Portugal: Lo Mejor de Portugal I y Madeira
- Duración
- 11 días
- Tipo de circuito
- Circuito
La aventura lusa comienza en Lisboa, la capital del país, una ciudad donde el océano Atlántico está muy presente, donde las calles adoquinadas con diferentes mosaicos amenizan el paseo, donde los azulejos de sus fachadas asombran al visitante y donde la multiculturalidad en las calles está servida. Esta ciudad tiene algo que enamora y lo vas a poder descubrir en este viaje. En esta ciudad tendrás algo de tiempo a comienzo del viaje para pasear por sus calles, conocer el Barrio Alto y admirar las vistas desde alguno de sus miradores. Acabas de llegar y ya tienes que irte, pero tranquilo volverás antes de volar a Madeira. Ahora toca ir a Oporto, la ciudad del norte donde el Duero la atraviesa sin miramientos. Los rabelos en el puerto te dan la bienvenida para que descubras sus callejuelas, degustes un buen vino de la zona y te pierdas en su casco antiguo. La antigua capital del país luso durante la Edad Media te está esperando, Coimbra se rinde ante ti, para ser visitada.
“Descubrirás la ciudad universitaria de Portugal por excelencia, Coimbra. La universidade Coimbra lleva siendo la institución de educación superior más importante durante los 5 últimos siglos”
De nuevo en Lisboa, ahora sí que toca una visita panorámica por los puntos de mayor interés en la capital para luego conocer sus alrededores como Sintra, Estoril y Cascais. Antes de abandonar Lisboa no puedes irte sin degustar sus famosos pasteles de nata con un café. El avión te estará esperando para poner rumbo a Madeira en el océano Atlántico. En esta isla se respira paz y tranquilidad. Y es que este destino ha sido nombrado como el mejor destino para viajar en el 2018 por los World Travel Awards y no es para menos. Sus pueblecitos pintorescos junto a la orilla del mar ha sido musa de inspiración para muchos artistas. Funchal, la capital será el comienzo de este último destino donde podrás pasear por esta sencilla pero coqueta ciudad. Porto Moniz, te robará el corazón. Aquí conocerás las plantaciones bananeras y el encanto de las piscinas naturales creadas como consecuencia de la actividad volcánica. El viaje toca a su fin, pero te vas cargado de recuerdos mágicos.
Vive experiencias únicas
Es muy común entre los lisboetas hacer una parada rápida en una de las numerosas tabernas de la ciudad antes de volver a casa del trabajo o hacer la compra para tomarse una ginjinha, un licor de cerezas y aguardiente que deja un regusto seco y dulce a canela en el paladar. No te vayas de Lisboa sin probarlo.
Hazte un hueco en la barra y pídele un chupito (pero no más porque es muy potente). Cuentan que hasta hace un siglo, este brebaje se utilizaba como medicina para mitigar cualquier dolor, y vaya que lo quita… ¡Hasta te entrarán los calores! Saboréalo de un tirón o poco a poco, pero paladea, sobre todo, el ambiente. Pocas veces te sentirás tan lisboeta. Allí acodado al mostrador pegajoso, apretujado entre los parroquianos del lugar, escuchando historias que suenan a triste y melancólico fado. Cómo nos gusta ese acento que arrastra las ‘eses’ como un susurro sordo.
Hay muchas tabernas pero te recomendamos que hagas una parada en la rua de Santo Antaõ, número 7. La Ginjinha Sem Rival Eduardino, al noroeste de la plaza del Rossio, es una institución en la ciudad. Este minúsculo local es un constante ir y venir de chupitos de toda clase de licores. El rey de la casa, cómo no, la “ginjinha especial”, hecha con guindas ácidas y aguardiente.
Si quieres llevarte algo típico de Lisboa, puedes comprar este licor artesanal de cerezas de Espinheira u optar por otros licores similares en supermercados o tiendas a menor precio.
