Italia: Roma y el Gran Sur Italiano
Un viaje inolvidable para conocer la esencia de la ‘dolce vita’
Explorar circuitoItalia: Roma y el Gran Sur Italiano
- Duración
- 9 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Dicen que todos los caminos conducen a Roma, y una vez allí, no querrás salir de sus calles. Capital del antiguo Imperio Romano, cuna de la civilización occidental, cada paso que das te ofrece un monumento, un edificio histórico, una fontana o unas ruinas por las que han ocurrido hitos que han marcado el futuro de Europa. Te enamorarás de la vida que rebosa en sus calles, de las ganas de vivir de los romanos, de sus rincones secretos para tomar café y por supuesto, de la espectacular gastronomía. Descubre el Coliseo, el Foro o las catacumbas. Pasea desde la Plaza Navona hasta la Plaza de San Pedro en el Vaticano. O simplemente tómate un aperitivo en una terraza del barrio del Trastévere y contempla la vida romana. De ahí a Nápoles, la bella y caótica ciudad italiana. Presidida por el volcán Vesubio, fundada en el siglo IX como colonia griega, un millón de napolitanos cotillea, grita, baila y come en las calles de una ciudad cuyo centro histórico lleva orgulloso el sello de ser patrimonio histórico de la Humanidad.
Un viaje para descubrir los placeres del estilo de vida italiano, sus monumentos, sus calles, su cultura, su comida, sus vinos… ¡Inolvidable!
Abandonarás Nápoles con algo de melancolía pero lo que te espera te hará recuperar el ánimo de golpe. Admirarás los acantilados de Sorrento y su artesanía local; te perderás por las callejuelas de Positano y sus casas en cascada sobre la costa; descubrirás la catedral de Amalfi, la ciudad que da nombre a la Costa Amalfitana y degustarás el auténtico limoncello; te asombrará Salerno con su castillo, su Teatro Verdi o la Catedral de San Mateo; y te quedarás maravillado con el recorrido en barco por las Grutas del Ángel, en Pertosa, las más famosas del sur de Italia. ¡Te prometemos que no olvidarás nunca este viaje! ¡Arrivederci!
Vive experiencias únicas
La ciudad-estado del Vaticano es la más pequeña del mundo y, sin embargo, es la meca del cristianismo que cada año recibe a millones de turistas de todo el mundo. Y no sin motivo. En un su corazón se encuentran lugares únicos como la magnífica Basílica de San Pedro, la más espectacular de Italia.
Más de un siglo y 30 pontificados fueron necesarios para culminar la construcción de este templo considerado el punto neurálgico del cristianismo. En su interior podrás ver obras tan importantes como la famosa Pietà de Miguel Ángel, la grandiosa Cúpula y el imponente Baldaquino de Bernini. Los museos Vaticanos son, sin duda, otra parada obligada. En sus instalaciones admirarás la sección de escultura, las galerías de los Candelabros, de los Mapas Geográficos, de los Tapices y la increíble Capilla Sixtina decorada por Miguel Ángel. No te pierdas “El juicio final”, una de sus obras más conocidas de este artista universal. Fundados en el siglo XVI, los Museos Vaticanos custodian algunas de las colecciones de arte más valiosas del mundo.
Para devotos, aconfesionales o declaradamente agnósticos. El Vaticano acoge los monumentos y obras sacras más valiosas del mundo, por eso creemos que independientemente del credo, este conjunto artístico interesará por igual a todos los curiosos y amantes de la cultura en general.
Debajo de la Basílica se encuentran las impactantes grutas vaticanas que albergan las tumbas y los sarcófagos de un gran número de papas, santos y reyes, así como las columnas originales de la basílica que se remontan al siglo IV. En este mismo lugar, podrás contemplar el sepulcro de san Pedro, donde se halla el tabernáculo ubicado sobre la venerada sepultura del apóstol. Las grutas también albergan otra joya: el fresco “Madonna del pelotazo”, del pintor romano Pietro Cavallini. Una imagen querida y rodeada de leyendas. Cuentan los lugareños que un soldado enfadado por haber perdido a las bolas, lanzó una pelota contra esta imagen que, ante el impacto, sangró. De ahí su nombre de “Madonna del pelotazo”.
Dos pequeñas malas noticias y una muy buena. Primero, lo menos bueno: seguramente hayas tenido que hacer cola antes de entrar y, lamentablemente, no vas a poder estar solo para disfrutarlo. Y segundo, lo mejor: todo esto te importará poco cuando estés dentro de la Capilla Sixtina.
