Este histórico hotel urbano está alojado en un edificio tranquilo y con historia, que data de finales del s. XIX. Aquí encontrará confort y privacidad, rodeado de historia y arte. Está completamente renovado y cuenta con aire acondicionado, vestíbulo, recepción 24 horas, caja fuerte y ascensor. Cuenta con un total de 36 habitaciones y sus instalaciones se completan con bar, sala de desayunos, salón, conexión a Internet, así como servicio de habitaciones y de lavandería (con cargo adicional ambos). El hotel no cuenta con estacionamiento privado.
Este hotel, situado en el corazón de Roma, es uno de los más exclusivos y céntricos de la ciudad. Se encuentra en el centro histórico y comercial de la ciudad, a 100 m de la estación de metro de Barberini, a un corto paseo de la basílica más famosa de Roma, Santa María la Mayor, y a 10 minutos de la Ciudad del Vaticano y de la Basílica de San Pedro. Además, en solo unos minutos se llega a la Escalinata de la Plaza de España, Via Veneto, al Coliseo y a 'Piazza Venezia'.
Las habitaciones son amplias y confortables, con un amueblado de estilo clásico, y disponen de cuarto de baño, secador de pelo, TV vía satélite, teléfono de línea directa (con cargo adicional), calefacción, aire acondicionado, minibar (con cargo adicional), caja fuerte y conexión a Internet (con cargo adicional).
Un ambiente para comer desayunos continentales o tradicionales, bocados rápidos o aperitivos.
El hotel acepta las siguientes tarjetas de crédito como métodos de pago: American Express, Diners Club, JCB, MasterCard y VISA.
Se organizan visitas guiadas a petición.
La Fontana di Trevi es la fuente más monumental de Roma y una de las más hermosas del mundo. La historia de esta fuente se remonta a los tiempos del emperador Augusto. La monumental fuente que hoy admiramos fue construida en el siglo XVIII por un hombre casi desconocido, Nicola Salvi. Los trabajos para su construcción se prolongaron durante 30 años. Una de las características destacadas de la Fontana di Trevi es el contraste entre la monumentalidad de la fuente y la estrechez de la plaza en que se encuentra: tan escondida entre callejuelas que cuesta trabajo encontrarla. Existe la costumbre de arrojar una moneda al estanque para asegurar el retorno a la Ciudad Eterna.