Cinéfilos, amantes de la lectura y del arte o viajeros curiosos en general, si algún día creísteis que el paraíso no existía, en Lello e Irmão recuperaréis la Fe. Esta preciosa librería fundada en 1904 por una sagaz familia de libreros, es el templo de la literatura de Oporto y en sus cuatro paredes podréis hacer casi todo lo que os gusta: comprar un best seller, descubrir un raro libro de mitología antigua de ésos que nunca creísteis que podríais tener entre manos, tomar una bica de café (o una copa de oporto) sentados en una cómoda butaca art decó en la primera planta del edificio o contemplar la fascinante arquitectura de su inconfundible fachada blanca, impoluta como si acabara de nevar.
Si aún no te crees que este lugar existe, pellízcate. Convéncete y acaricia con la yema de los dedos las estanterías de madera finamente labrada, y jalonadas de libros antiguos y modernos. ¡Es real! Luego serpentea por su imponente escalera de madera maciza y escalones rojos (como la suela de unos Louboutin). ¿Seguro que no te suena su peculiar forma de violonchelo? Es la escalera más extravagante de todo Portugal y la que inspiró a J. K. Rowling cuando vivió en Oporto por un tiempo para crear la imaginaria librería del callejón Diagon. “La mente no es un libro que pueda abrirse al gusto, ni examinarse por placer”. Cuánta razón tenía…
La librería se encuentra en la Rua das Carmelitas 144 de Oporto, muy cerca de la Torre de los Clérigos. Te advertimos: Habitualmente se forman colas a la puerta, pues recibe hasta 3.000 visitas al día. Desde 2015 se cobra una entrada de 3 euros para visitar la librería pero si compras un ejemplar te lo descuentan del precio.
¡Mira al suelo! En algunas estanterías todavía se aprecian los raíles por donde se movían los vagones que transportaban los libros de unas estanterías a otras. ¡Mira arriba! En la vidriera de tonos azules busca la famosa inscripción Decus in Labore (Decoro en el trabajo). ¡Mira al frente! Antes de entrar, párate a contemplar la hermosa fachada y reconoce las dos figuras que dan la bienvenida: son la madre Ciencia y la madre Arte.
No hace falta ser devoto para sobrecogerse en este lugar de peregrinación, ni haber confesado tus pecados, pues la gracia de este lugar es echarse la brújula al bolsillo y subir su tortuosa escalinata donde te esperan sus más de 600 peldaños desplegados como un acordeón de granito. Sin duda, esta obra barroca es el colofón de la visita al Bom Jésus do Monte y supone algo así como una experiencia religiosa que te asciende a los Cielos y eleva el alma para purificarte de sus pecados (y dejarte casi sin respiración).
Su recorrido es todo un delirio de esculturas, fuentes y motivos alegóricos que quieren transmitir el sufrimiento del Vía Crucis. Un lugar con esculturas cubiertas de musgo, parterres de flores bien trazados y bosquecillos repeinados. Culminarás tamaño esfuerzo con la visita coronando la colina, donde te aguarda la iglesia de Bom Jésus, con su hermoso altar de granito blanco, y las impresionantes vistas del Miño y la ciudad de Braga a tus pies como una oración silente.
El santuario está abierto todos los días desde las 07.30 horas hasta las 20 horas. Viajeros con ganas de marcha, si viajáis el fin de semana anterior a la Semana Santa, podréis presenciar la alegre romería que se celebra cada año desde el siglo XVI en honor a su patrón. Aunque la iglesia data de los siglos XVII y XVIII deberás saber que ya desde el siglo XVI se hacían peregrinaciones a este lugar y se presupone que ya había una capilla. Si los escalones te han asustado o viajas con niños, tranquilo, porque nuestra excursión a la colina se hace a través del funicular, el más antiguo de Europa. Es el modo más insólito para recorrer esta ‘rampa mística’. Cada media hora, un vetusto vagón de madera sube la pendiente de más del 30% de inclinación y se adentra en una especie de túnel de vegetación de 285 metros de largo. En sólo tres minutos estarás arriba.
¿Te gustan las plantas, las flores, los árboles? Pues prepárate para disfrutar de un lugar paradisíaco con decenas de especies de todo tipo. ¡Estás en Madeira, la isla de las mil flores! Enseguida comprenderás que el sobrenombre no se queda corto. El excepcional clima del archipiélago le permite contar con una enorme variedad de especies autóctonas y bosques de laureles y, además, acoger con éxito una enorme cantidad de flores, arbustos y árboles procedentes de otras partes del mundo. ¿Quieres gozar de esta descomunal variedad?