Inmediatamente serás consciente de que estás contemplando unas de las grandes maravillas del arte universal, una obra colosal y fabulosa que te va a dejar con la boca abierta mirando al techo. En principio, Miguel Ángel rechazó el encargo porque decía que no era pintor, sino escultor. ¡Menos mal que al final dijo que sí! Cambió el proyecto inicial –pintar a los doce Apóstoles- y se embarcó en la representación de la Creación, que le hizo pasarse cuatro años tumbado en un andamio –con dolores extremos, tal y como reconoció él mismo en sus escritos. Unos años después, con no muchas ganas, aceptó otro encargo de Pablo II para pintar el Juicio Final. Como verás, el tono es más dramático acorde con la época de crisis que se vivía en ese momento y el mal humor del artista al pintarla. Y como prueba, mira a San Bartolomé –debajo y a la derecha del Redentor-. Es un autorretrato del propio artista… con cara de pocos amigos y su piel desollada en la mano
Para evitarte mareos o tortícolis y poder disfrutar plenamente de los detalles de las pinturas de Miguel Ángel, sé previsor y llévate unos prismáticos o un espejo de un tamaño suficiente para poder contemplar sin esfuerzo el techo. Empieza a mirar desde el extremo de la sala donde está el altar para ir contemplando las nueve escenas principales, rodeadas por un marco formado por los retratos de los profetas.
No temas por la falta de luz. En la Capilla Sixtina hay 7.000 bombillas led ocultas que dan una perfecta iluminación y generan menos calor.
Imposible visitar Roma y no entrar al Coliseo romano, esta obra monumental que se erige desde hace más de 2000 años y cuyas imágenes has visto en la gran pantalla en numerosas ocasiones. Estas piedras, que hablan de más de 20 siglos de historia, reciben cada año a cerca de 6 millones de turistas. Atrévete a imaginar, al comprobar las dimensiones de este monumento, cómo se vivían los espectáculos desde el graderío y las luchas a muerte en la arena entre fieras y gladiadores.
La construcción del Coliseo se inició bajo el mandato de Trajano en el año 70 d.C, pero fue bajo el del emperador Tito cuando esta obra mastodóntica se concluyó. El Coliseo ha sido testigo del devenir de la historia italiana, desde la caída del imperio que lo vio nacer, de numerosas guerras e, incluso, del fascismo. De hecho, Musolinni intentó hacer del Coliseo un símbolo de identidad del fascismo italiano; no obstante, hoy se mantiene como una metáfora de la fortaleza y la estabilidad de la República italiana.
En la Roma de los primeros siglos ya sabían mucho de política y organización social. De hecho, la expresión “pan y circo”, que hoy está incorporada a nuestro léxico habitual, tiene sus raíces en la Roma Imperial en la que se consideraba que el alimento y la diversión era las dos formas políticas necesarias para el control social de la población.
Los viajeros gastro-lovers tienen una cita obligada en la ciudad de Nápoles. Y no se trata de una cita para saborear miniaturas imposibles con estrellas Michelín: si eres un apasionado de la buena mesa (y fanático del queso) no puedes perderte el manjar local por excelencia, la auténtica pizza napolitana. Su secreto, la sencillez y la delicadeza de su masa, cuya elaboración se convierte en un arte que logra la combinación perfecta entre grosor y consistencia. Porque la pizza en Napoli, a diferencia de otras regiones de Italia, es siempre fina y crujiente.
Los restaurantes más aclamados se enorgullecen de ofrecer su producto estrella que es, curiosamente, la opción más sencilla. Hablamos de la gran pizza margarita.
Estas elaboraciones se realizan desde hace décadas en numerosos negocios familiares y los auténticos comparten un denominador común: el tiempo de espera, así que, ármate de paciencia porque las colas son habituales en los lugares más aclamados como los siguientes situados en Boga: Sorbillo (Vía dei tribunal) en el corazón de la ciudad, Da Michele (Via Cesare Sersale) donde cogerás número como en el supermercado,Di Matteo (Via dei Tribunali), también en centro de la ciudad y Da Attilio (Via Pignasecca, 17), una opción para probar pizzas más innovadoras.
