Dinamarca: Todo Fiordos y Copenhague
- Duración
- 10 días
- Tipo de circuito
- Circuito
¿Aún no lo sabes, querido viajero? Pues echa la brújula al bolsillo y no te pierdas este recorrido que te dejará una huella para toda la vida. Tu viaje por los Fiordos y Copenhague se inicia en Oslo, desde donde partirás hacia la costa disfrutando de las espectaculares vistas del mayor lago de Noruega, el Mjøsa, y del valle de Gudbrandsdal. Llegarás a Alesund, una ciudad única en todo el país gracias a sus edificios modernistas, construidos a principios de siglo después de un incendio que asoló la ciudad en 1904. Contemplarás la grandeza de los fiordos de Storfjord y Geiranger con sus hermosas cascadas cayendo. ¿Adivinas qué es el Velo de la Novia o las Siete Hermanas? Y vivirás la experiencia única de caminar sobre el glaciar de Briksdal, situado en el corazón del Parque Natural de Jostedalsbreen, observando su intenso color azulado. ¡Descubre por qué lo ves de ese color!
“Y llegarás a uno de los momentos más esperados de tu viaje: la excursión al fiordo Lyse y la subida al Preikestolen o el Púlpito”
Alcanzarás el Fiordo de los Sueños más despierto que nunca. ¿Sabías que tiene más de 200 kilómetros de largo y 1.300 metros de profundidad? Es el más largo y profundo de toda Noruega… Llegarás a Bergen con la boca abierta, tras atravesar el espectacular Valle de Voss. Y no podrás dejar de maravillarte en la antigua capital del país, divisando su privilegiado enclave y su barrio marinero. ¿Sabías que Bergen está ubicada entre siete fiordos y siete colinas? Para alcanzar Stavanger antes pasarás por preciosos paisajes de los fiordos de Bjöna y Bokna, las islas de Rennesoy y los túneles submarinos de Rennfast. Y llegarás a uno de los momentos más esperados del viaje: la excursión al fiordo Lyse y la subida al Preikestolen o el Púlpito. ¡Eso sí que es una postal para no olvidar! Desharás tus pasos hasta Oslo para ver el Parque Frogner, el castillo de Akershus y otros de sus principales lugares de interés, además de algunos de sus interesantísimos museos. Y por último, llegarás a Copenhague, la ciudad más grande de Escandinavia, que te recibirá con toda la vanguardia actual y el encanto de tiempos pretéritos como los palacios de Christianborg o Amalienborg y sus míticas casas frente al canal de Nyhavn. Y cuando vuelvas a casa, tendrás tus propias postales para recordar.
Vive experiencias únicas
¿Qué te parece empezar una visita caminando por el tejado? Esta es la revolucionaria idea con la que se construyó la nueva Ópera de Oslo. Se partía de la base de que, en Noruega, escalar montañas y recorrer senderos es lo más habitual del mundo y está abierto a toda la gente que vive o visita el país. ¿Por qué entonces no se podía hacer lo mismo con los edificios? Olvídate de las prohibiciones clásicas para los visitantes, aquello de ‘no tocar’ o ‘no pasar’. Aquí puedes tocar, sentarte, caminar, bailar, hacerte fotos… El tejado de mármol es una parte fundamental de la visita a este flamante edificio, construido en 2008 siguiendo un diseño de los artistas noruegos Kristian Blystad, Kalle Grude y Jorunn Sannes. Así sube a lo alto, date un garbeo y siéntate tranquilamente.
Mira a tu derecha: ¿ves las coloridas casitas de madera sobre los fiordos? ¿A que se merecen una foto para colgar en tus redes sociales? Ahora gira la cabeza y mira a la izquierda. Verás las montañas y colinas que abrazan la capital noruega. Y cuando te hayas cansado de estar al aire libre, entra en el edificio porque vas a encontrar tres espléndidos escenarios, salas públicas, auditorías y un lugar de trabajo para más de 600 artistas de la ópera y el ballet, muchos de ellos abiertos al público. Volverás a ser un niño jugando a tocar, pisar o simplemente explorar cada rincón de este inusual lugar. Y si tienes tiempo, presencia uno de sus espectáculos al aire libre. Toda una experiencia.
Si no te quieres conformar con caminar por el tejado del edificio y quieres ver una representación en su interior, puedes reservar entradas en sus taquillas, por teléfono o en su página web, donde también se pueden consultar las obras: www.operaen.no. Si te basta con ver el interior, aunque no haya actuaciones, puedes realizar un recorrido guiado.
