Sagarlore, flor de la manzana, es la culminación de un sueño: la creación de un alojamiento moderno y de calidad, y comprometido con la preservación de la riqueza natural y cultural del paisaje rural guipuzcoano, del cual procede la familia Otaño. El hotel ha sido construido en un antiguo caserío, construcción tradicional de la zona, y se encuentra en pleno entorno rural, rodeado de manzanos de sidra.
Sagarlore es el punto de partida ideal para vivir las auténticas experiencias gastronómicas que ofrecen San Sebastián y alrededores.
Dispone de 16 luminosas habitaciones, equipadas con baño completo, secador de pelo, climatización, tv Smart tv, teléfono y mesa de escritorio.