Cuentan los lugareños que Raffaele Exposito, por el siglo XIX, cocinó a la reina Margarita una pizza cuyos ingredientes escenificaban la bandera de Italia. El rojo era el tomate, el blanco la mozzarella, y el verde la albahaca. Hoy es normal pedir una “pizza margherita” en cualquier punto del planeta. ¡Buen provecho!
A tan solo 20 kilómetros del sobrecogedor Etna, los habitantes de Catania no temen al volcán. De hecho, se enorgullecen de levantarse sobre sus cenizas, como ya sucedió en el siglo XVII tras una violenta erupción que acabó con parte de su incipiente núcleo urbano. Te animamos a conocer esta particular urbe que te encantará por sus gentes y por el valor de sus numerosas joyas barrocas. La impronta del artista barroco Giovanni Vaccarini está presente en numerosos edificaciones.
En la céntrica plaza del Duomo, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, te fotografiarás ante la Fuente del Elefante, monumento romano convertido en una seña tangible de la identidad de la ciudad, y la hermosa Catedral de Santa Ágata, que rinde homenaje a la patrona de la ciudad. No te pierdas la capilla de Santa Ágata, el magnífico Museo Diocesano y las catacumbas de la Catedral donde se encuentran antiguas termas que se remontan a la época romana.
Porque nada apaga a la animada Catania. Y para que lo puedas comprobar en primera persona te invitamos a que te mezcles con la población local en el bullicioso y colorido mercado de La Pescadería (la Pescheria), uno de los enclaves más animados y pintorescos que encontrarás en toda la isla.
Al pie del volcán Etna, la hermosa Taormina es una de las joyas de Sicilia. No en vano, fue considerada por Churchill como el lugar más bonito de la tierra. Elegante y cosmopolita, desde hace décadas es uno de los destinos turísticos más buscados por artistas y famosos. Si buscas un ambiente VIP, con exclusivos hoteles y restaurantes, acércate a conocer su abrupta costa rocosa.
Ubicada en la esquina noreste de Sicilia, Taormina se ha convertido desde hace siglos en el refugio de celebrities, artistas e intelectuales que buscan disfrutar del buen tiempo y de la célebre dolce vita italiana. Su visita no ha dejado de interrumpirse hasta la actualidad: el rey griego Pirro, el conquistador normando Roger, Goethe, D.H. Lawrence, el káiser Guillermo de Alemania; y, cómo no, numerosos famosos vinculados a Hollywood y la intelectualidad como Elizabeth Taylor, Sophia Loren, Audrey Hepburn, Charlton Heston o Cary Grant constatan que Taormina es uno de los destinos más glamurosos de Europa.
La mayoría de los turistas de Taormina se pierden entre las animadas calles de la ciudad y no visitan los preciosos jardines públicos de Taormina. Unas vistas inmejorables sobre la costa junto con una perfecta combinación de especies florales y arbóreas regalan uno de los mejores atardeceres de la isla.
Si te gusta vivir emociones intensas y llevas un aventurero dentro no puedes perderte la experiencia de ascender al volcán Etna, el más feroz de Europa, que ha escupido más de 60 grandes erupciones en los últimos cuatro siglos. Gana la batalla a este beligerante volcán, que con sus 3.330 metros de altura domina el paisaje de Sicilia.
El punto de partida para esta experiencia es el Refugio Sapienza del Club Alpino Italiano. Aquí se encuentra la estación del funicular que sube hasta los 2.500 metros de altura, lugar desde donde podrás tomar contacto con las zonas de cráteres. A partir de este punto, la subida debe continuarse acompañados por una excursión oficial con un guía, bien a pie o en todoterreno, hasta la Torre del Filósofo, a unos 3000 metros de altura. Desde aquí podrás apreciar el borde del cráter del volcán donde el humo rojo se eleva entre las erupciones de lava. Una sensación sublime.
Prueba la deliciosa gastronomía de la zona y brinda con caldos tan prestigiosos como el “Etna Bianco” y “Etna Rosso”, vinos nacidos de estas fértiles tierras volcánicas.
No te puedes ir de Roma sin tomarte un café. Entra en un bar o siéntate en una terraza y pide uno. Será la mejor manera de integrarte en una costumbre que se ha convertido en seña cultural de los romanos. Ahora bien, te ayudamos con las opciones de la carta, porque la variedad cafetera en la capital italiana puede resultar abrumadora.