Es un fenómeno habitual en muchas ciudades marineras: el antiguo astillero renace de sus cenizas y se convierte en la zona de moda de la ciudad. Aker Brygge es un buen ejemplo de ello. Este muelle se ha convertido en una de las zonas más animadas de Oslo gracias a su reinvención como moderno centro comercial con infinidad de bares, restaurantes o tiendas. Así que, querido viajero, date el gustazo de comerte frente al mar unas gambas recién pescadas junto con un panecillo crujiente con mayonesa y un poco de limón.
¡Bienvenido al bienvivir! Para ello, puedes buscar un sitio en alguna de las muchas terrazas de la zona u optar por la opción más tradicional, comprando un puñado de gambas en la Cooperativa de Pescadores. Y para bajar la comida, nada mejor que un buen paseo. Sigue las torres naranjas y podrás disfrutar de un agradable caminar por el paseo del Puerto de Oslo, que se extiende de este a oeste de la ciudad a lo largo de nueve kilómetros. Tú decides cuánto caminas, quizá en función de las gambas que te hayas comido…
Si hace buen tiempo, Aker Brygge es el lugar ideal para pasear y tomar algo. Y difícil será que no encuentres sitio para sentarte, porque los restaurantes de la zona tienen un total de 2.500 sillas en sus terrazas. Sin no te apetece comer ni beber nada, no te preocupes porque también podrás entrar en tiendas de todo tipo y salas de exposiciones y conciertos.
¿Te imaginas explorar el frío Ártico o la helada Antártida sin salir de Oslo? Pues visita el Museo Fram, donde vas a encontrar el navío que te permitirá ponerte en la piel de los grandes exploradores noruegos Fridtjof Nansen, Otto Sverdrup, Oscar Wisting y Roald Amundsen que, entre 1893 y 1912, navegaron en este barco por las gélidas aguas del Ártico y el Antártico. Este navío, considerado como el barco de madera más resistente del mundo, fue diseñado en 1892 por el constructor de embarcaciones noruego Colin Archer. Y está claro que hizo un trabajo excepcional, porque no hay un barco similar que haya llegado más al norte ni más al sur. Y ahora lo tendrás delante de ti, intacto y cargado de objetos originales en su interior.
Además de la nave original, este museo situado en la isla de Bygdøy, muestra abundante material sobre las expediciones polares: trajes, documentos, fotografías, herramientas, etc. ¿Sabías que Fram significa ‘adelante’ en noruego? El nombre le viene al pelo, ¿a que sí?
Ponte ropa floreada, gafas de sol de colores y entra en Christiania. Esta comuna hippy, que se declara independiente de Dinamarca desde que se fundó a principios de los años 70, es una de las grandes atracciones turísticas de Copenhague. Seguro que tú, al igual que muchos viajeros , tienes curiosidad por ver este experimento político comunal y anarquista desarrollado, paradójicamente, en unos barracones militares abandonados en el barrio de Christianshavn. En su época dorada se podía comprar, vender y consumir drogas blandas sin problemas en todo el barrio –de hecho, su arteria principal se llama Pusher Street, calle del vendedor de estupefacientes-.
Ahora el ambiente es algo más turbio porque la policía ha aumentado las redadas y esto ha reducido la permisividad con la venta de drogas. Y sin embargo, el barrio sigue mereciendo una visita. Porque muchos de sus rincones mantienen ese espíritu alternativo con el que se creó, porque puedes encontrar bares, restaurantes y tiendas de artesanía muy interesantes, porque puedes pasear por pintorescas calles entre canales y murales pintados de múltiples colores y porque, según presumen sus 1.000 habitantes, es un territorio independiente de Dinamarca y de la Unión Europea.
Puedes visitar Christiania en viajes organizados o por libre. En todo caso, conviene que te leas antes las normas de convivencia de la comunidad y que seas muy respetuoso, porque está prohibido hacer fotos en muchas de las zonas.
Cuando salgas de Christiania, fíjate en el cartel que te dice que “estás entrando en la Unión Europea”. ¿A que es una foto curiosa para colgar en tus redes sociales?
Dicen que hacen la que “posiblemente” es la mejor cerveza del mundo. ¿Será verdad o es todo culpa de una excelente campaña de marketing? Estás en el lugar ideal para comprobarlo y dar tu opinión. Aunque la producción de Carlsberg está repartida por factorías por toda Dinamarca, la fábrica original está a las afueras de Copenhague. Así que, viajero amante del zumo de cebada, preséntate en la puerta de la fábrica y disponte a catar esta famosa cerveza que se produce desde 1847. Antes de remojar el gaznate, te van a explicar la historia de la bebida y cómo se elabora, además de enseñarte la maquinaria antigua y moderna, los botellines y otros aspectos curiosos de la marca.
