Escocia: Escocia e Islas Orcadas
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Empezarás tu viaje en Edimburgo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y considerada una de las ciudades más bellas de Europa. A continuación, conocerás las Highlands, en concreto Iverness, donde te enamorarás de su centro histórico, su imponente castillo y su hermosa catedral. Posteriormente, te espera el Lago Ness. No te olvides de buscar a Nessie, su famoso monstruo y acercarte al Urquhart Castle, que pese a estar medio derruido transmite encanto y misterio a partes iguales.
“¿Te acuerdas del monstruo del lago Ness? Algunos presumen de haberlo visto, compruébalo tú mismo en los alrededores de Inverness”.
Continuarás tu viaje visitando a las Shetland, un archipiélago del mar del norte. En concreto, descubrirás Mainland, la isla principal del archipiélago donde abundan los pueblos marineros. Y para terminar esta excepcional aventura descubrirás el Glasgow más arty, donde se crean las nuevas tendencias que después se exportan al resto del mundo, y la pintoresca ciudad de Stirling, la antigua capital del país. ¿A qué esperas viajero para reservar este apasionante viaje?
Vive experiencias únicas
Edimburgo es literatura en estado de puro. Aquí encuentras una concentración de historias de antaño, reales y leyendas, difícilmente comparable con otros lugares. No extraña que, en el año 2004, esta ciudad fuera la primera en apuntarse a la Red de Ciudades Creativas de la Unesco como Ciudad de la Literatura y, como tal, aquí encontrarás una selección de librerías increíbles que merecen mucho la pena visitar. Te proponemos dos. Situada en la zona de Grassmarket, Armchair Books es una de nuestras favoritas. Como si fuera un verdadero laberinto, esta librería está llena de enormes estanterías corridas, desde el suelo hasta el techo, donde perderse durante horas. Aquí encontrarás libros de segunda mano de casi cualquier temática, ¡pide lo que quieras! Por su parte, Old Town Bookshop tiene una colección de anticuario con volúmenes de hasta el siglo XVIII, unas joyas no al alcance de todo el mundo pero que sin duda merece la pena acercarse a ver.
Y para terminar este recorrido literario, nada mejor que un café y una tarta de chocolate en The Elephant House (21 George IV Bridge). No se trata solo de una bonita cafetería frente a un colegio, sino que aquí sentada y mirando por la ventana, J.K.Rowling se inspiró y escribió gran parte de las historias del famoso Harry Potter. Cuando lleguéis os entregarán un papel y un lápiz, por si os surge la inspiración. ¿Probamos?
Por el maravilloso viaje al pasado que supone, por su olor a papel de antaño, porque podrás investigar entre sus estanterías sin prisa y con calma, por la amabilidad de su personal siempre dispuesto a ayudarte o a recomendarte algún título. Si eres un ávido lector o tienes que hacer un regalo a alguien que lo es, estas librerías son, sin duda, tu sitio ideal.
Edimburgo es una ciudad pequeña y muy manejable. En este caso, las librerías que te proponemos están en el casco antiguo muy cerca del castillo de Edimburgo, por lo que te resultará muy fácil visitarlas como descanso de tu visita panorámica. A escasos minutos andando desde el castillo hacia el sur, llegarás a Armchair Books (72-74 West Port). Caminando hacia el este desde el castillo llegarás a Old Town Bookshop, en el número 8 de Victoria Street.
¿Has visto la película de Braveheart? Entonces seguro que recuerdas esa épica escena de la batalla entre las tropas gubernamentales y los aguerridos escoceses… Te proponemos que visites el lugar exacto donde aconteció ese capítulo tan importante de la historia de Escocia sobre el puente de Stirling o Stirling Bridge. Corría el 11 de septiembre de 1297 cuando las tropas escocesas de William Wallace y Andrew de Moray derrotaron contundentemente a los ingleses. Las tropas británicas eran mucho más numerosas y contaban con mejores medios. Sin embargo fueron abatidos estrepitosamente, lo que convirtió desde entonces a William Wallace en todo un héroe nacional. Y el puente de Stirling, como no podía ser de otra forma, es ahora parte de la simbología más querida de la cultura escocesa.
