Portugal: Lo Mejor de Portugal I (Lisboa - Lisboa)
Asómate a una de las esquinas más antiguas de Europa
Explorar circuitoPortugal: Lo Mejor de Portugal I (Lisboa - Lisboa)
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Estás a punto de iniciar un viaje a las entrañas del viejo continente. Portugal es el país de la hospitalidad y el fado, donde beberás primorosos cafés y elegirás entre mil y una formas de degustar su famoso bacalao entre vinos de Oporto. Estate atento a todos sus rincones porque te encuentras en uno de los países más antiguos del viejo continente, y su historia se escribe en los castillos encantados, sus elegantes palacios, las fervorosas iglesias y en el fondo de sus mágicos ríos. Explorarás los albores de la nación portuguesa en sus fachadas, callejuelas y plazas. ¿Te vienes a la envolvente Lisboa de las siete colinas, con sus eclécticos ascensores de hierro forjado, el traqueteo de los tranvías, a merced de sus grandes plazas engalanadas y con el perfil al fondo del Castillo de San Jorge? O mejor date un salto a Oporto, la otra gran ciudad de Portugal, y juzga tú mismo si tiene algo que envidiar a su capital.
“Durante este viaje también podrás visitar idílicos pueblos marineros como Nazaré o Cascais y montar en un típico moliceiro, una embarcación tradicional de Aveiro”
No lo dudes: te encantará salir de la urbe para conocer pueblecitos encantadores como la pintoresca villa de pescadores de Nazaré, que conserva la autenticidad de antaño, y la marinera Cascais. En la bella Aveiro, conocida como la Venecia de Portugal, podrás subirte a una góndola portuguesa, sus preciosos moliceiros, y en Óbidos divisarás sus casitas blancas y sus murallas y fortificaciones ¿Quieres conocer más historia? Te llevamos a Guimaraes, la cuna del país y Patrimonio de la Humanidad; también a las bodegas de Mateus para que conozcas de primera mano cómo se elaborar los vinos de la región, y a Sintra y Estoril. Y, como el saber no ocupa lugar, te espera la célebre Coimbra, donde visitar su antigua universidad, una de las más antiguas del mundo, donde te animamos a charlar con alguno de sus miles de estudiantes ‘negros’. ¿Tienes curiosidad? Pues pregúntales por qué llevan esa indumentaria. Y párate un poco. En este periplo también habrá momentos para el recogimiento espiritual cuando visites el monasterio de Batalha, la famosísima Fátima o el espléndido santuario del Bom Jésus do Monte con su penitente escalinata, llena de estatuas, musgos y simbología religiosa. Ya lo ves. Nuestra vecina Portugal lo tiene todo y en ella te sentirás como en casa, gracias a la hospitalidad de sus gentes, su sensacional gastronomía y su buen clima. Aún no te has ido y ya sientes la saudade de no querer abandonarla…
Vive experiencias únicas
Es muy común entre los lisboetas hacer una parada rápida en una de las numerosas tabernas de la ciudad antes de volver a casa del trabajo o hacer la compra para tomarse una ginjinha, un licor de cerezas y aguardiente que deja un regusto seco y dulce a canela en el paladar. No te vayas de Lisboa sin probarlo.
Hazte un hueco en la barra y pídele un chupito (pero no más porque es muy potente). Cuentan que hasta hace un siglo, este brebaje se utilizaba como medicina para mitigar cualquier dolor, y vaya que lo quita… ¡Hasta te entrarán los calores! Saboréalo de un tirón o poco a poco, pero paladea, sobre todo, el ambiente. Pocas veces te sentirás tan lisboeta. Allí acodado al mostrador pegajoso, apretujado entre los parroquianos del lugar, escuchando historias que suenan a triste y melancólico fado. Cómo nos gusta ese acento que arrastra las ‘eses’ como un susurro sordo.
Hay muchas tabernas pero te recomendamos que hagas una parada en la rua de Santo Antaõ, número 7. La Ginjinha Sem Rival Eduardino, al noroeste de la plaza del Rossio, es una institución en la ciudad. Este minúsculo local es un constante ir y venir de chupitos de toda clase de licores. El rey de la casa, cómo no, la “ginjinha especial”, hecha con guindas ácidas y aguardiente.
