar de un lugar paradisíaco con decenas de especies de todo tipo. ¡Estás en Madeira, la isla de las mil flores! Enseguida comprenderás que el sobrenombre no se queda corto. El excepcional clima del archipiélago le permite contar con una enorme variedad de especies autóctonas y bosques de laureles y, además, acoger con éxito una enorme cantidad de flores, arbustos y árboles procedentes de otras partes del mundo. ¿Quieres gozar de esta descomunal variedad?
Lo tienes muy fácil, porque la comprobarás en los muchos parques y jardines botánicos que tiene la isla. Sólo en Funchal puedes visitar el Jardim de Sao Francisco, el Parque de Santa Catarina, la Quinta das Cruzes o el excepcional Jardim Botánico. Este último ocupa una soleada ladera con unas estupendas vistas donde la familia Reid construyó su mansión. Allí verás, entre otros, los bellos geranios de Madeira, las espigas azules del massaroco –casi un símbolo de la isla-, el lirio de los valles, la caoba y el enebro de Madeira o el impresionante ranúnculo gigante. Y entre las flores, no te pierdas las orquídeas, el agapanto, la protea rey, el floripondio o la jacarandá, entre otras muchas.
¿Preparado para ver algo único? En el interior de Madeira sobreviven los vestigios del bosque primigenio de laurel que ocupaba el sur de Europa antes del último periodo glaciar –hace unos 10.000 años-. Después, sólo Madeira, Canarias, las Azores y el oeste tropical de África mantuvieron el clima adecuado para que siguiesen vivos los árboles y arbustos subtropicales. Este tipo de bosque del interior de Madeira, conocido como laurissilva, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
Descubre el itinerario
- Cena.
- Lisboa
- Desayuno.
- Cascais
- Sintra
- Lisboa
- Panorámica de Lisboa
- Sintra con entradas
- Desayuno
- Funchal
- Desayuno. Almuerzo
- Funchal
- Excursión a Porto Moniz
- Desayuno
- Funchal
- Desayuno
- Funchal
Conoce un poco más de Portugal
La gastronomía portuguesa es muy variada y sabrosa. La influencia mediterránea y de las antiguas colonias portuguesas le otorga un carácter especial. La vocación marinera del país durante siglos provoca que el pescado y el marisco sean unos de los grandes protagonistas en muchos de los platos típicos, a la brasa, plancha u horno, o dentro de una açorda o un arroz de marisco.
Destaca sobre todo ellos el bacalao, producto estrella de la cocina portuguesa, que presume de tener una receta de este pescado para cada día de año. También hay suculentos platos de carne, especialmente cerdo y varios guisos y sopas como el caldo verde, procedente del norte del país, o la caldeirada. Portugal también tiene una gran variedad de quesos, como el de Serra o el d’Azeitao, y una maestría especial con los dulces, como los pastéis de nata, los tocinillos de cielo o el arroz doce. Además, tiene varios tipos de vino para cada plato, aunque la denominación más famosa es la de Oporto.
En Portugal hay una gran variedad de recuerdos tradicionales que comprar. El más clásico es la artesanía del algodón, con las clásicas toallas, y del bordado, con unas mantelerías que ya no se encuentran en casi ningún lugar de Europa.
También destaca la artesanía de la cerámica, con el típico gallo de Barcelos, símbolo del país, y los maravillosos azulejos. La comida es otra excelente opción: desde los fabulosos dulces como los pasteles de Belem hasta el delicioso vino, como los famosos Oporto, los tintos del Alentejo o los vinos verdes del norte del país.
• 1 de enero: Año Nuevo.
• Viernes Santo
• 25 de abril: Día de la Libertad
• Corpus Christi
• 1 de mayo: Día de los Trabajadores
• 10 de junio: Día de Portugal
• 15 de agosto: Asunción de Nuestra Señora
• 5 de octubre: Instauración de la República
• 1 de noviembre: Día de Todos los Santos
• 1 de diciembre: Restauración de la Independencia
• 8 de diciembre: Inmaculada Concepción
• 25 de diciembre: Navidad
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.
El tiempo en Portugal varía notablemente de una región a otra, aunque la cercana presencia del Oceáno Atlántico aporta suavidad y humedad al clima del país durante casi todo el año. En el norte y en el interior, los inviernos son más fríos y los veranos bastante calurosos, mientras que en el sur, especialmente en la zona del Algarve, los inviernos son suaves y hace bastante buen tiempo durante todo el año.
Debido a su orografía montañosa, Madeira tiene varios microclimas que permiten que, en algunas épocas el año, haya nieve en las montañas mientras al lado de la playa haga sol y una temperatura por encima de los 20 grados centígrados. En general, Madeira goza de un clima excelente, casi ideal, en el que el calor no es sofocante y sólo llueve de vez en cuando.
Tasas
En Lisboa(Portugal) y en Santa Cruz(Madeira) hay una tasa municipal de alojamiento de un euro por persona y día que debe ser abonada por los clientes directamente en los hoteles.
Divisas
Es obligatorio hacer una declaración si se entra en Portugal o en Madeira con 10.000 euros o más.