Noruega: Todo Fiordos , Estocolmo y Copenhague
Con un pie en la naturaleza y otro en la ciudad
Explorar circuitoNoruega: Todo Fiordos , Estocolmo y Copenhague
- Duración
- 12 días
- Tipo de circuito
- Circuito
¿Cómo son los fiordos? ¿Te gustó Escandinavia? Basta de preguntas, amigo viajero. Es hora de que tú respondas a estas cuestiones después de tu viaje por Fiordos y las Capitales Escandinavas. No encontrarás suficientes adjetivos superlativos para definirlo… Así que empieza con un bonito recorrido por la costa noruega hasta llegar a Alesund, una ciudad modernista que te dejará con la boca abierta. Goza de un espectacular paseo en barco por el Storfjord y el Geiranger, el fiordo reconocido como Patrimonio de la Humanidad gracias a sus escarpadas montañas de más de 1.000 de altura, de las que caen unas impresionantes cascadas como el Velo de la Novia o el Pretendiente. Alucina mientras caminas en la lengua de un glaciar y maravíllate en el barco por el Fiordo de los Sueños, el más largo y profundo de toda Noruega. Permite que Bergen te enamore con su viejo puerto de Bryggen y sus casitas de madera posando, como pasando revista.
“Explora la Ruta Atlántica atravesando fiordos, pasando por islas y cruzando túneles hasta llegar a Stavanger, con su encanto marinero de casas de madera”
Y siente el vértigo subiendo en funicular a lo más alto de la colina Floyfjellet para ver la mejor postal de Bergen, antigua capital de Noruega. Explora la Ruta Atlántica atravesando fiordos, pasando por islas y cruzando túneles submarinos hasta llegar a Stavanger, con su encanto marinero de casas de madera y ambiente tranquilo. No dejes de hacerte una foto en el espectacular fiordo de Lyse y sentir la inmensidad de la naturaleza desde lo alto del Prekestolen o Púlpito, ese impresionante pedazo de piedra que viste en las revistas de viajes. Y en el último trayecto de tu viaje, pondrás los pies en el asfalto de Oslo, donde te espera una preciosa capital llena de monumentos y museos. Luego visitarás Estocolmo, para maravillarte en Gamla Stan, el Ayuntamiento o la Catedral y aprenderás de todo en sus interesantes museos, como el Vasa, donde se expone un galeón real hundido en 1628; el de Arte Contemporáneo o el Skansen, el primero al aire libre del mundo. Y seguirás buscando apelativos en Copenhague para definir esa perfecta mezcla entre la tradición medieval y la más activa modernidad de una ciudad cosmopolita. Sencillamente, sensacional.
Vive experiencias únicas
¿Qué te parece empezar una visita caminando por el tejado? Esta es la revolucionaria idea con la que se construyó la nueva Ópera de Oslo. Se partía de la base de que, en Noruega, escalar montañas y recorrer senderos es lo más habitual del mundo y está abierto a toda la gente que vive o visita el país. ¿Por qué entonces no se podía hacer lo mismo con los edificios? Olvídate de las prohibiciones clásicas para los visitantes, aquello de ‘no tocar’ o ‘no pasar’. Aquí puedes tocar, sentarte, caminar, bailar, hacerte fotos… El tejado de mármol es una parte fundamental de la visita a este flamante edificio, construido en 2008 siguiendo un diseño de los artistas noruegos Kristian Blystad, Kalle Grude y Jorunn Sannes. Así sube a lo alto, date un garbeo y siéntate tranquilamente.
Mira a tu derecha: ¿ves las coloridas casitas de madera sobre los fiordos? ¿A que se merecen una foto para colgar en tus redes sociales? Ahora gira la cabeza y mira a la izquierda. Verás las montañas y colinas que abrazan la capital noruega. Y cuando te hayas cansado de estar al aire libre, entra en el edificio porque vas a encontrar tres espléndidos escenarios, salas públicas, auditorías y un lugar de trabajo para más de 600 artistas de la ópera y el ballet, muchos de ellos abiertos al público. Volverás a ser un niño jugando a tocar, pisar o simplemente explorar cada rincón de este inusual lugar. Y si tienes tiempo, presencia uno de sus espectáculos al aire libre. Toda una experiencia.