Si quieres llevarte algo típico de Lisboa, puedes comprar este licor artesanal de cerezas de Espinheira u optar por otros licores similares en supermercados o tiendas a menor precio.
A pie o en tranvía te desplazarás de maravilla por Lisboa pero, viajero, no subestimes el poder del elevador de Santa Justa (y otros tantos de la ciudad), que te librará de una sarta de escalones cuando la fatiga aprieta y, de paso, experimentarás un viaje en el tiempo. Anticuado, rechinante y casi como un juguete de principios del siglo XX, esta querida antigualla es un símbolo de la ciudad.
Aunque para trasladarte entre los dos barrios (Baixa y Chiado) puedes usar unas escaleras mecánicas gratuitamente, merece que saques el monedero y compres un pasaje. En tan sólo unos segundos, esta extraña construcción neogótica, muy influida por G. Eiffel, te transportará hasta la Praça do Carmo. Y una vez arriba, la escalera de caracol te llevará a una terraza donde captarás unas vistas únicas del Castillo de San Jorge, la Plaza del Rossio, la Igreja do Carmo y el Trazado de la Baixa.
Porque es el único elevador que funciona como un ascensor urbano vertical, a diferencia del Elevador da Glórica, el Elevador da Bica y el Elevador do Lavra, que en realidad son funiculares. Porque es un icono representativo de este tipo de arquitectura en Portugal. Porque te regala unas vistas panorámicas de ensueño. Porque en 2012 fue declarado Monumento Nacional. Y porque, aunque ya no puedes sentir el humo del motor de vapor que funcionaba en sus orígenes (se cambió por un motor eléctrico), Santa Justa es uno de los pocos viajes en el tiempo que harás en cuestión de segundos… ¿Verdad que no necesitas más motivos? Es una atracción turística que merece la pena.
Hay billetes sólo para el mirador de Santa Justa pero no te lo recomendamos, ya que no incluye la subida en el elevador. Si sólo te interesa la panorámica de la ciudad, puedes obtener las mismas vistas desde la zona alta de los elevadores, en el puente que va al Convento do Carmo.
Cinéfilos, amantes de la lectura y del arte o viajeros curiosos en general, si algún día creísteis que el paraíso no existía, en Lello e Irmão recuperaréis la Fe. Esta preciosa librería fundada en 1904 por una sagaz familia de libreros, es el templo de la literatura de Oporto y en sus cuatro paredes podréis hacer casi todo lo que os gusta: comprar un best seller, descubrir un raro libro de mitología antigua de ésos que nunca creísteis que podríais tener entre manos, tomar una bica de café (o una copa de oporto) sentados en una cómoda butaca art decó en la primera planta del edificio o contemplar la fascinante arquitectura de su inconfundible fachada blanca, impoluta como si acabara de nevar.
Si aún no te crees que este lugar existe, pellízcate. Convéncete y acaricia con la yema de los dedos las estanterías de madera finamente labrada, y jalonadas de libros antiguos y modernos. ¡Es real! Luego serpentea por su imponente escalera de madera maciza y escalones rojos (como la suela de unos Louboutin). ¿Seguro que no te suena su peculiar forma de violonchelo? Es la escalera más extravagante de todo Portugal y la que inspiró a J. K. Rowling cuando vivió en Oporto por un tiempo para crear la imaginaria librería del callejón Diagon. “La mente no es un libro que pueda abrirse al gusto, ni examinarse por placer”. Cuánta razón tenía…
La librería se encuentra en la Rua das Carmelitas 144 de Oporto, muy cerca de la Torre de los Clérigos. Te advertimos: Habitualmente se forman colas a la puerta, pues recibe hasta 3.000 visitas al día. Desde 2015 se cobra una entrada de 3 euros para visitar la librería pero si compras un ejemplar te lo descuentan del precio.
