El Mercure Paris Gare de Lyon está situado justo al lado del tren y conexiones de metro en la estación de Lyon. Ofrece habitaciones insonorizadas con conexión inalámbrica a internet, té y cafetera.Las habitaciones con aire acondicionado en Mercure Gare de Lyon son amplias y luminosas y disponen de TV satélite con pantalla plana. Los baños privados están equipados con bañera y amenities.Un desayuno buffet se sirve todas las mañanas y los huéspedes también pueden tener un Desayuno Inglés servido a su habitación. Las comidas ligeras están disponibles a través del día en el restaurante del hotel, Le Rendez-Vous.Muchas de las atracciones turísticas de la ciudad y los distritos comerciales son fácilmente accesibles desde el hotel Mercure Gare de Lyon. El personal está disponible las 24 horas y el hotel tiene un servicio de entradas. Ópera de la Bastilla se encuentra a 850 metros de distancia. Bar, Recepción 24 horas, Prensa, Habitaciones para no fumadores, Habitaciones / instalaciones para personas de movilidad reducida, Ascensor, Caja fuerte, Habitaciones insonorizadas, Calefacción, Hotel de diseño, Guardaequipajes, Tiendas en el hotel, todos los espacios públicos y privados no fumadores, aire acondicionado, Snack Bar.Servicio de habitaciones, Salas reunión / salones banquetes, Centro de negocios, Servicio de lavandería, Servicio de tintorería, Desayuno en la habitación, Servicio de planchado, Limpiabotas, Fax / fotocopiadora, Venta de entradas.
El hotel está tras la torre del reloj de la estación de trenes Gare du Lyon. Está muy bien situado, cerca de la zona financiera y de negocios de la ciudad, del centro de deportes Bercy, de la biblioteca nacional francesa y de la opera Bastille.
Todas las habitaciones tienen cuarto de baño con secador de pelo, teléfono de línea directa, minibar, caja fuerte y aire acondicionado central.
En su centro se alza la colonne de Juillet, coronada por el famoso Génie de la Liberté, que conmemora la revolución de 1830. Pero la plaza es muy conocida por otra revolución: la de 1789. En esta época, el lugar estaba ocupado por la prisión de la Bastille, símbolo del poder absoluto del Ancien Régime. De esta prisión, destruida después de la Revolución Francesa, no queda nada. Hoy en día, la plaza sirve de marco para grandes eventos populares – conciertos, ferias, marchas ciudadanas – y de punto de encuentro ineludible para los noctámbulos que frecuentan los bares y restaurantes de los alrededores, sobre todo los de la rue de la Roquette.