Si no te quieres conformar con caminar por el tejado del edificio y quieres ver una representación en su interior, puedes reservar entradas en sus taquillas, por teléfono o en su página web, donde también se pueden consultar las obras: www.operaen.no. Si te basta con ver el interior, aunque no haya actuaciones, puedes realizar un recorrido guiado.
Es un fenómeno habitual en muchas ciudades marineras: el antiguo astillero renace de sus cenizas y se convierte en la zona de moda de la ciudad. Aker Brygge es un buen ejemplo de ello. Este muelle se ha convertido en una de las zonas más animadas de Oslo gracias a su reinvención como moderno centro comercial con infinidad de bares, restaurantes o tiendas. Así que, querido viajero, date el gustazo de comerte frente al mar unas gambas recién pescadas junto con un panecillo crujiente con mayonesa y un poco de limón.
¡Bienvenido al bienvivir! Para ello, puedes buscar un sitio en alguna de las muchas terrazas de la zona u optar por la opción más tradicional, comprando un puñado de gambas en la Cooperativa de Pescadores. Y para bajar la comida, nada mejor que un buen paseo. Sigue las torres naranjas y podrás disfrutar de un agradable caminar por el paseo del Puerto de Oslo, que se extiende de este a oeste de la ciudad a lo largo de nueve kilómetros. Tú decides cuánto caminas, quizá en función de las gambas que te hayas comido…
Si hace buen tiempo, Aker Brygge es el lugar ideal para pasear y tomar algo. Y difícil será que no encuentres sitio para sentarte, porque los restaurantes de la zona tienen un total de 2.500 sillas en sus terrazas. Sin no te apetece comer ni beber nada, no te preocupes porque también podrás entrar en tiendas de todo tipo y salas de exposiciones y conciertos.
¿Te imaginas explorar el frío Ártico o la helada Antártida sin salir de Oslo? Pues visita el Museo Fram, donde vas a encontrar el navío que te permitirá ponerte en la piel de los grandes exploradores noruegos Fridtjof Nansen, Otto Sverdrup, Oscar Wisting y Roald Amundsen que, entre 1893 y 1912, navegaron en este barco por las gélidas aguas del Ártico y el Antártico. Este navío, considerado como el barco de madera más resistente del mundo, fue diseñado en 1892 por el constructor de embarcaciones noruego Colin Archer. Y está claro que hizo un trabajo excepcional, porque no hay un barco similar que haya llegado más al norte ni más al sur. Y ahora lo tendrás delante de ti, intacto y cargado de objetos originales en su interior.
Además de la nave original, este museo situado en la isla de Bygdøy, muestra abundante material sobre las expediciones polares: trajes, documentos, fotografías, herramientas, etc. ¿Sabías que Fram significa ‘adelante’ en noruego? El nombre le viene al pelo, ¿a que sí?
Quizá te asusten un poco cuando te digan que hay que caminar durante unas dos horas. Pero no temas, es una ruta tranquila y agradable. Y el destino final es fabuloso. Seguro que lo has visto muchas veces en fotos, porque es una de las postales más características de Noruega. ¿De verdad te lo vas a perder?
Se llama Preikestolen o Púlpito y es una formación rocosa cuadrada que permite contemplar desde una preciosa atalaya natural unas fabulosas vistas desde los 604 metros de altura sobre el fiordo de Lyse. Cada año, más de 200.000 personas se ponen calzado cómodo y deciden sudar un poquito para acudir a la llamada de este Púlpito ubicado en Ryfylke, una región de fiordos situada al norte de Stavanger y al este de Haugesund. Y si quieres más vistas estupendas, en esta región vas a encontrar los excepcionales parajes del valle del interior de Ryfylke e increíbles páramos e islas, ideales para caminar o ir en bicicleta.
Sabes que ha merecido la pena darte el paseo, pero seguro que se te ha abierto el apetito. Recuperar fuerzas después de visitar el Preikestolen es una buena excusa para disfrutar con la deliciosa gastronomía de la región. ¿Te apetecen unas empanadas de patata llamadas komler? ¿Y pescado y marisco recién pescado? Prueba también los pasteles gong cocinados a la plancha o el suldalsskinke, un jamón típico de la zona.