¡Mira al suelo! En algunas estanterías todavía se aprecian los raíles por donde se movían los vagones que transportaban los libros de unas estanterías a otras. ¡Mira arriba! En la vidriera de tonos azules busca la famosa inscripción Decus in Labore (Decoro en el trabajo). ¡Mira al frente! Antes de entrar, párate a contemplar la hermosa fachada y reconoce las dos figuras que dan la bienvenida: son la madre Ciencia y la madre Arte.
Otra vez al agua. Pero qué mejor que coger una barca para conocer los secretos de Oporto en un simple vistazo. Este recorrido por el Duero te permitirá conocer la ciudad en un simple vistazo y divisar los más importantes monumentos y bodegas desde el agua.
Partirás desde el muelle de la Ribeira, pasarás por debajo de sus puentes y divisarás los curiosos rabelos, las antiguas embarcaciones de vela que transportaban el vino antaño. Algunos de ellos viven aún amarrados en el muelle, resistiéndose a la jubilación forzosa por los prácticos barcos, como el que tú vas. Toma nota de estos tres puentes porque sin ellos no podrás llegar a la otra orilla del río. Son el Puente de hormigón de Arrábida, el Puente metálico Don Luis y el puente del ferrocarril Dona Maria Pla, tres obras maestras de la ingeniería contemporánea.
El puente del ferrocarril Dona Maria Pia fue obra de Gustavo Eiffel y se construyó para flanquear los 450 metros de aguas impetuosas del Duero a una altura de 60 metros y sin colocar pilares. Hicieron falta 22 meses de trabajos y más de 150 obreros. Cuando se colocó la última viga metálica, la intrépida esposa del ingeniero portugués Pedro Inacio Lopes, colaborador de Eiffel, se empeñó en el ser la primera en cruzarlo. Y lo hizo: bajo un viento huracanado, encima de la viga y sola, como una funambulista, fue recibida entre aplausos al otro lado de la orilla.
No hace falta ser devoto para sobrecogerse en este lugar de peregrinación, ni haber confesado tus pecados, pues la gracia de este lugar es echarse la brújula al bolsillo y subir su tortuosa escalinata donde te esperan sus más de 600 peldaños desplegados como un acordeón de granito. Sin duda, esta obra barroca es el colofón de la visita al Bom Jésus do Monte y supone algo así como una experiencia religiosa que te asciende a los Cielos y eleva el alma para purificarte de sus pecados (y dejarte casi sin respiración).
Su recorrido es todo un delirio de esculturas, fuentes y motivos alegóricos que quieren transmitir el sufrimiento del Vía Crucis. Un lugar con esculturas cubiertas de musgo, parterres de flores bien trazados y bosquecillos repeinados. Culminarás tamaño esfuerzo con la visita coronando la colina, donde te aguarda la iglesia de Bom Jésus, con su hermoso altar de granito blanco, y las impresionantes vistas del Miño y la ciudad de Braga a tus pies como una oración silente.
El santuario está abierto todos los días desde las 07.30 horas hasta las 20 horas. Viajeros con ganas de marcha, si viajáis el fin de semana anterior a la Semana Santa, podréis presenciar la alegre romería que se celebra cada año desde el siglo XVI en honor a su patrón. Aunque la iglesia data de los siglos XVII y XVIII deberás saber que ya desde el siglo XVI se hacían peregrinaciones a este lugar y se presupone que ya había una capilla. Si los escalones te han asustado o viajas con niños, tranquilo, porque nuestra excursión a la colina se hace a través del funicular, el más antiguo de Europa. Es el modo más insólito para recorrer esta ‘rampa mística’. Cada media hora, un vetusto vagón de madera sube la pendiente de más del 30% de inclinación y se adentra en una especie de túnel de vegetación de 285 metros de largo. En sólo tres minutos estarás arriba.
Lo piden a diario viajeros curiosos pero no caigas en el error y no preguntes en Nazaré a qué hora se remolcan los barcos porque esta costumbre secular de los hombres del mar con sus característicos sombreros negros alargados arrastrando los barcos con la ayuda de fuertes bueyes, ya no se practica en este puerto pesquero, el más famoso de Portugal.
