Este hotel goza de una posición privilegiada a los pies de la ciudad fortificada de Carcassonne. El edificio data del siglo XVIII, ofreciendo un ambiente histórico junto con modernos servicios y decoración para hacer la estancia de los huéspedes inolvidable. Los días solados se invita a los huéspedes a disfrutar de un desayuno continental entre flores en la terraza exterior. En el establecimiento se ofrecen una gran variedad de servicios, incluyendo comida para llevar y alquiler de bicicleta o coche. El personal simpático y profesional está siempre dispuesto a ayudar a los huéspedes en todo lo posible con servicios e informaciones que les permitan organizar su estancia.
Este destino pintoresco ofrece un alojamiento económico en Languedoc-Rosellón y es la base perfecta desde la que descubrir las delicias de la zona.
El hotel dispone de habitaciones con magníficas vistas a las torres del castillo y al jardín bien conservado.