El hotel está bajo supervisión de jóvenes managers, cuyo deseo es hacer que los niveles internacionales de hotel alcancen nuevas metas, junto con los estudiantes que forman el personal del hotel. Un agradable detalle es el hecho de que el hotel se encuentra en el edificio de un antiguo colegio del mismo periodo arquitectónico que el Rijksmuseum. Este estilo es fácilmente reconocible y el edificio cuenta, merecidamente, con el estatus de monumento. En la sala y el precioso patio se puede disfrutar de una relajante taza de té o de un cóctel refrescante. Los salones privados se pueden usar para reuniones de negocios, así como para reuniones privadas. Las instalaciones del hotel incluyen vestíbulo con recepción 24 horas y restaurante. Por un suplemento podrá hacer uso, además, de la conexión a Internet WiFi, del servicio de lavandería y del aparcamiento.
Este hotel urbano goza de una práctica ubicación cerca de Museumplein (plaza del Museo). Aunque hay una parada de tranvía frente al hotel, se puede llegar fácilmente, tras un agradable paseo, a varias zonas de interés. La sala de conciertos de Ámsterdam, el Concertgebouw, y numerosos museos están situados en un radio de 300 m. El aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol dista aproximadamente 10 km del hotel.
Todas las habitaciones están dotadas de cuarto de baño privado y equipadas con aire acondicionado regulable, así como con bañera/ducha y WC, teléfono de línea directa, TV de pantalla plana, conexión a Internet, caja fuerte y minibar. Además, se proporcionan albornoz y zapatillas.
La cocina tradicional holandesa, con un toque moderno, se presenta de forma profesional en el restaurante. Se ofrece desayuno y el almuerzo y cena se sirven a la carta.
Se aceptan American Express, MasterCard y VISA como formas de pago.
El término holandés Concertgebouw literalmente se traduce en Inglés como edificio de conciertos. Debido a su gran prestigio acústica, el Concertgebouw se considera una de las mejores salas de concierto del mundo. Se abrió el 11 de abril de 1888, con un concierto inaugural en el que participaron una orquesta de 120 músicos y un coro de 500 cantantes. La orquesta residente del Concertgebouw es la Royal Concertgebouw Orchestra que dio su primer concierto en la sala.