Si queremos buscar la esencia de la bebida, debemos pedir un espresso, un café solo y de apenas un sorbo… ¡pero qué sorbo! Si necesitas un trago más largo, mejor pídelo americano. Y si te gusta retar a tus papilas gustativas, opta por el ristretto, un espresso muy potente. Los cafés con leche abren aún más el abanico de posibilidades. Además del caffè latte, puedes pedir un caffè macchiato –lo que en España llamaríamos un cortado con poca leche-, o un capuccino, con menos leche que el caffè latte y unas cuantas variedades (schiuma), claro (chiaro) y oscuro (scuro). Si te gusta ‘bautizar’ el café, dile al camarero que quieres un caffè coretto con grappa, anís, brandy o cualquier otra bebida espirituosa. Recuerda que siempre puedes pedirlo decaffeinato o en vaso en vez de en taza –caffè al vetro-. Y finalmente, si optas por probar algo más extraño, bébete un caffè d’orzo, hecho a base de cebada.
Nunca, nunca, nunca pidas un cappuccino después de las 11 horas. Ningún italiano lo hace: se lo toma en casa o en el bar, pero por la mañana. Si lo pides después, estarás delatándote como turista.
Descubre el itinerario
- Cena.
- Roma
- Desayuno.
- Roma
- Desayuno.
- Roma
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Napoles
- Visita panorámica de Nápoles
- Desayuno.
- Napoles
- Desayuno. Cena.
- Positano
- Salerno
- Costa Amalfitana
- Panorámica de Sorrento
- Desayuno. Almuerzo. Cena.
- Pertosa
- Paestum
- Salerno
- Grutas del Ángel en Pertosa
- Zona arqueológica Paestum
- Desayuno. Cena.
- Caserta
- Roma
- Palacio Real de Caserta
- Desayuno.
- Roma
Conoce un poco más Italia
La gastronomía italiana, considerada como una de las más famosas del planeta, se caracteriza por su elaboración con abundantes verduras, frutas, carnes, pescados, arroz, pastas y panes. Además, ofrece una increíble variedad de platos y recetas diferentes según la localidad, la provincia y la región. Prueba de ello, son, el famoso queso parmigiano reggiano, el jamón de Parma o San Daniele, el vinagre balsámico de Módena, el pesto de Liguria, la mozzarella de búfala de Campania, la trufa de Alba… La lista es amplia y deliciosa. Algunos de sus platos típicos son la pizza, la pasta y el rissoto. Entre los postres tradicionales se encuentran el helado, el tiramisú y babà. Por último, entre las bebidas típicas de Italia está el limoncello, la grappa, el sambuca y el vino.
La mayoría de las principales ciudades italianas cuentan con una amplia oferta de centros comerciales, boutiques exclusivas y tiendas de toda la vida donde se pueden encontrar las marcas más prestigiosas del diseño y de la moda italiana, así como las principales firmas a nivel internacional. La artesanía italiana es una de las más antiguas del mundo, aunque ha sabido adaptarse con éxito a los retos propios de un mundo globalizado. Valorada en todo el mundo, cuenta con artículos magníficos de piel, en seda, así como exclusivas joyas y excelentes cerámicas y productos de artesanía.
Cada región tiene sus especialidades. Descubre los bordados de Burano, el cristal de Murano, la marquetería de la Toscana, la cerámica de Calabria y Sicilia, la seda de Milán y Como, los artículos de piel, papel y paja de Florencia, el coral y los camafeos de Nápoles y los bordados de Asís. Si visitas los rastros y mercadillos locales podrás hacerte con valiosas y pintorescas antigüedades y objetos de artesanía. Y en ciudades como Roma, sobre todo en las calles próximas a Ciudad del Vaticano, encontrarás multitud de objetos religiosos.
• Capodanno (Año Nuevo): 1 de enero
• Epifanía: 6 de enero.
• Pasquetta (Lunes de Pascua): marzo / abril
• Giorno della Liberazione (Día de la Liberación): 25 de abril
• Festa del Lavoro (Día del trabajo): 1 de mayo
• Festa della Repubblica (Día de la República): 2 de junio
• Festa dei Santi Pietro e Paolo (San Pedro y San Pablo): 29 de junio
• Ferragosto (la Asunción): 15 de agosto
• Natale (Navidad): 25 de diciembre
• Festa di Santo Stefano (San Esteban): 26 de diciembre
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.
Tasas
Un gran número de ayuntamientos italianos aplican tasas de alojamiento que deben ser abonadas por los clientes directamente en los hoteles.
Divisas
No existen restricciones a la importación de moneda, sea local o extranjera.