Francia: La Ruta del Champagne, Lorena y Alsacia

El viaje del tres en raya: Tres países y multitud de experiencias

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Francia: La Ruta del Champagne, Lorena y Alsacia

Duración Duración
8 días
Tipo de circuito Tipo de circuito
Circuito
El viaje del tres en raya: Tres países y multitud de experiencias
Viajero, ¿qué te parece si nombramos a este viaje como el viaje del “tres en raya”? Seguro que de pequeño has pasado horas jugando a este mítico juego. Vamos a cambiar el tablero por el mapa del mundo. Y las fichas por países. En este caso Francia, Luxemburgo y Alemania. Esa línea diagonal que se traza desde París hasta Frankfurt y que te hará ganar será tu ruta de viaje. El premio, desconexión, cultura y millones de experiencias que guardar en la maleta.
De París a Frankfurt, tres países por descubrir en un sólo viaje

Francia, quinta potencia económica mundial y el destino del viajero por excelencia, será el país elegido para comenzar tu nueva aventura. Su capital, París, será la encargada de darte la bienvenida. Cierto es que la ciudad merece incluso días para conocerla en profundidad, pero a nadie le amarga un dulce y siempre tendrás la excusa para regalarte otro viaje. Y es que los viajeros como tú y como yo sabemos que viajar es la mejor inversión y ¡alegra el corazón! ¿Qué hacer en París durante unas horas? Un paseo por los Campos Elíseos, la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo serían nuestros must. Para los foodies y los más golosos, no te vayas sin probar sus croissants. ¿Sabías que desde 1830 se celebra un concurso para conocer dónde se hace el más rico del país? El verdadero viaje arrancará con la ruta de champagne, momento en el que los amantes del vino comenzarán a burbujear al conocer de primera mano la cultura y el sabor de este tipo de vino de origen francés. Hautvillers, Epernay o Reims serán algunas de las localidades a visitar, y como no, alguna de sus bodegas. ¡Salud! Viajero, es el momento de cruzar la frontera y descubrir Luxemburgo, Patrimonio de la Humanidad. En el trayecto atravesaremos los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial y descubriremos el bonito pueblo de Metz.

“¿Sabías que hasta uno de los pueblos de Alsacia viajó la magia de Disney para inspirarse en los escenarios de ‘La Bella y la Bestia’? ”

De vuelta a Francia, en esta ocasión a la zona de Alsacia , descubrirás el contraste entre pueblos de casas y pasajes de cuento como Colmar, con su capital, Estrasburgo, sede de la Unión Europea . Y es que hasta Alsacia viajó la factoría Disney para inspirarse en los escenarios de una de sus míticas películas: La Bella y la Bestia. Llama la atención cómo aún se respira en sus calles el legado alemán. Y precisamente Alemania será el tercer y último país por descubrir. Heidelberg, uno de los destinos favoritos de los enamorados te tocará el corazón. Frankfurt, considerada la ciudad más internacional del país, será el punto y final, no sin antes degustar una de sus sabrosas salchichas.

