Suecia: Estocolmo, Fiordos y Copenhague
- Duración
- 10 días
- Tipo de circuito
- Circuito
No hay mejor forma de conocer Estocolmo que paseando por Gamla Stan, saludar a San Jorge en la catedral y aguardar al mediodía cerca del Palacio Real para ver el cambio de guardia. Entrar en sus museos, recorrer el listado de Premios Nobel y, si no tienes vértigo, subirte al Katarinahissen para hacer la mejor foto de la ciudad. Y es que no hay mejor forma de desvelar la Región de los Fiordos que haciendo una parada técnica en la bonita Karlstad, atravesando la preciosa zona agrícola del lago Väneren y del lago Mjøsa, los más grandes de Suecia y Noruega. Caminarás sobre el hielo en una lengua de glaciar, en Nigards o Briksdal; y recorrerás en barco el Sognefjord (el Fiordo de los Sueños), el más largo y profundo de toda Noruega.
“No hay mejor forma que conocer Bergen, la antigua capital del país, que explorando su antiguo puerto de Bryggen en el barrio de los comerciantes, Patrimonio de la Humanidad”
Sin duda, no hay mejor forma de conocer Bergen, la antigua capital del país, que explorando su antiguo puerto de Bryggen en el barrio de los comerciantes de la Liga Hanseática, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por la belleza de sus construcciones de madera. Amigo viajero, no hay mejor manera de adentrarte en la naturaleza inusitada que ver en directo las cascadas de Voningsfossen, y luego entrar en Oslo, llena de vida, monumentos y museos: el Palacio Real, el Parque Frogner o el Castillo de Akerhus, y acabar en la cosmopolita Copenhague para disfrutar como un niño en el parque de atracciones Tívoli, los palacios de Christianborg y Amalienborg, el Castillo de Frederiksborg y la querida Sirenita. Viajero con B, no hay mejor forma que viajar para conocer…
Vive experiencias únicas
Si te sientes una dancing queen, estás dispuesto a conquistar Waterloo y has gritado más de una vez Mamma Mia!, Estocolmo tiene el museo para ti. Da igual la canción que tengas, tienes la fiebre de Abba en el cuerpo, así que entra en el Museo que la capital sueca dedica a su grupo musical más famoso.
La exposición, situada en la isla de Djurgarden, te explicará la carrera musical del famoso grupo pop que conquistó Eurovisión con su Waterloo en 1974. Hay de todo: trajes, discos, fotos y todo tipo de recuerdos de la banda. ¡Incluso tienen avatares en tres dimensiones de Benny Andersson, Anni-Frid Frida Lyngstad, Björn Ulvaeus y Agnetha Fältskog. Y para completar la experiencia nada mejor que unirte al Abba City Walk, una manera diferente de conocer la ciudad siguiendo los pasos del grupo musical más famoso de Suecia.
Para visitar el museo sé previsor y reserva hora. La muestra dispone de audioguías en español y, si consigues formar un grupo de al menos diez personas, podréis tener un guía propio.
Amantes del arte: no os podéis perder el Moderna Museet. Cuenta con una de las colecciones de arte moderno más completas de todo el mundo, es un edificio impresionante y está situado en pleno centro de Estocolmo, en el barrio de Skeppsholmen. Allí te esperan Picasso, Dalí, Miró, Braque o Matisse, entre otros. En total, se exponen 5.000 pinturas, 25.000 dibujos, 100.000 fotografías y 400 películas, así que puedes dedicarle toda una mañana y aun así no te dará tiempo a verlo todo porque, además, hay una biblioteca, un cine y diversos espacios para exposiciones temporales, conferencias, seminarios o talleres para niños. Aunque el museo se inauguró en 1958, el edificio actual es de finales del siglo XX y está diseñado por el arquitecto español Rafael Moneo.