De hecho, la fábrica alberga la colección más grande del mundo de botellines de cerveza diferentes. Y para que no todo sea cerveza, también podrás acariciar a los caballos de Jutlandia que antiguamente tiraban de los carruajes llenos de barriles de cerveza y contemplar una exposición de esculturas recopiladas por Carl Jacobsen, hijo del fundador de la fábrica y creador de la mítica Sirenita de Copenhague. Y sí, tranquilo, que al final de la visita hay una degustación de cerveza. ¿La mejor del mundo? Tú decides.
La factoría de Carlsberg está algo alejada del centro: puedes llegar en autobús, tren de cercanías o mediante el shuttle gratuito que pone la empresa desde el centro.
No esperes una gran estatua que llame tu atención. A La Sirenita no le hace falta eso. Sus 125 centímetros de alto y 175 kilos de peso le bastan y le sobran para ser el símbolo por antonomasia de Copenhague. Su embrujo te va a cautivar desde el primer momento. Esa melancolía que transmite te explica que su historia no tiene nada que ver con la versión edulcorada de Disney, sino que es la tragedia de un amor imposible entre seres de dos mundos. La Sirenita fue un regalo a la ciudad del cervecero Carl Jacobsen, hijo del fundador de la Carlsberg.
Le encargó la obra al artista Edvard Eriksen, que sacó la idea de una representación de La Sirenita por el Ballet Real de Dinamarca en 1909. Dicen que le impactó tanto la actuación de la bailarina protagonista, Ellen Prince, que decidió crear una estatua con este personaje. Eso sí, como modelo escogió a su mujer, Eline Eriksen.
Ser el icono de la ciudad le ha costado a La Sirenita más de un disgusto. La han decapitado dos veces (1964 y 1998), perdió un brazo en 1984, fue pintada de rojo en varias ocasiones y despareció unos días hasta que la encontraron en el mar en septiembre de 2003. Eso sí, además de recibir miles de visitas cada día, ser el símbolo de Copenhague también conlleva otras ventajas, como pasar unos meses en Shanghai para representar a Dinamarca en la Exposición Universal de 2010.
En Copenhague, todos los caminos conducen a Nyhavn. Es el canal más famoso de la ciudad y una de las zonas más bonitas de la capital danesa. No puedes dejar de fotografiar sus pintorescas fachadas de colores que escoltan desde ambos lados a viejos barcos de madera que rememoran el pasado marinero de la ciudad. Antiguamente, aquí vivieron marineros y prostitutas, pero hoy Nyhavn se ha convertido en una de las zonas de ocio de la capital danesa gracias a sus numerosos bares y restaurantes. Así que no lo dudes, date un paseo, escoge un bar y siéntate a tomar algo.
¡Bienvenido al bienvivir! La foto triunfa en tus redes sociales con total seguridad. Para mimetizarte con los daneses, pídete una cerveza –en Dinamarca son muy cerveceros y presumen de tener la que “posiblemente” es la mejor cerveza del mundo, la Carlsberg- y para picar, prueba algo típico de la cocina escandinava como un arenque –ahumado, frito, encurtido... ¡de mil maneras!-. Y si te apetece completar la excursión y el tiempo lo permite –porque en invierno a veces hace tanto frío que se congela el canal- puedes hacer una excursión en barco desde allí para ver Copenhague desde el mar o visitar alguna de las islas cercanas.
Si estás dando un paseo, fíjate bien en el número 18 y 20 de la calle porque allí vivió el escritor Hans Christian Andersen, que escribió algunos de sus reconocidos cuentos, como La Princesa y el Guisante, en este lugar. También tienes que fijarte en que, al principio del canal, hay un ancla: es un monumento que conmemora a los 2.000 marineros daneses que murieron en la Segunda Guerra Mundial.
Dicen que Bergen es la ciudad más bonita de toda Noruega. Y no solo lo aseguran sus orgullosos habitantes, sino que es una afirmación común en todo el país. En un primer vistazo, es probable que entiendas las razones. Bergen está localizada en un enclave fabuloso, rodeada de siete colinas y siete fiordos. Cuando te adentres en sus calles, seguro que ya piensas igual que la mayoría de los noruegos. Pese a ser la segunda ciudad más grande de todo el país, Bergen aún conserva un casco histórico precioso, en el que destaca el barrio de casas de madera y el puerto antiguo de Bryggen, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es la herencia que dejó la etapa de más progreso en la ciudad, bajo el dominio de la Liga Hanseática, cuando era la principal localidad del país gracias a su dominio del comercio.
Para acabar de enamorarte de Bergen, ya sólo te falta pasear por sus calles. Es una gran ciudad pero tiene todo el encanto de los pueblos y, además, una intensa actividad, gracias en parte a la animada vida estudiantil -se calcula que en torno al 10% de sus habitantes son universitarios-. Seguro que, a estas alturas, Bergen ya te ha conquistado, aunque parafraseando a la película Jerry Maguire, ya te tenía con el hola.