Vive experiencias únicas

Descubre el itinerario

Plan de ruta
1 España - París. Comienza nuestra aventura
incluye
  • Alojamiento
Ciudades visitadas
  • París
¡Hoy empieza todo, viajero! Este viaje  arranca en la cuna de la Torre Eiffel. Aprovecha para pasear por una de las ciudades más románticas del mundo, sobre todo, por la noche cuando están iluminados edificios y monumentos emblemáticos como la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, el Arco del Triunfo, la Ópera Garnier o el puente de Alejandro III.  También es una bella imagen ver la ciudad desde el río Sena. ¡Prepara la cámara!
2 París – Troyes – Chalons – Reims. En ruta hacia el corazón de Champagne
incluye
  • Desayuno. Cena
Ciudades visitadas
  • Troyes
  • Chalon-Sur-Saône
  • Reims
Visitas
  • Panorámica de Troyes
  • Panorámica de Chalons
Comenzamos la jornada en París, la Ciudad de la Luz, disfrutando de un estupendo desayuno en el hotel. Acto seguido, saldremos con dirección a Troyes. Siguiendo la huella que deja en el paisaje el río Sena llegamos a una de esas ciudades por las que no parece pasar el tiempo: Troyes es un auténtico tesoro medieval que milagrosamente permaneció intacto tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. No es la capital de la región de Champagne, pero tiene muchas razones para aspirar al título: entre ellas, la forma de corcho de champán que adopta su centro histórico. En nuestra visita panorámica podremos descubrir el corazón de la localidad y la perfecta armonía del ladrillo y la madera en las construcciones típicas. Se trata de un estilo arquitectónico tan característico que incluso tiene nombre propio: à colombage. Colores, texturas y magia que nos transportarán a los cuentos de hadas y a las leyendas medievales. Pero Troyes también cuenta con otros monumentos que cautivan por su belleza, como la catedral gótica de Saint-Pierre-et-Saint-Paul, donde 1.500 metros cuadrados de vidrieras, realizadas desde el siglo XIII, se convierten en el reclamo perfecto para nuestra cámara de fotos. Al ver el ajetreo de las calles, repletas de cafés y terrazas con auténtico sabor, nos darán ganas de perdernos en ellas… Pero enseguida nos espera Châlons-en-Champagne, la segunda parada del día. Levantada en el cruce de la romana vía Agrippa y el río Marne, esta ciudad, que cuenta con más de 2.000 años de historia, fue un auténtico centro comercial en la Edad Media. La capital del departamento de la Marne conserva numerosos edificios antiguos, con típicas construcciones de entramado de madera, y también monumentales construcciones como la catedral gótica de Saint-Étienne o la iglesia de Notre-Dame-en-Vaux, en la que se dan la mano el románico y el gótico. Nada mejor para apreciar la serena belleza de la ciudad que nuestra visita panorámica, en la que también viviremos el contraste de la piedra de los monumentos con la inmensa paleta de colores de la naturaleza que en los jardines de Châlons tiene un verdadero exponente: es imposible no querer quedarse a vivir en el Jard, un parque frondoso compuesto de tres jardines, uno paisajístico, otro de estilo francés y un tercero de estilo inglés. Sin embargo, el día está terminando, y el cansancio empieza a hacer mella. Nos dirigimos hacia Reims, donde aguarda un alojamiento escogido y una cena reparadora mientras rememoramos toda la belleza con la que la región de Champagne nos ha dado su calurosa bienvenida.
3 Reims – Viñedos de Champagne – Hautvilliers – Epernay – Reims. Un brindis por Dom Pérignon
incluye
  • Desayuno. Cena
Ciudades visitadas
  • Hautvillers
  • Epernay
  • Reims
Visitas
  • Panorámica de Reims
  • Visita bodega de Champagne
  • Recorrido por los viñedos de Champagne, Epernay y Hautvilliers
