Se trata de un hotel renovado. Podrá dejar su equipaje en recepción tanto a su llegada como a su partida. El personal, agradable y atento, le ayudará a pasar una estancia inolvidable en Roma y estará encantado de proporcionarle información útil sobre cómo reservar visitas guiadas, pedir un taxi, alquilar scooters o encontrar un buen restaurante.
Este hotel, situado en el centro de Roma, combina la magia de una ciudad eternal y la belleza de sus construcciones antiguas con el servicio de alto nivel que se espera de un hotel de calidad. En el siglo XVII, en esta zona residían algunas de las familias más importantes y ricas de Roma, por lo que lo convirtieron en el centro de la vida social y económica de la ciudad de aquella época. Hoy en día, un paseo por la zona reaviva el esplendor del pasado. Además, la excelente ubicación del hotel hace que sea ideal para descubrir los paraísos culturales de las inmediaciones, como el Vaticano, la Plaza de España, el Coliseo, la Villa Borghese, la Plaza Navona, el Panteón, el Campo de Fiori e Isola Tiberina. El hotel es una residencia glamurosa, ideal para los que les gusta viajar y, a la vez, sentirse como en casa. Los aeropuertos de Roma Fiumicino y Ciampino distan 40 y 30 km respectivamente.
Este hotel consta de tan solo 8 habitaciones, todas ellas tranquilas y decoradas maravillosamente, con mobiliario elegante y cuarto de baño privado con ducha y secador de pelo. Además, las habitaciones cuentan con una alfombra confortable, TV, sistema de climatización regulable y, para ofrecerle una estancia lo más cómoda posible, las camas están equipadas con colchones ortopédicos.
Se sirve desayuno continental de gran calidad.
Impresionante selección de importantes restos arqueológicos romanos en donde antiguamente se encontraban las Termas de Diocleciano. El museo se distribuye entre el Claustro de Miguel Ángel, que incluye un jardín; el Aula Octogonal, el de San Isidoro, y la sala principal de las Termas.