Y si entre tanto arte se te abre el apetito, sube al restaurante del museo, que además de calmar tu gazuza te permitirá contemplar unas preciosas vistas de Estocolmo. Para completar la visita, con una entrada combinada, puedes acercarte al Museo de Arquitectura, situado justo al lado en un pabellón de prácticas de la marina, que cuenta con una exposición permanente que explica más de 10 siglos de la historia de la arquitectura sueca mediante una colección de 2,5 millones de documentos.
El museo abre todos los días excepto el lunes. Entre semana, abre a las 10 horas para cerrar a las 20 horas los martes y los viernes y a las 18 horas los miércoles y los jueves. El fin de semana abre desde las 11 hasta las 18 horas. Hay audio guías en sueco y en inglés.
Bienvenido, viajero, al corazón de Estocolmo. Aquí nació la ciudad y aquí sigue mostrándose en su máxima expresión. Así que si llegas por la tarde a la ciudad, lo mejor que puedes hacer es dejar las maletas en el hotel y darte un paseo por este laberinto de callejuelas adoquinadas, casas señoriales y avenidas plagadas de tiendas. Será, sin duda, la mejor primera toma de contacto con Estocolmo. Aquí se empezó a levantar la ciudad en el siglo XIII, que fue creciendo hasta que el castillo de Tre Kronor fue arrasado por el fuego en el siglo XVIII.
Después, la ciudad antigua entró en depresión y nadie quería vivir allí. Te va a resultar difícil creerlo viéndola ahora, porque actualmente es una de las zonas más codiciadas de la capital sueca. Como comprarse una casa allí es prohibitivo, tendrás que conformarte con pasear por sus calles y bucear en sus tiendas. También puedes visitar algún museo, como el Nobel o el de Correos, y acercarte hasta el Palacio Real y la Capilla Real. Si puedes, hazlo coincidir con el cambio de guardia, una bella ceremonia que se celebra en la explanada frente a la gran residencia de los reyes suecos.
Si paseas por Västerlanggatan, busca el número 81 y asómate: verás Marten Trotzigs Gränd, la calle más estrecha de Estocolmo con menos de un metro de anchura.
Seguro que tanto paseo te abre el apetito. Un consejo: acércate al Den Gyldene Freden para degustar alguno de los platos tradicionales de la cocina sueca. Es el restaurante más antiguo de toda la ciudad –se fundó en 1722- y mantiene la misma decoración desde el día en que abrió sus puertas.
Dicen que Bergen es la ciudad más bonita de toda Noruega. Y no solo lo aseguran sus orgullosos habitantes, sino que es una afirmación común en todo el país. En un primer vistazo, es probable que entiendas las razones. Bergen está localizada en un enclave fabuloso, rodeada de siete colinas y siete fiordos. Cuando te adentres en sus calles, seguro que ya piensas igual que la mayoría de los noruegos. Pese a ser la segunda ciudad más grande de todo el país, Bergen aún conserva un casco histórico precioso, en el que destaca el barrio de casas de madera y el puerto antiguo de Bryggen, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es la herencia que dejó la etapa de más progreso en la ciudad, bajo el dominio de la Liga Hanseática, cuando era la principal localidad del país gracias a su dominio del comercio.
Para acabar de enamorarte de Bergen, ya sólo te falta pasear por sus calles. Es una gran ciudad pero tiene todo el encanto de los pueblos y, además, una intensa actividad, gracias en parte a la animada vida estudiantil -se calcula que en torno al 10% de sus habitantes son universitarios-. Seguro que, a estas alturas, Bergen ya te ha conquistado, aunque parafraseando a la película Jerry Maguire, ya te tenía con el hola.
Además de su zona monumental, no te puedes perder el bullicioso mercado de pescado, donde podrás probar alguno de los productos típicos de la zona. No todo en Bergen va a ser ideal: el tiempo no es ninguna maravilla y llueve como mínimo 275 días al año, así que conviene que tengas un paraguas o un chubasquero a mano.