Sin duda, hoy será un día para brindar. Amanecemos en Reims, la capital de la región de Champagne y una de las ciudades más importantes de Francia: todos los grandes momentos de la historia del país han dejado su huella en ella y en su catedral se celebraron 25 coronaciones de reyes. Para conocer en profundidad los distintos encantos de la ciudad, realizaremos una visita panorámica después del desayuno. Las calles de Reims, serpenteadas de terrazas y jardines, son un deleite para los sentidos. Resultan incontables los monumentos de la ciudad, desde las construcciones medievales más antiguas hasta las huellas del Art Déco, pero sin duda destacan la catedral de Notre-Dame y la basílica de Saint-Remi, ambas incluidas en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Notre-Dame de Reims es uno de los principales exponentes del arte gótico en Europa. Se construyó en el siglo XII, pero además cuenta con unas impactantes vidrieras de Chagall en tonos azulados. Un verdadero tesoro que fue capaz de resistir las dos guerras mundiales. Por su parte, la antigua abadía de Saint-Remi es una basílica que conjuga los estilos románico y gótico y que se levantó en el siglo XI para albergar la Santa Ampolla (un vaso con el óleo santo con el que se consagraba a los reyes de Francia) y las reliquias de San Remi, el obispo que bautizó a Clovis, el primer rey cristiano, fundador de la primera dinastía real francesa. Abierto el apetito artístico, nada mejor que brindar por todas las sensaciones que estamos viviendo. Lo haremos en una bodega típica de champagne: visitaremos sus instalaciones y después podremos deleitar al paladar con una degustación de sus mejores caldos. Este es el prólogo perfecto a una tarde repleta de sensaciones, tanto para la vista como para el paladar. La primera se perderá entre las tierras inabarcables de la Montaña de Reims, todo un tesoro vitivinícola que está protegido como Parque Natural Regional. Ante nuestros ojos se extienden 50.000 hectáreas en las que se entremezclan bosques con campos de viñas, fértiles tierras que son el objeto de nuestra visita. Las vides, cultivadas con esmero en precisas e interminables hileras, se abren ante nosotros de camino a Hautvillers, considerada la cuna del champagne. Este pequeño pueblo con encanto se levanta en pleno corazón del viñedo de la Montaña de Reims. Aquí fue donde en el siglo XVIII el monje bodeguero Dom Pérignon descubrió el método de la champanización del vino para hacer las delicias de nuestros paladares. Y sí, brindaremos por este hallazgo maravilloso en la bodega de un productor local, pero de camino podremos disfrutar de las coquetas calles de este pequeño pueblo, donde sus casas claras contrastan con adornos de hierro forjado y jardineras en cada ventana. Claro que si el champagne nació en la abadía benedictina de Hautvillers, hoy su centro por excelencia se considera Épernay, nuestra última visita del día. Esta ciudad se conoce como la capital del champagne, porque las grandes casas champaneras se suceden en la famosa Avenida del Champagne. Allí no solo descubriremos los nombres de esos vinos espumosos que nos alegran las celebraciones, sino que podremos disfrutar con bellos edificios del siglo XIX. Y ahora sí, tras deleitar vista y paladar, volveremos de regreso a Reims, donde podremos disfrutar de un merecido descanso después de la cena.
4 Reims – Metz – Nancy – Estrasburgo. Entre los ecos de la historia
incluye
  • Desayuno. Almuerzo. Cena
Ciudades visitadas
  • Metz
  • Nancy
  • Estrasburgo
Visitas
  • Panorámica de Luxemburgo
La historia de Europa y del mundo en su conjunto no puede entenderse sin las contiendas que enfrentaron a las naciones del Viejo Continente a lo largo del siglo XX. Y hoy pasaremos por algunos de sus escenarios. Tras desayunar y dejar atrás nuestro hotel de Reims, emprenderemos el camino a Metz, y pasaremos por las colinas al norte de Verdún, donde tuvo lugar la más larga batalla de la Primera Guerra Mundial entre Alemania y Francia. Más de un siglo después de aquel episodio, las trincheras siguen siendo testigos de un combate que, con más de 250.000 muertos y medio millón de heridos, dejó profundas heridas en Europa y cambió las estrategias militares para siempre. Pero el tiempo no se detiene, y nuestro viaje tampoco: queda