Bergen, un paisaje de ensueño

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Bryggen es un precioso barrio histórico situado en el muelle de Bergen. Dar un agradable paseo rodeado por sus coloridas casitas de madera es una experiencia increíble. Asimismo, cabe mencionar que los edificios de madera han sufrido varios incendios a lo largo de la historia, conservándose algunos que datan de principios del siglo XVIII, mientras que el resto son más recientes. Por otra parte, también se puede disfrutar de los restaurantes, bares y tiendas de la zona.

En la entrada del puerto de Bergen, se encuentra la medieval Fortaleza de Bergenhus, un encantador conjunto histórico con edificios que datan del siglo XIII. Se trata de una auténtica joya, pues es una de las fortificaciones más viejas y mejor conservadas de Noruega. Durante el siglo XIII fue residencia real y albergaba la residencia, una catedral, varias iglesias, la residencia del obispo y un monasterio dominicano. Actualmente, de aquella época inicial se conservan una sala medieval y una torre defensiva. Además, a día de hoy la Fortaleza de Bergenhus es utilizada para conciertos, fiestas y otros eventos públicos.

Sin lugar a dudas, una de las experiencias más especiales que vivir en Bergen es subir a la cima del monte Fløyen en el funicular Floibanen. Se trata de un mágico viaje que se empieza partiendo desde el centro de la ciudad, cerca del famoso mercado de pescado y del barrio Bryggen, hasta subir a la cima del monte, a una altura de aproximadamente 320 metros sobre el nivel del mar. Asimismo, el camino del funicular es una auténtica maravilla gracias al hermoso entorno natural. Una vez arriba, se encuentran senderos para explorar la zona, un restaurante, una cafetería, una tienda de recuerdos y una zona de juegos. Y todo acompañado de unas maravillosas vistas panorámicas.

En el emblemático barrio de Bryggen, se encuentra el edificio más antiguo conservado de la ciudad de Bergen, la iglesia de Santa María. Se trata de un templo de estilo arquitectónico románico que data del siglo XII y que está compuesto por una nave central y dos laterales. Además, la fachada occidental posee dos torres con chapiteles en forma de pirámide. En su interior, alberga un precioso retablo elaborado a finales del siglo XV que consiste en un tríptico abierto en el que figuran la Virgen María y el niño Jesús en el centro, rodeados por San Olaf, San Antonio, Santa Catalina de Alejandría y Santa Dorotea, mientras que en los extremos están representados los doce apóstoles.