El diseño de interior de este fantástico hotel construido en 1867 recuerda al de una casa solariega. Lámparas de porcelana holandesa complementan alfombras orientales y un esquema de colores cálidos por todo el establecimiento. No sorprende que el hotel sea popular entre la realeza y la gente famosa. Ofrece un servicio muy atento y el restaurante con estrellas Michelin, La Rive, donde se ofrece un amplio menú de cocina internacional de primera categoría. El establecimiento está climatizado y consta de un total de 79 habitaciones, además de ofrecer una amplia selección de comodidades como vestíbulo con servicio de salida 24 horas, ascensor, instalaciones para conferencias, conexión a Internet y servicio de habitaciones.
Este hotel es un establecimiento muy lujoso situado a orillas del río Amstel. Desde este establecimiento se puede caminar a la plaza principal, Rembrandtplein, y al teatro Carré. El aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol está aproximadamente a 30 km.
Las habitaciones vienen equipadas con todo lo que el huésped pueda necesitar para una estancia confortable y agradable. Los cuartos de baño en mármol están dotados de bañera, WC separado y cabina de ducha separada, con un cabezal de ducha gigante de gran intensidad, diseñado para estimular el efecto calmante de una cascada natural. Además, se ofrece secador de pelo, teléfono de línea directa, TV vía satélite/por cable, equipo de alta fidelidad, conexión a Internet, caja fuerte y minibar.
El almuerzo y la cena se pueden pedir a la carta.
Se aceptan American Express, Diners Club, MasterCard y VISA como formas de pago.
Es el principal mercado de Ámsterdam por ser el más turístico. Es lo que en España se conoce como Rastro y en otros países como Mercado de las Pulgas. Se trata de un mercadillo bastante grande, podemos encontrar desde los típicos quesos de rueda, alfombras, ropa interesante y cara, ropa pasada de moda, calzado, camisetas, prendas de piel, ropa oriental y sobre todo piezas de segunda mano muy interesantes, entre los que destacan los discos usados. Hay que buscar bien porque las mejores gangas suelen estar escondidas entre todos los objetos.