poco para llegar a Metz, capital de la región de Lorena. Allí disfrutaremos de la ciudad a nuestro antojo, ya que tendremos tiempo libre para pasear sus calles y dejar que sus tesoros salgan a nuestro paso. Resulta imprescindible visitar la catedral de Saint Etienne, el templo con mayor superficie de vidrieras góticas de Europa: sus 6.500 metros cuadrados de arte hecho vidrio fueron realizados por grandes artistas y maestros vidrieros durante más de 700 años (desde la Edad Media hasta el Siglo XX, ya que el propio Marc Chagall diseñó tres vidrieras para el templo). No en vano, esta impresionante característica de luz y color hace que la catedral sea conocida como “La Linterna de Dios”. No son las únicas vidrieras famosas de Metz: en la Iglesia de San Maximino, ubicada en el barrio medieval de Outre-Seille, encontraremos vidrieras firmadas por Jean Cocteau. Y, aunque en el corazón de la ciudad de Metz late la historia, en este rato libre los amantes del arte contemporáneo también tienen citas en la agenda, con el Centro Pompidou-Metz como gran referente. A la hora del almuerzo, comeremos en un nuevo destino: Nancy. Para conocer mejor la historia de la capital de los duques de Lorena, tendremos tiempo libre, que nos permitirá conocer los más destacados enclaves de la ciudad… Aunque la cultura se nos aparece a cada paso, ya que este conjunto arquitectónico del siglo XVIII fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1983. La Ciudad Vieja sorprende por su encanto, con monumentos como el Palacio Ducal (una joya del siglo XV que funde el estilo gótico con el renacimiento italiano), la Puerta de la Craffe (imprescindible en todo álbum de fotos que se precie), la plaza de San Stanislas (un tesoro del clasicismo francés, considerada la plaza real más bella de toda Europa), la Plaza de la Carrière (donde se celebraban justas y torneos en el siglo XVI y que hoy sorprende por su simetría y su bello paseo entre árboles) y otros monumentos como la Puerta Héré, que no es otra cosa que un bello arco del triunfo. Tras la visita a la bella ciudad de Nancy, reemprenderemos el camino hasta llegar a Estrasburgo, nuestro siguiente destino. Una vez allí, nos instalaremos en el nuevo hotel, cenaremos y nos retiraremos a descansar.
5 Estrasburgo – Castillo de Haut Koenigsbourg – Estrasburgo. De una fortaleza legendaria al corazón de la ciudadanía europea
incluye
  • Desayuno. Almuerzo. Cena
Ciudades visitadas
  • Estrasburgo
Visitas
  • Visita panorámica de Estrasburgo
Hoy nuestro viaje no solo es por tierra, sino también por el tiempo: vamos a sumergirnos en plena Edad Media nada más avistar el castillo de Haut-Koenigsbourg, uno de los monumentos más visitados de Francia. Emprenderemos esta interesante excursión en cuanto terminemos de desayunar en el hotel. El castillo de Haut-Koenigsbourg se construyó en el Siglo XII con un objetivo claro: que sus señores pudieran controlar una gran extensión de terreno gracias a su posición estratégica. Ubicado en una colina, desde sus atalayas se vigilaban las rutas del vino y del trigo en el norte, y de este a oeste, la ruta de la plata y la de la sal. Después de unos años de abandono tras la Guerra de los Treinta Años, el emperador Guillermo II lo reconstruyó para convertirlo en museo y referente de la recuperación de Alsacia por parte de Alemania. Y, aunque eran los últimos años del siglo XIX, se respetó su arquitectura medieval original. En la visita, incluida en nuestro viaje, podremos descubrir las magníficas salas interiores del castillo, un museo en sí mismas, con pinturas murales, muebles renacentistas e impresionantes estufas de hierro. Para los amantes de la Edad Media, nada como contemplar la magnífica colección de armas que se expone en el sótano, con ballestas, espadas y armaduras. Es la hora de volver a Estrasburgo y conocer todo lo que la ciudad ofrece al visitante… Pero no sin antes disfrutar de un delicioso almuerzo. Una vez tengamos las pilas bien cargadas, dará comienzo una visita panorámica por