Lo tienes muy fácil, porque la comprobarás en los muchos parques y jardines botánicos que tiene la isla. Sólo en Funchal puedes visitar el Jardim de Sao Francisco, el Parque de Santa Catarina, la Quinta das Cruzes o el excepcional Jardim Botánico. Este último ocupa una soleada ladera con unas estupendas vistas donde la familia Reid construyó su mansión. Allí verás, entre otros, los bellos geranios de Madeira, las espigas azules del massaroco –casi un símbolo de la isla-, el lirio de los valles, la caoba y el enebro de Madeira o el impresionante ranúnculo gigante. Y entre las flores, no te pierdas las orquídeas, el agapanto, la protea rey, el floripondio o la jacarandá, entre otras muchas.
¿Preparado para ver algo único? En el interior de Madeira sobreviven los vestigios del bosque primigenio de laurel que ocupaba el sur de Europa antes del último periodo glaciar –hace unos 10.000 años-. Después, sólo Madeira, Canarias, las Azores y el oeste tropical de África mantuvieron el clima adecuado para que siguiesen vivos los árboles y arbustos subtropicales. Este tipo de bosque del interior de Madeira, conocido como laurissilva, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.
Cuando te des un paseo por el Museu de Arte Sacra, seguro que te preguntas cómo es posible que tenga esa enorme colección de arte flamenco si estás a 3.000 kilómetros de Flandes. La respuesta la tienes en el comercio.
Desde mediados del siglo XV, la intensa actividad comercial entre Funchal y Amberes también tuvo su vertiente cultural, ya que terminó llenando de pinturas flamencas la isla. Y es que los mercaderes y terratenientes querían pasar a la posteridad donando retablos a las iglesias… con su imagen, claro. Para ello, le pedían a un artista local que les hiciera un retrato simple para enviarlo en barco hasta Flandes, donde los artistas flamencos lo usaban como modelo para pintarlos en postura orante. Fíjate en las caras de los personajes de las pinturas: muchos de ellos no tienen cara de centroeuropeos… La visita al Museo ya sólo merece la pena por el impresionante edificio, situado en el lado sur de la Praça do Município, que anteriormente fue palacio episcopal.
En la primera planta encontrarás las pinturas flamencas de los siglos XV y XVI y en el primer piso verás las esculturas religiosas y objetos de culto del siglo XVI hasta el siglo XX.
¿Eres futbolero? Pues te lo vas a pasar en grande en Madeira. Tiene dos equipos en Primera División, es la tierra natal de uno de los mejores jugadores del mundo –Cristiano Ronaldo- y presume de haber albergado el primer partido de fútbol de la historia de Portugal. Fue en 1875 por iniciativa de un joven británico llamado Harry Hinton. Si te acercas hasta el Largo de Achada, en Camacha, podrás ver el sitio exacto donde se jugó el primer encuentro, junto a la iglesia parroquial.
Encontrarás un pequeño campo de fútbol en recuerdo de esta efeméride, aunque actualmente es una zona muy frecuentada porque hay una plaza para representaciones folclóricas y un parque infantil. Pero para disfrutar del fútbol en Madeira, la mejor opción es que vayas al campo de alguno de los dos equipos que juegan en la máxima categoría del balompié portugués. El estadio del Club Sport Marítimo está en la freguesía de Sao Martinho, a dos kilómetros del puerto de Funchal; mientras que el Clube Desportivo Nacional juega en el Estadio de Madeira, al norte de la capital.
Si eres un mitómano del fútbol actual, seguramente te interese seguir la huella de Cristiano Ronaldo en su isla natal. El jugador del Real Madrid inauguró recientemente una estatua en su honor en la Praça do Mar de Funchal, obra del artista local Ricardo Veloza. Además, el delantero luso recibió el Cordao Autonómico de Distinçao, la más alta distinción del gobierno regional, y cuenta con un museo en Funchal, situado justo delante de su estatua. Y si no te interesa el jugador portugués o el fútbol en general, tampoco te vas a poder escapar: tu avión aterrizará y despegará en el aeropuerto internacional Cristiano Ronaldo, después del cambio de nombre efectuado en marzo de este año.