Pero te reconciliará saber que aún puedes ver a sus mujeres ataviadas con sus siete faldas, que esta coqueta ciudad pesquera te espera con toda su autenticidad, que su mercado los viernes es un regalo para los sentidos y que podrás hacerte algunas compras originales para regalar o guardar como recuerdo. Estás en Nazaré, con sus callejuelas estrechas del barrio viejo de la Praia. Donde las calles se están partidas en pequeños cubos encalados de los que se escapan olores de frituras, griterío de niños y risas alegres de sus gentes.
A lo largo de la playa o en el sitio encontrarás todo para hacer tus compras. Una de las mejores imágenes de Nazaré son sus artesanías, que mezclan la tradición marinera con escenas cotidianas. Barcos, redes que los pescadores preparan ante las miradas de profanos en la playa, muñecas hechas a mano, farolillos, boyas, cestos de mimbre, delantales de percal bordados, los gorros orla, gruesos jerséis de lana y toda clase de cerámica. Y si buscas una playa y tienes tiempo, huye de la concurrida orilla de Nazaré y desplázate hasta una enorme playa, más tranquila, situada al norte del acantilado. En el barrio de Pedreira, rua Abel da Silva, encontrarás la iglesia da Misericordia del siglo XVII, con su bóveda de madera. Aún conserva telas de la época, una serie de quince columnas jónicas acanaladas al lado del púlpito y un cuerpo de azulejos policromos dedicados a la santa patrona. Es un buen mirador para contemplar la ciudad).
El corazón de Coimbra es un joyero con el sello de la Edad Media, el Renacimiento y la Ilustración. Y su prestigiosa universidad, una de las fortalezas del saber más antiguas de Europa. Sus gentes presumirán ante ti de este edificio, y no les falta razón porque durante muchos años fue la única institución académica en Portugal y su importancia es comparable a otras universidades de prestigio como Salamanca (España), Bolonia (Italia), la Sorbona (París) y Oxford (Gran Bretaña).
Coimbra es como el Oxford del Sur y por donde cada año pasan miles de estudiantes, que están recuperando las viejas tradiciones estudiantiles. ¿Sabías que la universidad fue fundada en 1290 en Lisboa y en 1308 se instaló definitivamente en Coimbra? Desde entonces siempre ha tenido autónoma total.
Lánzate a la búsqueda de las famosas repúblicas. Desde siempre, Coimbra ha tenido dificultades para encontrar alojamiento en la ciudad, por eso los estudiantes crearon las llamadas repúblicas, una fórmula desenfadada y barata de vivir varias personas en una misma casa particular. Estas repúblicas, decoradas de forma extravagante, a veces con jardín, merecen un vistazo al pasar. Con suerte, a menudo se puede entrar en ellas (si te dan permiso, claro está). Prueba suerte en la rua Castro Matoso, entre la praça da República y el Jardín Botánico, subiendo hacia el acueducto de São Sebastião.
Hay restaurantes populares baratos, tipo tasca, en la rua das Azeiteras y la rua Direita. Los frecuentan gentes del lugar, lo cual es un buen síntoma de que ofrecen buena cocina casera portuguesa. A fuego lento y precios asequibles.
Si tienes planes de pedirle matrimonio a tu pareja o simplemente te apetece un paseo romántico, aprovecha el tiempo libre en Aveiro, la Venecia de Portugal, para subirte a un moliceiro. Esta típica barca recuerda a las románticas góndolas venecianas y las encontrarás apostadas en línea, con sus proas y popas pintadas en colores básicos (amarillo, verde, rojo, negro y blanco).
Las reconocerás por su inconfundible forma de media luna y por la variedad de motivos e inscripciones, cada cual diferente. Tradicionalmente, se usaba para transportar algas y no llevaban motor. Hoy en día, se han motorizado, lo cual resta romanticismo al viaje. Los portugueses dicen que Aveiro es la Venecia portuguesa, así que no dudes en surcar la ría en este coqueto y colorido barco tradicional, broncéate a babor y obtén una experiencia única y, quién sabe, si también un sí quiero.