Descubrieron América cinco siglos antes que Colón, exploraron buena parte del mundo y han pasado a la historia por sus incursiones y pillajes, que atemorizaron a buena parte de Europa. ¿Quieres saber más de los vikingos? Pues no te puedes perder el Vikingskipshuset, donde vas a ver las embarcaciones y los trineos donde viajaban, los utensilios domésticos y tejidos que utilizaban e incluso observarás el único carro conservado de la época vikinga. El curioso Museo Naval Vikingo, ubicado en la península de Bygdoy, presume de contar con tres auténticos barcos vikingos con más de mil años de antigüedad que se encontraron cerca del fiordo de Oslo.
Te sorprenderá saber que estos buques servían como mausoleo para los nobles, que eran enterrados con todo lo necesario para su ‘viaje’ al más allá: muebles, comida, joyas y hasta sirvientes... El más impresionante de todos es el Oseberg, de más de 22 metros de eslora y que necesitaba 30 remeros para poder moverse. ¿Te imaginas verlo llegar a un puerto con malas intenciones? ¡Qué miedo!
En la página web del Museo de Historia Cultural puedes descargarte las audioguías para hacer más completa tu visita al museo. También las tienen en español. No te preocupes por la conexión, porque el museo tiene WiFi gratuito.
Nunca estarás solo caminando por el parque Vigeland. Primero, porque es uno de los lugares más visitados de toda Noruega, así que será difícil que no te encuentres a nadie analizando los gestos de las esculturas. Y en segundo lugar, porque esta parte del Parque Frogner es un museo al aire libre donde más de 200 esculturas hechas en bronce, granito y forja te están esperando para contarte sus sentimientos. Así que ya sabes, afina el oído y agudiza la vista para escudriñar los expresivos gestos de las obras del famoso escultor noruego. Busca la más conocida de todas, la famosa figura del niño enojado (Sinnataggen) que está en el puente del parque. Seguro que ya has visto su cara enfadada en multitud de postales de Oslo, pero ¿a que en directo parece aún más cabreado? Suerte que no todas las esculturas tienen este humor…
Otro de los grandes puntos de interés es el Monolito, un gran bloque de granito de 17 metros de alto que contiene 121 figuras desnudas y entrelazadas como si quisieran formar un mismo ser. Y es que el Parque Vigeland es una reflexión sobre la vida, la muerte, el primer amor o la madurez. Así que escucha, siente y deja que el arte te explique, una vez más, el círculo de la vida.
Si quieres conocer más sobre Gustav Vigeland puedes visitar el Museo Vigeland, dentro del parque. El ayuntamiento de Oslo lo construyó como taller y hogar para el artista a cambio de buena parte de su obra (http://www.vigeland.museum.no/en)
Ponte ropa floreada, gafas de sol de colores y entra en Christiania. Esta comuna hippy, que se declara independiente de Dinamarca desde que se fundó a principios de los años 70, es una de las grandes atracciones turísticas de Copenhague. Seguro que tú, al igual que muchos viajeros , tienes curiosidad por ver este experimento político comunal y anarquista desarrollado, paradójicamente, en unos barracones militares abandonados en el barrio de Christianshavn. En su época dorada se podía comprar, vender y consumir drogas blandas sin problemas en todo el barrio –de hecho, su arteria principal se llama Pusher Street, calle del vendedor de estupefacientes-.
Ahora el ambiente es algo más turbio porque la policía ha aumentado las redadas y esto ha reducido la permisividad con la venta de drogas. Y sin embargo, el barrio sigue mereciendo una visita. Porque muchos de sus rincones mantienen ese espíritu alternativo con el que se creó, porque puedes encontrar bares, restaurantes y tiendas de artesanía muy interesantes, porque puedes pasear por pintorescas calles entre canales y murales pintados de múltiples colores y porque, según presumen sus 1.000 habitantes, es un territorio independiente de Dinamarca y de la Unión Europea.
Puedes visitar Christiania en viajes organizados o por libre. En todo caso, conviene que te leas antes las normas de convivencia de la comunidad y que seas muy respetuoso, porque está prohibido hacer fotos en muchas de las zonas.
