¡Hola, Estocolmo!

En el centro histórico se encuentran las joyas más interesantes y relucientes de Estocolmo, una de ellas es el Palacio Real. Es la residencia oficial de la monarquía sueca y fue construida durante el siglo XIII como fortaleza. A lo largo de la historia se ha ido modernizado y cuenta con más de 600 habitaciones, cosa que lo convierte en uno de los palacios reales más grandes de Europa. Algunas de las salas más destacadas son los Aposentos Reales, la Capilla Real, el Salón de Banquetes, la Cámara del Tesoro, la Capilla Real, la Armería, el Museo de Carruajes y la Biblioteca con sus casi 100.000 libros antiguos.

En las cercanías del Palacio Real, se sitúa la curiosa y encantadora iglesia Riddarholmen. Se trata de una obra maestra que data del siglo XIII, la única iglesia medieval de la ciudad y uno de los edificios más antiguos de Estocolmo. Destaca por su fachada de ladrillo rojo y su torre en forma de aguja. En su interior, alberga auténticos tesoros como la colección de escudos de armas y la Capilla Bernadotte con sus preciosas decoraciones en forma de briales y sarcófagos de piedra.

El Museo Vasa es un buque de guerra, el más grande e imponente de la flota sueca del siglo XVII. En 1628 se hundió por su excesivo peso y no fue hasta 1961 que se logró recuperarlo y sacarlo a superficie. Además, gracias al bajo nivel de sal del mar Báltico se conservó muy bien. En el año 1990, se inauguró el barco como museo exponiendo colecciones de objetos de aquella época. Asimismo, se trata de un rincón que despierta mucho interés, prueba de ello es que se haya convertido en el museo más visitado de Escandinavia.

Ubicado en un privilegiado rincón, a orillas de la isla Kungsholmen, el Ayuntamiento de Estocolmo es un lugar de lo más interesante. Sus característicos ladrillos de color rojo junto a su torre de aguja con sus tres coronas lo hacen inconfundible. Por otra parte, en su interior destacan la Sala Azul, donde tiene lugar el banquete anual de los Premios Nobel, y el Salón Dorado con preciosos mosaicos formados por más de 18 millones de piezas doradas. Asimismo, subir la torre y contemplar las hermosas vistas a la ciudad es también una experiencia increíble que no se debe dejar escapar.