Descubre el itinerario
- Alojamiento.
- Lisboa
- Desayuno. Cena.
- Nazare
- Batalha
- Aveiro
- Oporto
- Desayuno.
- Oporto
- Bodega de Oporto
- Paseo en barco por el Duero
- Panorámica de Oporto
- Desayuno.Cena.
- Guimaraes
- Vila Real
- Coimbra
- Desayuno.Cena.
- Fatima
- Panorámica de Coímbra
- Desayuno.Cena.
- Tomar
- Obidos
- Lisboa
- Desayuno.
- Cascais
- Sintra
- Lisboa
- Panorámica de Lisboa
- Sintra con entradas
- Desayuno
- Funchal
- Desayuno. Almuerzo
- Funchal
- Excursión a Porto Moniz
- Desayuno
- Funchal
- Desayuno
- Funchal
Conoce un poco más de Portugal
La gastronomía portuguesa es muy variada y sabrosa. La influencia mediterránea y de las antiguas colonias portuguesas le otorga un carácter especial. La vocación marinera del país durante siglos provoca que el pescado y el marisco sean unos de los grandes protagonistas en muchos de los platos típicos, a la brasa, plancha u horno, o dentro de una açorda o un arroz de marisco.
Destaca sobre todo ellos el bacalao, producto estrella de la cocina portuguesa, que presume de tener una receta de este pescado para cada día de año. También hay suculentos platos de carne, especialmente cerdo y varios guisos y sopas como el caldo verde, procedente del norte del país, o la caldeirada. Portugal también tiene una gran variedad de quesos, como el de Serra o el d’Azeitao, y una maestría especial con los dulces, como los pastéis de nata, los tocinillos de cielo o el arroz doce. Además, tiene varios tipos de vino para cada plato, aunque la denominación más famosa es la de Oporto.
En Portugal hay una gran variedad de recuerdos tradicionales que comprar. El más clásico es la artesanía del algodón, con las clásicas toallas, y del bordado, con unas mantelerías que ya no se encuentran en casi ningún lugar de Europa.
También destaca la artesanía de la cerámica, con el típico gallo de Barcelos, símbolo del país, y los maravillosos azulejos. La comida es otra excelente opción: desde los fabulosos dulces como los pasteles de Belem hasta el delicioso vino, como los famosos Oporto, los tintos del Alentejo o los vinos verdes del norte del país.
• 1 de enero: Año Nuevo.
• Viernes Santo
• 25 de abril: Día de la Libertad
• Corpus Christi
• 1 de mayo: Día de los Trabajadores
• 10 de junio: Día de Portugal
• 15 de agosto: Asunción de Nuestra Señora
• 5 de octubre: Instauración de la República
• 1 de noviembre: Día de Todos los Santos
• 1 de diciembre: Restauración de la Independencia
• 8 de diciembre: Inmaculada Concepción
• 25 de diciembre: Navidad
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.
El tiempo en Portugal varía notablemente de una región a otra, aunque la cercana presencia del Oceáno Atlántico aporta suavidad y humedad al clima del país durante casi todo el año. En el norte y en el interior, los inviernos son más fríos y los veranos bastante calurosos, mientras que en el sur, especialmente en la zona del Algarve, los inviernos son suaves y hace bastante buen tiempo durante todo el año.
Debido a su orografía montañosa, Madeira tiene varios microclimas que permiten que, en algunas épocas el año, haya nieve en las montañas mientras al lado de la playa haga sol y una temperatura por encima de los 20 grados centígrados. En general, Madeira goza de un clima excelente, casi ideal, en el que el calor no es sofocante y sólo llueve de vez en cuando.
Tasas
En Lisboa(Portugal) y en Santa Cruz(Madeira) hay una tasa municipal de alojamiento de un euro por persona y día que debe ser abonada por los clientes directamente en los hoteles.
Divisas
Es obligatorio hacer una declaración si se entra en Portugal o en Madeira con 10.000 euros o más.