Estrasburgo, una de las capitales del Viejo Continente, ya que es la sede del Parlamento Europeo. Descubriremos el sector de las instituciones comunitarias, conocido como “Barrio Europeo”, para luego disfrutar de la zona universitaria o el Palacio Episcopal, que hoy alberga el Museo de Bellas Artes, el Museo Arqueológico y el Museo de Artes Decorativas. Para empaparse del especial ambiente que inunda Estrasburgo, nada mejor que dar un paseo a pie por la Grande île, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988. Comenzaremos por la zona de los puentes cubiertos o Ponts Couverts, tres puentes que unen los cuatro brazos en los que se divide el río Ill a su paso por la ciudad, y que no tienen cubierta en realidad, pero que deben su nombre a su construcción original, que contaba con una pasarela de madera techada. Nuestros pasos nos llevarán después hasta la catedral Notre-Dame de Estrasburgo, una obra maestra del gótico o, en palabras de Víctor Hugo, «un prodigio de grandeza y delicadeza». Todo en ella resulta mágico, desde el exterior, con fachada de arenisca rosa que ofrece distintas tonalidades según la luz que reciba a lo largo del día, hasta las vidrieras, pasando por el órgano y el reloj astronómico renacentista. Al caer la tarde, regresaremos a nuestro hotel de Estrasburgo, donde nos espera una suculenta cena y una confortable habitación en la que pasar la noche.
6 Estrasburgo – Colmar – Ruta de los vinos de Alsacia – Estrasburgo. El aroma inconfundible de los vinos alsacianos
incluye
  • Desayuno. Cena
Ciudades visitadas
  • Colmar
  • Estrasburgo
Visitas
  • Panorámica de Colmar
  • Visita de una bodega de vinos con degustación.
Después de desayunar en nuestro hotel de Estrasburgo partiremos hacia Colmar. Su consideración de “uno de los pueblos de cuento más bonitos del mundo” según la revista Traveler no deja lugar a dudas: estamos a punto de descubrir un lugar inolvidable. Colmar se conoce como “Pequeña Venecia”, ya que su casco histórico, con maderas a la vista, balcones llenos de flores y trabajos en forja, está surcado por canales. Recorreremos sus calles en una visita panorámica para descubrir algunos de sus más bellos encantos: la colegiata de Saint-Martin (conocida como “la catedral de Colmar”, una de las iglesias góticas más destacadas de toda Alsacia), la Casa de las Cabezas (que debe su nombre a las más de cien figuras y pequeñas cabezas humanas que pueblan su fachada) o la casa-museo de Auguste Bartholdi (lugar de nacimiento del creador de la Estatua de la Libertad de Nueva York, que alberga una gran colección de bocetos, maquetas, esculturas, dibujos, fotografías y pinturas del artista). Con las preciosas imágenes de Colmar todavía en nuestras retinas, emprenderemos la Ruta de los Vinos de Alsacia de la mejor forma posible: haciendo una visita a una bodega local con degustación incluida. Allí nuestro paladar se llenará del aroma de estos caldos, elaborados fundamentalmente con uvas blancas y caracterizados por un equilibrio magnífico entre acidez y dulzura. Después, conoceremos dos de los pueblos más importantes de esta senda: Ribeauvillé y Riquewihr. El primero debe su nombre a los señores de Ribeaupierre, que en la Edad Media se establecieron en este lugar y levantaron tres castillos: el de St-Ulrich (el más antiguo), el de Girsberg y el Castillo Haut-Ribeaupierre (el más alto). En este mágico lugar, podremos disfrutar de tiempo libre para conocer a nuestro ritmo los mil rincones de Ribeauvillé: el ayuntamiento del siglo XVIII con su prestigiosa colección de copas medievales de plata; la Torre de los Bouchers, del siglo XIII, que se levanta en el antiguo barrio de los carniceros; el antiguo mercado de trigo, donde se almacenaba este cereal; la Fuente Friedrich en la Plaza de la Sinne, donde nos conquistará el ambiente de las terrazas; o la casa de los ménétriers o violinistas, con una decoración única hecha a base de figuras talladas en madera. Aquí va una curiosidad viajera: a Ribeauvillé se la conoce como “la ciudad de los violinistas”, porque durante la Edad Media era un auténtico refugio de músicos y trovadores. Por eso no resulta extraño encontrar mil y una referencias a la música en sus calles. Nuestro último descubrimiento del día nos lleva entre viñedos hasta Riquewihr, que compite en belleza con Colmar y Ribeauvillé. Nuestras cámaras se llenarán del colorido de sus casas, construidas con el clásico entramado de madera y adornadas con infinidad de flores y plantas trepadoras. Sus más de 40 monumentos hacen de ella una ciudad con un patrimonio histórico de gran valor. Pero, sin duda, el tesoro de Riquewihr son sus vides: no en vano, la localidad se conoce como “la perla de los viñedos”. Y así, con buenos vinos alsacianos en nuestras mochilas, regresaremos a Estrasburgo para disfrutar de la cena y de un reparador descanso.
7 Estrasburgo – Heidelberg – Frankfurt. Un paseo por el gótico alemán
incluye
  • Desayuno. Almuerzo. Cena
Ciudades visitadas
  • Heidelberg
  • Frankfurt
Visitas
  • Panorámica de Frankfurt
  • Visita panorámica de Heidelberg
A lo largo de esta jornada abandonaremos el territorio francés para cruzar la frontera con Alemania y sumergirnos en la personalidad de Heidelberg y Frankfurt. La primera de estas dos ciudades es uno de los enclaves más románticos de Alemania. Ubicada en el valle del río Neckar, cuenta con un bellísimo casco histórico que vamos a descubrir en una visita panorámica. Goethe escribió que “Heidelberg tiene algo ideal” y, de hecho, allí se inspiró para crear al personaje de Fausto. Quizá lo hiciera en su imponente castillo, uno de los restos históricos más famosos de Alemania, con vistas insuperables de la ciudad. Allí se celebran coloridos espectáculos populares, como el festival de teatro Schlossfetspiele o el Ball Der Vampire (Baile de los Vampiros), que cada mes de marzo hace que los habitantes se disfracen de y bailen enseñando colmillos. Y allí se encuentra también uno de los grandes símbolos de la ciudad: el Gran Tonel, un barril hecho de madera que atrae a medio millón de visitantes cada año. Tiene 7 metros de ancho, 8,5 metros de largo y capacidad para 220.000 litros. En nuestro camino nos contagiaremos del ambiente juvenil, pues Heildelberg es la ciudad universitaria más antigua de Alemania y cuenta con una de las instituciones académicas más antiguas de Europa, fundada en 1386. Nuestra siguiente parada será Frankfurt, la urbe más internacional de Alemania y la ciudad gótica más grande de Europa Central. Tras coger fuerzas con un sabroso almuerzo disfrutaremos de una visita panorámica que nos llevará a descubrir algunos de sus rincones imprescindibles: el Römer o ayuntamiento, edificios de los siglos XV y XVI con sus fachadas culminadas a modo de escalones; la Fuente de la Justicia, que preside la Plaza Römerberg y de cuyos caños brotaba vino cuando se coronaba un emperador; el Kaiserdom o colegiata de San Bartolomé, conocida como «catedral de Frankfurt», que fue considerada símbolo de la unidad alemana durante el siglo XIX; o la iglesia de San Pablo, de ladrillos rojos y tejados verdes, que fue sede del Parlamento de Frankfurt a finales del siglo XIX. Tras esta intensa jornada, iremos al hotel para disfrutar de una generosa cena y de una merecida noche de descanso.
8 Frankfurt – España. Llegó la hora de volver a casa
incluye
  • Desayuno
Ciudades visitadas
  • Frankfurt
Ha sido un viaje maravilloso, lleno de experiencias irrepetibles y de visitas para el recuerdo, pero ahora, lamentablemente, ha llegado el momento de regresar a casa. Tras disfrutar de un último -y puede que un poco melancólico- desayuno en el hotel de Frankfurt, dispondremos de tiempo libre hasta que llegue la hora de partir. Nos recogerán allí mismo, y nos trasladarán hasta el aeropuerto de la ciudad, donde nos estará esperando un avión con destino a España. Solo nos queda despedirnos de todo lo que hemos vivido, y desear con todas nuestras fuerzas que quede muy poco para comenzar el próximo viaje. ¡Hasta la vista!