Por su parte, el castillo, a escasa distancia del puente y en lo más alto de la ciudad, te sorprenderá por sus enormes dimensiones. Construido en el siglo XII, por los muros de esta fortificación han pasado las más duras batallas y conflictos entre escoceses y británicos. Actualmente se pueden visitar varias zonas del castillo, aunque son posteriores, de los siglos XVI y XVII. El Palacio Real, la galería de las cabezas, la capilla real, el gran salón… Son un ejemplo exquisito de la arquitectura renacentista en la zona. Aprovecha para disfrutar de las vistas desde lo alto de la colina, con la torre victoriana que recuerda a Wallace al fondo, sobresaliendo entre la foresta. ¡Una delicia!
No te pierdas una visita a las cocinas del castillo donde hay una recreación muy real de cómo se desarrollaban en el medievo los banquetes de la corte. Podrás descubrir qué tipos de platos cocinaban, cómo y con qué artilugios los cocinaban, dónde elaboraban la cerveza, se horneaba el pan o se almacenaba el vino. ¡Todo un viaje culinario en el tiempo!
Hace tiempo que Glasgow dejó de ser la ciudad gris e industrial, la eterna ciudad segundona tras la bella Edimburgo. Glasgow es ahora una ciudad moderna, cosmopolita, creadora de tendencias y, sobre todo, el paraíso de culturetas y art-lovers. Y a la vista está: cuenta con más de 20 galerías de arte y museos de primer nivel, así como exhibiciones y colecciones temporales repartidas por toda la ciudad en un apretado calendario de festivales.
El Kelvingrove Art Gallery, por ejemplo, es el museo más visitado del país fuera de Londres. Su gran hall te impresionará, además de su sublime colección de arte, desde un área de arqueología hasta cuadros de Boticcelli, Ribera, Gauguin o Dalí. De este último encontrarás el Cristo de San Juan de la Cruz, la estrella de la pinacoteca. Por su parte, la Galería de Arte Moderno (GoMA) es tu lugar si prefieres cuadros de David Hockney o Andy Warhol. En sus colecciones se incluyen diversas piezas ganadoras de premios Turner. El Museo del Transporte tampoco te dejará indiferente. La famosa arquitecta Zaha Hadid construyó un edificio ecológico e inteligente, con una estética futurista que merece la pena ver. ¡Su exterior recuerda a un cardiograma! Y como colofón, la Escuela de Arte de la ciudad, donde encontrarás todo lo que “se cuece” ahora mismo en el mundillo. Deja que los mismos estudiantes te guíen y te descubran el precioso edificio art decó. Y en su interior, un montón de piezas, muebles y objetos de todo tipo, de diseño y a la vez funcionales, que se adelantaron a su tiempo. Como no podía ser de otra forma, muchas de estas piezas son de Charles Rennie Mackintosh, el arquitecto escocés más reconocido.
¡Y aún hay más! Glasgow es también capital de la música por la UNESCO y ofrece a diario conciertos y actuaciones en directo, ya sea en grandes edificaciones como el 02 Academy Glasgow, situado en un antiguo cine art decó, en cafeterías super trendy como Stereo o en locales más underground como King’s Tut.
El Glasgow Style, de finales del siglo XIX, es un tesoro no muy conocido de la ciudad que merece la pena descubrir. Edificaciones absolutamente contemporáneas, entonces y ahora, que buscaban la belleza de la naturaleza, de lo orgánico, sin perder de vista la funcionalidad. Destaca la influencia del arquitecto escocés Charles Rennie Mackintosh. Descubre algunas de sus grandes creaciones y confirma cuán adelantado estuvo a su tiempo. ¡Un planazo para todo artlover que se precie!