¿Preparado para conocer la ciudad más diferente de Noruega? Alesund tiene un carácter único gracias a sus edificios. Si te fijas, casi todos son de estilo modernista, lo que convierte a esta bonita ciudad del oeste del país en una de las capitales mundiales del Art Noveau. Todo comenzó con una desgracia.
El 23 de enero de 1904 un incendio destruyó casi toda la ciudad, aunque afortunadamente solo hubo que lamentar un muerto. Eso sí, más de 100.000 personas se quedaron sin hogar en pleno invierno, así que hubo que iniciar la reconstrucción de los edificios a toda prisa. El Kaiser Guillermo II de Alemania, que solía veranear en la zona, envió rápidamente cuatro barcos con materiales para construir barracones y casas temporales. Y, mientras tanto, en apenas unos pocos años se levantaron nuevas viviendas, casi todas ellas siguiendo el estilo arquitectónico que estaba de moda en esa época, el Modernismo. Basta con que des un paseo por el centro y te fijes en los edificios que te rodean. Sube también al mirador para disfrutar de la panorámica desde arriba. ¿A que es una ciudad con carácter propio?
Alesund tiene una intensa vida cultural, así que es casi seguro que te encontrarás festivales, conciertos o exposiciones cuando visites la ciudad. Ten en cuenta que la ciudad tiene una pujante economía –su puerto es uno de los más importantes de Noruega y alberga una gran industria pesquera-, lo que le ha permitido crecer constantemente.
Hay muchos motivos para que visites la Catedral Real. En primer lugar, es la iglesia más antigua de Estocolmo. Ya solo por eso, merece que te pases por la catedral de San Nicolás, situada en pleno Gamla Stan (ciudad vieja). En segundo lugar, vas a poder contemplar una preciosa escultura de madera muy bien conservada de San Jorge luchando contra el dragón. Cuentan que el artista alemán Bernt Notke tardó cinco años en completar el encargo de Sten Sture después de su victoria en la batalla de Brunkeberg en 1471 sobre el rey danés. La estatua es un relicario –porque alberga los supuestos restos de San Jorge y otros santos- hecha en maderas nobles y en cuerno de alce.
Y si no te parecen motivos suficientes para visitar la catedral de Estocolmo, échale una ojeada al Vädersolstavlan, considerada como la pintura más antigua de la ciudad… Y eso que es una copia de la original que se perdió hace siglos y databa de 1535. En ella podrás observar el parhelio, un fenómeno meteorológico muy habitual en climas gélidos que consiste en varios reflejos del sol sobre las nubes.
En la visita a la Catedral de San Nicolás tampoco te pierdas el púlpito y su majestuoso altar mayor. Y cuando salgas, dirígete a la pequeña plaza de Köpmanbrinken, en la zona vieja de Estocolmo. Allí encontrarás una réplica de la escultura de madera original de la Catedral.
No esperes una gran estatua que llame tu atención. A La Sirenita no le hace falta eso. Sus 125 centímetros de alto y 175 kilos de peso le bastan y le sobran para ser el símbolo por antonomasia de Copenhague. Su embrujo te va a cautivar desde el primer momento. Esa melancolía que transmite te explica que su historia no tiene nada que ver con la versión edulcorada de Disney, sino que es la tragedia de un amor imposible entre seres de dos mundos. La Sirenita fue un regalo a la ciudad del cervecero Carl Jacobsen, hijo del fundador de la Carlsberg.
Le encargó la obra al artista Edvard Eriksen, que sacó la idea de una representación de La Sirenita por el Ballet Real de Dinamarca en 1909. Dicen que le impactó tanto la actuación de la bailarina protagonista, Ellen Prince, que decidió crear una estatua con este personaje. Eso sí, como modelo escogió a su mujer, Eline Eriksen.