Los moliceiros siempre se inauguran en sábado.
Para los sibaritas, los ovos moles (huevos blandos) son una especialidad de la repostería de Aveiro. Puedes hincarles el diente en el Mendoça Café, en la rua João Mendoça.
Descubre el itinerario
- Alojamiento.
- Lisboa
- Desayuno. Cena.
- Nazare
- Batalha
- Aveiro
- Oporto
- Desayuno.
- Oporto
- Bodega de Oporto
- Paseo en barco por el Duero
- Panorámica de Oporto
- Desayuno.Cena.
- Guimaraes
- Vila Real
- Coimbra
- Desayuno.Cena.
- Fatima
- Panorámica de Coímbra
- Desayuno.Cena.
- Tomar
- Obidos
- Lisboa
- Desayuno.
- Cascais
- Sintra
- Lisboa
- Panorámica de Lisboa
- Sintra con entradas
- Desayuno.
- Lisboa
Conoce un poco más de Portugal
La gastronomía portuguesa es muy variada y sabrosa. La influencia mediterránea y de las antiguas colonias portuguesas le otorga un carácter especial. La vocación marinera del país durante siglos provoca que el pescado y el marisco sean unos de los grandes protagonistas en muchos de los platos típicos, a la brasa, plancha u horno, o dentro de una açorda o un arroz de marisco.
Destaca sobre todo ellos el bacalao, producto estrella de la cocina portuguesa, que presume de tener una receta de este pescado para cada día de año. También hay suculentos platos de carne, especialmente cerdo y varios guisos y sopas como el caldo verde, procedente del norte del país, o la caldeirada. Portugal también tiene una gran variedad de quesos, como el de Serra o el d’Azeitao, y una maestría especial con los dulces, como los pastéis de nata, los tocinillos de cielo o el arroz doce. Además, tiene varios tipos de vino para cada plato, aunque la denominación más famosa es la de Oporto.
En Portugal hay una gran variedad de recuerdos tradicionales que comprar. El más clásico es la artesanía del algodón, con las clásicas toallas, y del bordado, con unas mantelerías que ya no se encuentran en casi ningún lugar de Europa.
También destaca la artesanía de la cerámica, con el típico gallo de Barcelos, símbolo del país, y los maravillosos azulejos. La comida es otra excelente opción: desde los fabulosos dulces como los pasteles de Belem hasta el delicioso vino, como los famosos Oporto, los tintos del Alentejo o los vinos verdes del norte del país.
• 1 de enero: Año Nuevo.
• Viernes Santo
• 25 de abril: Día de la Libertad
• Corpus Christi
• 1 de mayo: Día de los Trabajadores
• 10 de junio: Día de Portugal
• 15 de agosto: Asunción de Nuestra Señora
• 5 de octubre: Instauración de la República
• 1 de noviembre: Día de Todos los Santos
• 1 de diciembre: Restauración de la Independencia
• 8 de diciembre: Inmaculada Concepción
• 25 de diciembre: Navidad
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor.
Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.
El tiempo en Portugal varía notablemente de una región a otra, aunque la cercana presencia del Oceáno Atlántico aporta suavidad y humedad al clima del país durante casi todo el año. En el norte y en el interior, los inviernos son más fríos y los veranos bastante calurosos, mientras que en el sur, especialmente en la zona del Algarve, los inviernos son suaves y hace bastante buen tiempo durante todo el año.
Debido a su orografía montañosa, Madeira tiene varios microclimas que permiten que, en algunas épocas el año, haya nieve en las montañas mientras al lado de la playa haga sol y una temperatura por encima de los 20 grados centígrados. En general, Madeira goza de un clima excelente, casi ideal, en el que el calor no es sofocante y sólo llueve de vez en cuando.
Tasas
En Lisboa(Portugal) y en Santa Cruz(Madeira) hay una tasa municipal de alojamiento de un euro por persona y día que debe ser abonada por los clientes directamente en los hoteles.
Divisas
Es obligatorio hacer una declaración si se entra en Portugal o en Madeira con 10.000 euros o más.