Empieza a lo grande, por la Escuela de Arte de Glasgow (Glasgow School of Art), la obra maestra de Mackintosh. En 1896 el arquitecto recibió el encargo de crear la nueva sede de la escuela de arte. Mackintosh fusionó a la perfección la arquitectura austera baronil escocesa de grandes moles, delicados motivos geométricos y de la naturaleza del Art Noveau y técnicas novedosas del estilo industrial como los grandes ventanales. Lo mejor es disfrutar de unas de las visitas guiadas que ofrecen los estudiantes de la escuela, ¡no te quedará detalle sin saber! The Lighthouse es otra de sus grandes obras. Construido entre 1893 y 1895, fue concebido para ser la sede del periódico The Glasgow Herald. En el edificio se mezcla la austera piedra caliza roja con esbeltos ornamentos. Y en la esquina, una torre -de ahí su nombre- en la que se camufló un depósito de agua para prevenir incendios. El edificio alberga ahora el centro de interpretación de la obra de Mackintosh, en el que podrás ver las maquetas de algunos de sus proyectos que no vieron la luz. No dejéis de disfrutar de las vistas desde la cuarta planta o de reponer fuerzas en su cafetería. Y nada más representativo del estilo de Mackintosh que su propia casa. Mackintosh y su mujer, la también artista Margaret Macdonald, vivieron en el 78 de Southpark Avenue. La casa fue derruida sin pudor en 1963 pero la Universidad de Glasgow ha reconstruido las principales habitaciones en The Hunterian Gallery. El precioso comedor por ejemplo, que simboliza el crecimiento de la tierra, de la naturaleza, en tonos oscuros con unas preciosas pinturas murales, las famosas sillas Mackintosh o las lámparas… En el primer piso, el estudio y la sala de dibujo. Y más arriba, la habitación del matrimonio, totalmente en blanco.
La House for an Art Lover, una obra póstuma, en Bellahouston Park fue un proyecto que Mackintosh diseñó junto a su mujer para un concurso de una prestigiosa revista de diseño alemana pero que no vio la luz. Hasta que, en 1989, un equipo de arquitectos de la Escuela de Arte de Glasgow decidió construirla tal y como el matrimonio Mackintosh la concibió. Líneas sencillas, tradición escocesa, motivos orgánicos y florales, muchísima luz… Un verdadero homenaje al arquitecto.
Si quieres hacer una parada técnica, nada mejor que un afternoon tea en las Willow Tea Rooms. Se trata de un espacio icónico de Mackintosh, donde el arquitecto tuvo total libertad para diseñar el espacio, por dentro y por fuera, y los muebles. Se inauguró en 1903 y hoy se mantiene tal y como fue entonces. Pedid mesa en la Room de Luxe, la más original y con las mejores vistas.
Las Islas Orcadas forman un archipiélago situado en el norte de Escocia. Son, aproximadamente, setenta islas de las que solo veinte están habitadas hoy en día. Las Orcadas han estado pobladas desde hace, al menos, 8.500 años. Su clima es suave y los suelos muy fértiles. Por todo el archipiélago podemos encontrar lugares cargados de historia y prehistoria, no en vano el corazón neolítico de las Orcadas es Patrimonio de la Humanidad, desde 1999. La capital de las Orcadas es Kirkwall, una pequeña ciudad con calles estrechas y pasajes misteriosos. Entre todos sus monumentos destaca la magnífica Catedral normanda de St. Magnus, construida con arenisca roja. Su exterior resulta impactante, pero su interior, de altos techos y una sobria decoración, deja sin palabras. Al lado de la catedral y del palacio del obispo, está el palacio del conde Patrick. El edificio fue el más importante de las islas y sede real cuando los monarcas las visitaban. Las barreras de Churchill, construidas con miles de bloques de hormigón, fueron mandadas levantar por el líder británico en 1939, a raíz de que un submarino alemán lograra entrar en la bahía matando a más de ochocientos marinos ingleses. La capilla italiana fue construida por prisioneros de guerra italianos durante la Segunda Guerra Mundial, que habían sido llevados a la isla para ayudar en la construcción de las barreras de Churchill.