Ser el icono de la ciudad le ha costado a La Sirenita más de un disgusto. La han decapitado dos veces (1964 y 1998), perdió un brazo en 1984, fue pintada de rojo en varias ocasiones y despareció unos días hasta que la encontraron en el mar en septiembre de 2003. Eso sí, además de recibir miles de visitas cada día, ser el símbolo de Copenhague también conlleva otras ventajas, como pasar unos meses en Shanghai para representar a Dinamarca en la Exposición Universal de 2010.
En Copenhague, todos los caminos conducen a Nyhavn. Es el canal más famoso de la ciudad y una de las zonas más bonitas de la capital danesa. No puedes dejar de fotografiar sus pintorescas fachadas de colores que escoltan desde ambos lados a viejos barcos de madera que rememoran el pasado marinero de la ciudad. Antiguamente, aquí vivieron marineros y prostitutas, pero hoy Nyhavn se ha convertido en una de las zonas de ocio de la capital danesa gracias a sus numerosos bares y restaurantes. Así que no lo dudes, date un paseo, escoge un bar y siéntate a tomar algo.
¡Bienvenido al bienvivir! La foto triunfa en tus redes sociales con total seguridad. Para mimetizarte con los daneses, pídete una cerveza –en Dinamarca son muy cerveceros y presumen de tener la que “posiblemente” es la mejor cerveza del mundo, la Carlsberg- y para picar, prueba algo típico de la cocina escandinava como un arenque –ahumado, frito, encurtido... ¡de mil maneras!-. Y si te apetece completar la excursión y el tiempo lo permite –porque en invierno a veces hace tanto frío que se congela el canal- puedes hacer una excursión en barco desde allí para ver Copenhague desde el mar o visitar alguna de las islas cercanas.
Si estás dando un paseo, fíjate bien en el número 18 y 20 de la calle porque allí vivió el escritor Hans Christian Andersen, que escribió algunos de sus reconocidos cuentos, como La Princesa y el Guisante, en este lugar. También tienes que fijarte en que, al principio del canal, hay un ancla: es un monumento que conmemora a los 2.000 marineros daneses que murieron en la Segunda Guerra Mundial.
Descubre el itinerario
- Alojamiento.
- Oslo
- Desayuno. Cena.
- Aalesund
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Geiranger
- Skei
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Bergen
- Subida en funicular a la colina Floyfjellet
- Panorámica de Bergen
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Stavanger
- Desayuno. Cena.
- Stavanger
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Oslo
- Visita panorámica de Oslo
- Desayuno. Cena.
- Karlstad
- Estocolmo
- Desayuno. Almuerzo.
- Estocolmo
- Visita panorámica de Estocolmo
- Desayuno.
- Copenhague
- Desayuno.
- Copenhague
- Visita panorámica de Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
Conoce un poco más Escandinavia
La cocina escandinava está marcada por el duro clima de la zona. Como suele ser habitual en las zonas de mucho frío, se apuesta por guisos contundentes de carnes, pescado de alto contenido graso como el salmón o fabulosas sopas. Escandinavia está a la vanguardia de la cocina moderna, con restaurantes tan prestigiosos como el Noma, en Copenhague, pero también es sencillo encontrar menús con platos tradicionales que nos permitirán probar carnes: el alce, el reno o el oso, o incluso frailecillos, en las Islas Feroe. Tampoco podemos olvidar licores tradicionales, como el Brennivín, aguardiente islandés conocido como ‘la muerte negra’, o la cerveza, muy consumida en toda Escandinavia.
Es difícil abandonar Escandinavia sin traerse algún recuerdo en la maleta. Hay decenas de opciones: desde piezas de artesanía como la porcelana y la cerámica danesa hasta souvenirs clásicos como cascos vikingos, pasando por productos de alimentación como licores típicos, salmón ahumado, arenques en conserva, queso o alguna carne ‘diferente’ envasada al vacío.
Tampoco hay que olvidar los productos de diseño, tanto de ropa como de hogar, siempre a la vanguardia mundial, o los souvenirs de lana o de piel de reno o cabra. Además, teniendo en cuenta el clima frío de la zona, podremos encontrar excelentes equipamientos para senderismo, caza y esquí.
En Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre.
En Noruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Dinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembre.
En Finlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Islandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.).
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.