Además de su zona monumental, no te puedes perder el bullicioso mercado de pescado, donde podrás probar alguno de los productos típicos de la zona. No todo en Bergen va a ser ideal: el tiempo no es ninguna maravilla y llueve como mínimo 275 días al año, así que conviene que tengas un paraguas o un chubasquero a mano.
Descubre el itinerario
- Alojamiento
- Oslo
- Desayuno, almuerzo y cena
- Nordfjord
- Desayuno, almuerzo y cena
- Geiranger
- Nordfjord
- Crucero por el Fiordo de Geiranger
- Desayuno
- Bergen
- Crucero por el Fiordo de los Sueños
- Ferry Manheller-Fodnes.
- Desayuno
- Stavanger
- Ferry Arsvagen – Mortavika.
- Ferry Hallhjem – Sandvikvag.
- Desayuno
- Stavanger
- Desayuno
- Oslo
- Visita panorámica de Oslo
- Desayuno
- Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
- Visita panorámica de Copenhague
- Desayuno
- Copenhague
Conoce un poco más Escandinavia
La cocina escandinava está marcada por el duro clima de la zona. Como suele ser habitual en las zonas de mucho frío, se apuesta por guisos contundentes de carnes, pescado de alto contenido graso como el salmón o fabulosas sopas. Escandinavia está a la vanguardia de la cocina moderna, con restaurantes tan prestigiosos como el Noma, en Copenhague, pero también es sencillo encontrar menús con platos tradicionales que nos permitirán probar carnes: el alce, el reno o el oso, o incluso frailecillos, en las Islas Feroe. Tampoco podemos olvidar licores tradicionales, como el Brennivín, aguardiente islandés conocido como ‘la muerte negra’, o la cerveza, muy consumida en toda Escandinavia.
Es difícil abandonar Escandinavia sin traerse algún recuerdo en la maleta. Hay decenas de opciones: desde piezas de artesanía como la porcelana y la cerámica danesa hasta souvenirs clásicos como cascos vikingos, pasando por productos de alimentación como licores típicos, salmón ahumado, arenques en conserva, queso o alguna carne ‘diferente’ envasada al vacío.
Tampoco hay que olvidar los productos de diseño, tanto de ropa como de hogar, siempre a la vanguardia mundial, o los souvenirs de lana o de piel de reno o cabra. Además, teniendo en cuenta el clima frío de la zona, podremos encontrar excelentes equipamientos para senderismo, caza y esquí.
En Suecia
1 de enero - Año Nuevo • 6 de enero - La Epifanía del Señor • 1 de mayo - Día del trabajador • 6 de junio - El Día Nacional de Suecia • 25 y 26 de diciembre - Navidad • Viernes Santo: el viernes antes de la Pascua • Pascua: el domingo que sigue a la luna llena entorno al 21 de marzo • Lunes de Pascua: el día después de la Pascua • La Ascensión del Señor: el sexto jueves después de la Pascua • Pentecostés: el séptimo domingo después de la Pascua • Midsommar: el sábado situado entre el 20 y el 26 de junio • Día de todos los Santos: el sábado situado entre el 31 de octubre y el 6 de noviembre.
En Noruega
1 de enero, Día de Año Nuevo • Domingo de Ramos • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día Internacional de los trabajadores • 17 de mayo, Día de la Constitución • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Dinamarca
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Resurrección • Lunes de Pascua • Día de la Oración común (4º viernes después de Semana Santa) • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Lunes de Pentecostés (5º lunes después de Semana Santa) • 5 de junio, Día de la Constitución • 24 de diciembre • 25 de diciembre.
En Finlandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • 6 de enero, Día de Reyes • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • 1 de mayo, Día del Trabajador • Día de la Ascensión (5º jueves después de Semana Santa) • Domingo de Pentecostés (5º domingo después de Semana Santa) • Víspera y Día del Solsticio de Verano • Día de Todos los Santos (1er sábado de noviembre) • 6 de diciembre, Día de la Independencia • 24 de diciembre • 25 de diciembre • 26 de diciembre.
En Islandia
1 de enero, Día de Año Nuevo • Jueves Santo • Viernes Santo • Domingo de Pascua • Lunes de Pascua • Primer día de verano (1er jueves después del 18 de abril) • 1 de mayo, Día del Trabajo • Día de la Ascensión (40 días después de Semana Santa) • Domingo y Lunes de Pentecostés (7º domingo y lunes después de Semana Santa) • 17 de junio, Día de la Independencia • Día de los Comerciantes y Oficinistas (1er lunes de agosto) • 24 de diciembre (tarde) • 25 de diciembre • 26 de diciembre • 31 de diciembre (tarde).
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.).
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.