Cuando salgas de Christiania, fíjate en el cartel que te dice que “estás entrando en la Unión Europea”. ¿A que es una foto curiosa para colgar en tus redes sociales?
“El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta”. Así que sigue el consejo de Pablo Neruda y vuelve a ser un niño. Lo tienes bien fácil: en pleno centro de Copenhague, se erige desde 1843 el parque de atracciones Tívoli, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo y sin duda la gran atracción turística de la capital danesa desde hace más de 17 décadas –cuatro millones de viajeros extranjeros lo visitan cada año-.
Cuando se construyó, estaba a las afueras y solo tenía un tiovivo y una montaña rusa. Y sin embargo ahora, la lista de posibilidades es enorme ¡y en pleno centro! Prueba a pasear por sus Jardines que destilan un aire antiguo y si puedes, visita el parque al atardecer, cuando la iluminación multiplica su encanto. Come algo en sus pabellones de comida, disfruta de variados conciertos y, por supuesto, súbete a alguna de sus atracciones. No puedes perderte el Teatro de Pantomima, el más antiguo del parque, que acoge espectáculos musicales y de ocio; la espectacular Pagoda china y la puerta principal de Vesterbrogade, construida a finales del siglo XIX.
Antes de visitar el parque, no está de más que revises la programación gratuita de los conciertos de los viernes (incluida en el precio de la entrada al parque). Normalmente actúan grupos daneses que no conocerás, pero a veces cantan artistas de fama internacional.
Puedes visitar el parque todo el año, aunque no siempre vas a encontrar todo abierto. El mejor momento es entre abril y septiembre, cuando están abiertas todas las atracciones y, además, hay numerosos espectáculos pirotécnicos. El resto del año, muchas están cerradas por motivos climatológicos, aunque los restaurantes y los salones de conciertos siempre están abiertos. Además, en noviembre y diciembre hay un precioso mercado de Navidad.
Descubre el itinerario
- Cena
- Estocolmo
- Desayuno
- Estocolmo
- Visita panorámica de Estocolmo
- Desayuno, almuerzo y cena
- Hamar
- Desayuno, almuerzo y cena
- Hafslo
- Ferry Manheller-Fodnes.
- Desayuno y cena
- Bergen
- Crucero por el Fiordo de los Sueños
- Desayuno y cena
- Oslo
- Visita panorámica de Bergen
- Desayuno
- Oslo
- Visita panorámica de Oslo
- Desayuno
- Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
- Visita panorámica de Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
Conoce un poco más Escandinavia
La cocina escandinava está marcada por el duro clima de la zona. Como suele ser habitual en las zonas de mucho frío, se apuesta por guisos contundentes de carnes, pescado de alto contenido graso como el salmón o fabulosas sopas. Escandinavia está a la vanguardia de la cocina moderna, con restaurantes tan prestigiosos como el Noma, en Copenhague, pero también es sencillo encontrar menús con platos tradicionales que nos permitirán probar carnes: el alce, el reno o el oso, o incluso frailecillos, en las Islas Feroe. Tampoco podemos olvidar licores tradicionales, como el Brennivín, aguardiente islandés conocido como ‘la muerte negra’, o la cerveza, muy consumida en toda Escandinavia.
Es difícil abandonar Escandinavia sin traerse algún recuerdo en la maleta. Hay decenas de opciones: desde piezas de artesanía como la porcelana y la cerámica danesa hasta souvenirs clásicos como cascos vikingos, pasando por productos de alimentación como licores típicos, salmón ahumado, arenques en conserva, queso o alguna carne ‘diferente’ envasada al vacío.
Tampoco hay que olvidar los productos de diseño, tanto de ropa como de hogar, siempre a la vanguardia mundial, o los souvenirs de lana o de piel de reno o cabra. Además, teniendo en cuenta el clima frío de la zona, podremos encontrar excelentes equipamientos para senderismo, caza y esquí.
En Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre.
En Noruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Dinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembre.
En Finlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Islandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.).
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.