Este hotel, construido en 2002, tiene cuatro plantas con un total de 224 habitaciones. En la recepción le atenderán las 24 horas del día. Parte de las instalaciones son la caja fuerte, el guardarropa, el ascensor y una cafetería. Dispone también de un bar, un restaurante a la carta, climatizado y con sillas altas para los niños, una sala de conferencias, acceso a Internet y conexión inalámbrica. Para completar el gran número de prestaciones, también tiene a su disposición servicio de habitaciones y de lavandería. Podrá aparcar el vehículo en el aparcamiento del hotel.
Este moderno hotel se encuentra cerca de las atracciones turísticas más populares, como la catedral de San Pablo, la Torre de Londres, el Ojo de Londres, la galería de arte Tate Modern, el West End y las calles comerciales más famosas. La estación de metro más cercana está a sólo 350 metros. Además, los bares, restaurantes, comercios y tiendas se encuentran a una distancia de 800 metros. Con el transporte público podrá llegar al aeropuerto de Heathrow en 60 minutos y al de Gatwick en unos 120.
Las habitaciones, decoradas y amuebladas con mucho gusto, disponen de baño con secador de pelo, teléfono de línea directa, radio, acceso a Internet, cocina americana, cama extra grande y TV vía satélite o por cable. Además, todas tienen moqueta, calefacción central y caja fuerte de alquiler.
Se aceptan: American Express, Visa, Mastercard y Diners Club. Además, tiene la posibilidad de pagar con tarjeta EC.
Tanto el desayuno como la cena se ofrecen en forma de bufet.
La Torre de Londres, oficialmente Palacio Real y Fortaleza de su Majestad, es un castillo histórico situado en la ribera norte del río Támesis en el centro de la ciudad. Se encuentra dentro del distrito londinense de Tower Hamlets, separado del límite norte de la ciudad por un espacio abierto conocido como Tower Hill. Se fundó hacia el fin de 1066 como parte de la conquista normanda de Inglaterra. La Torre Blanca, que da nombre al castillo entero, fue construido por Guillermo el Conquistador en 1078, convirtiéndose en símbolo de la opresión en Londres por parte de la nueva elite gobernante. Desde al menos 1100, el castillo fue usado como prisión, aunque no era este el propósito primario. En conjunto, la Torre es un complejo de varios edificios situado dentro de dos anillos concéntricos de muros defensivos y un foso; el castillo se amplió en varias fases, sobre todo en los siglos XII y XIII. La disposición general de finales del siglo XIII se ha mantenido a pesar de la actividad posterior.