El centro neolítico de las Orcadas está formado por lugares y monumentos al norte de Escocia. El conjunto formado por Skara Brae, anillo de Brodgar y Maes Howe, al oeste de la isla Mainland, es Patrimonio de la Humanidad desde 1999. Skara Brae, en la bahía de O´Skaill, es un antiguo y sólido poblado, con más de 5.000 años de antigüedad, construido en piedra. Aunque los tejados de las casas han desaparecido, el resto está intacto. Son un total de nueve casas. A pesar de ser viviendas neolíticas, las casas nos sorprenden: tienen cerradura, un sistema de desagüe e, incluso, fontanería elemental con aberturas en las paredes para evacuar los deshechos. El anillo de Brodgar, situado en Orkney, de cuatro mil años de antigüedad, es uno de los círculos de piedras más perfectos que existen. El círculo tiene un diámetro de ciento cuatro metros. Actualmente, se conservan veintisiete monolitos, con una altura de hasta cuatro metros, de los sesenta que se cree que tenía. La colina neolítica de Maes Howe parece, a simple vista, solo un montículo, pero, en realidad, se trata de las tumbas más grandes de la isla. No hay nada que se le parezca en ninguna otra parte del mundo, y, actualmente, siguen siendo un misterio para todos.
Inverness, capital de las Tierras Altas escocesas, es una de las localidades más agradables del país. A orillas del río Ness y del lago del mismo nombre, en esta ciudad se puede disfrutar de numerosas actividades, lugares de interés y una buena gastronomía local. El centro de la ciudad de Inverness es pequeño y se puede recorrer a pie en unas horas. Inverness es la puerta de acceso al Lago Ness y a las Tierras Altas. Aunque la ciudad no está llena de monumentos, la tranquilidad, una larga historia y el lago, hacen que sea una ciudad digna de una visita. Entre sus lugares más emblemáticos, podemos destacar las calles Church Street y Academy Street, en las que se encuentran la mayoría de las tiendas y restaurantes. En Academy Street, la más importante de la ciudad, encontramos una escultura de un unicornio, que es el animal nacional de Escocia. Por su parte, las galerías del Victorian Market, que datan de 1890, tienen un interior muy pintoresco. El pequeño Inverness Museum & Art Gallery, es un museo gratuito que cuenta la historia de las Highlands y que también expone algunas obras de arte. El castillo de Inverness, por su parte, es una fortaleza de arenisca roja, levantada en 1836 en el lugar que, durante siglos, ocuparon otros castillos. Desde principios de 2017, la torre norte se ha convertido en el Inverness Castle Viewpoint, un observatorio que ofrece las mejores vistas de Ia ciudad. La iglesia de San Andrés es, en realidad, la Catedral de Inverness y, seguramente, uno de los edificios religiosos más importantes de Escocia.
La Catedral episcopal de Inverness, también conocida como Iglesia Catedral de San Andrés es el templo religioso situado más al norte de toda Gran Bretaña y la primera catedral protestante completada desde la reforma. Con su imponente fachada gótica, la Catedral de San Andrés es una de las más sorprendentes iglesias de la ciudad. Construida en el siglo XIX, la catedral es la sede del obispo de Moray, Ross y Caithness y sigue siendo uno de los principales lugares de culto de la ciudad, con celebraciones regulares los domingos. La catedral, caracterizada por el llamativo color rosa de la fachada, está construida con piedra arenisca y tiene dos torres cuadradas góticas rodeando la entrada. Su fachada, aunque es algo austera, nos da idea de la grandeza de este templo, un lugar lleno de historia, tanto religiosa, como política. El interior, no sólo no decepciona, sino que sorprende gratamente por sus arcos, unas hermosas vidrieras de colores, los dibujos que decoran su suelo y un magnífico coro de roble austriaco. Su situación, junto al río Ness, hace que la Catedral de San Andrés sea visible desde muchos lugares de la ciudad.