Conoce más de Francia, Alemania y Luxemburgo

Indispensables para tu viaje
Documentación necesaria

Como países miembros de la Unión Europea o del Acuerdo Schengen, pacto por el que se suprimen los controles de aduanas en las fronteras comunes, los ciudadanos que pertenezcan a algún país de la Unión Europea solo necesitan llevar consigo el DNI o el pasaporte en vigor. Los menores deberán viajar obligatoriamente con su propia documentación. Se recomienda no viajar con una documentación que pierda su validez antes de tres meses desde la entrada del país. Otras nacionalidades, rogamos consulten en las embajadas y consulados en sus países de origen los requisitos actuales de entrada al país. Los viajeros que quieran viajar con su propio coche o si tienen previsto alquilar uno, deberán viajar con el carnet de conducir y la Carta Verde.

Moneda
La moneda oficial es el euro. Puede que al retirar efectivo se le aplique alguna comisión bancaria. Antes de viajar, le recomendamos consultarlo con su entidad.
Tarjetas de crédito

Los cajeros automáticos de Francia se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor.

Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.

En Luxemburgo los cajeros automáticos que aceptan MasterCard y Visa abundan en los núcleos urbanos, aunque a veces estén ‘escondidos’ en las oficinas del banco. También hay en aeropuertos internacionales. Las tarjetas de crédito más importantes se aceptan sin problemas. Algunos supermercados solo aceptan tarjetas de débito emitidas en el país. Al contrario de los restaurantes, que solo quieren tarjetas de crédito.

Divisas
En Alemania y Francia no existen restricciones a la importación de moneda, sea local o extranjera. En Luxemburgo es obligatorio declarar si portas una cantidad superior a los 10.000 euros en aduanas.
Salud
Para viajar a Alemania y Francia no hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.

Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.

Si bien no es necesaria ninguna vacuna para viajar a Luxemburgo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que todo viajero esté vacunado contra la difteria, el tétanos, el sarampión, las paperas, la rubéola y la polio, independientemente de su destino.

Información general
Idioma
Los idiomas oficiales de Luxemburgo son el francés y el alemán, además del luxemburgués. El habla en Francia es el francés y en Alemania es el alemán.
Corriente eléctrica
La corriente eléctrica en Alemania y Francia es de 220 voltios a 50 Hz y en Luxemburgo es de 220/230 a 50Hz. Los enchufes son de tipo europeo (de clavijas redondas), iguales que en España.

WiFi
La gran mayoría de los lugares de alojamiento ofrecen conexión gratuita a Internet (WiFi) de alta velocidad. Además, se puede conseguir conexión en muchos cafés, centros públicos y atracciones turísticas.
Hora local
La hora oficial es GMT+1, es decir, la misma que en España peninsular y Baleares. El cambio al horario de verano en Francia tiene lugar el último domingo de marzo a las 2:00 horas, cuando las agujas del reloj avanzan una hora. El cambio al horario de invierno tiene lugar el último domingo de octubre. Es en esta fecha cuando se retrasa una hora el reloj.
Clima

Alemania

El clima puede variar según la región. Las zonas más calurosas se encuentran en el valle del Rin. En el este y en el sur es donde más bajan las temperaturas y donde suele haber más variaciones entre las diferentes estaciones del año. De hecho, en el este el mercurio suele alcanzar las temperaturas mínimas y, por el contrario, en verano puede hacer mucho calor. En el norte y noroeste llueve en todas las estaciones y los veranos suelen ser suaves.

Luxemburgo

Este país se encuentra muy influenciado por los vientos del Atlántico. El aire sopla constante del oeste, trayendo humedad y lloviznas durante todo el año.

Por tanto, debemos hablar de un clima templado y húmedo:

- El invierno es suave; el mes más frío es enero, con temperaturas medias en torno a los 4 °C. A menudo las temperaturas se ponen bajo cero y, en los inviernos más fríos, se llegan a congelar los canales.

- El verano es templado y agradable. Los termómetros marcan medias de 20 °C, pero no es raro llegar a los 30 °C los días más calurosos de julio y agosto.

Francia

Las temperaturas medias en Francia son bastante similares a las que se pueden registrar en las principales zonas interiores de España y se caracteriza por inviernos fríos y veranos templados. En invierno, en el norte y las zonas montañosas las nevadas son frecuentes. En las zonas costeras, los veranos son calurosos y pocos lluviosos.
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