Descubre el itinerario
- Cena.
- Edimburgo
- Desayuno. Almuerzo.
- Edimburgo
- Visita panorámica de Edimburgo
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Inverness
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Thurso
- Desayuno. Cena.
- Orkney
- Thurso
- Desayuno. Cena.
- Fort William
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Stirling
- Glasgow
- Castillo de Stirling (entrada incluida)
- Visita panorámica de Glasgow
- Desayuno.
- Glasgow
Conoce un poco más Escocia
La gastronomía escocesa es muy variada y basada en el producto local. El plato nacional es el Haggis, un plato de aspecto poco apetecible pero tremendamente sabroso.
Es una especie de puding que mezcla carne con gachas de avena, cebolla, sal y especias (también lo hay en versión vegetariana). Tradicionalmente se cocinaba en el estómago de una oveja, el truco ancestral para conservar la carne, pero actualmente se utiliza tripa sintética. Se sirve con una guarnición de purés de colinabo y patatas. Hay muchos más platos tradicionales, como la ternera y el cordero, el salmón ahumado, los guisos de patatas, las salchichas, los fish and chips o la morcilla de avena.
Entre los dulces, destacan las galletas de mantequilla, los caramelos, las mermeladas y las tartas de frutas. Y entre las bebidas, además de la gran variedad de tés, la ginebra, las cervezas y el popular refresco Irn-Bru, el whisky es el rey.
Una de las compras más habituales en Escocia es la ropa: mantas, bufandas o corbatas de tartán, impermeables Barbour, trajes, chaquetas y calcetines escoceses, jerséis de lana, etc.
Y, por supuesto, el kilt, la famosa falda escocesa, con la que es recomendable comprar también unos calcetines altos. Y si queremos completar del todo la vestimenta tradicional, se puede comprar una gaita.
La bisutería y otro tipo de recuerdos de tipo celta cada vez están más de moda. Sin olvidar los caramelos y bombones, las mermeladas, los tés, las galletas de mantequilla y, por descontado, el whisky.
• 1 de enero: Día de Año Nuevo
•2 de enero
•Viernes Santo
•4 de mayo: Early May Bank Holiday
•29 de mayo: Spring Bank Holiday
•7 de Agosto: Summer Bank Holiday
•30 de noviembre: Día de San Andrés
•25 de diciembre: Navidad
•26 de diciembre: Boxing Day
Los cajeros automáticos, llamados ATMs o Cash Machines, están en todo el país y casi todos aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard o Cirrus). En la pantalla de los cajeros aparecerán los logos de las distintas tarjetas que acepta cada uno. También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
El tiempo en Escocia es templado, variable y húmedo. En invierno, la temperatura media fluctúa entre los 2ºC y los 6ºC y en verano, entre 12ºC y 19ºC. Es decir, no es frecuente que haya épocas de temperaturas extremas, aunque siempre se pueden esperar días muy fríos en invierno, con temperaturas bajo cero, y días calurosos en verano, con termómetros por encima de los 20ºC. Y lluvia, siempre lluvia. No suele ser torrencial, sino más bien fina y pertinaz. Llueve todo el año, con un ligero aumento en diciembre, enero y julio, así que conviene no olvidar el paraguas o el impermeable, además de algún jersey y algo de ropa de entretiempo.
El clima de Inglaterra es bastante variable e impredecible, por lo que se recomienda estar preparado para todo en cualquier época del año. Si visitamos Londres durante el verano, es muy probable que necesitemos un jersey gordo o una cazadora y, lo que nunca puede faltar es un impermeable. Por otro lado, el clima no es extremo. Las temperaturas oscilan entre un mínimo de -10 grados en invierno y hasta 30 grados en verano. Son más bajas en el norte, donde las nevadas son habituales en invierno, y más suaves en el sur. En el oeste del país llueve más que en la zona este.