Hungría: El Este Europeo
- Duración
- 8 días
- Tipo de circuito
- Circuito
Praga, ciudad romántica por antonomasia, uno de los núcleos culturales de Europa y una ciudad moderna con un pasado histórico. Es un destino ideal, elegido por muchos visitantes quienes no solo buscan monumentos sino ese toque de magia que tienen ciertas ciudades. Pues Praga será donde comience tu aventura. El río Moldava tiene mucha culpa de ese halo mágico. Este afluente divide la ciudad en dos provocando que 18 puentes, cada cual más curioso, se hayan construido. El más famoso es el conocido como el puente Carlos, por su antigüedad y su hermosura. Durante tu estancia en la ciudad vas a poder cruzarlo y conocer muchos lugares más como el Barrio Judío, la Plaza de la Ciudad Vieja, el Ayuntamiento, las Iglesias de San Nicolás y Santa María de Týn. No obstante, esta no será la única urbe que visites. Prepárate porque aquí viene la siguiente.
“Budapest es en realidad una ciudad reciente, creada por la unión de tres ciudad separadas únicamente por el río Danubio, que se llamaban Buda, Obuda (Antigua Buda) y Pest. Las tres ciudades se unieron en 1873 y llegó a ser la ciudad más relevante del poderoso Imperio Austrohúngaro”
Budapest, otra de las antiguas ciudades del Imperio Austrohúngaro te sorprende. También, al igual que Praga, se encuentra dividida por uno de los ríos más famosos de Europa, el Danubio, ofreciendo a la urbe un toque hechizante. Buda y Pest son dos de los barrios más famosos separados por dicho río. Buda era la ciudad situada a la izquierda del río y Pest al derecho. En la estancia aquí conocerás ambos, repletos de monumentos como la plaza de los Héroes, en la avenida Andrassy, seguirá por el Parque de la Ciudad y los puentes que cruzan el Danubio. Dile adiós a Budapest y hola a Viena, la última ciudad que visitarás en este viaje. Viena es distinción y elegancia y eso lo vas a poder comprobar en cada paso que des, en cada esquina porque esta ciudad sus edificios y calles son de admirar. Pasearás por la monumental Ringstrasse y te toparás con cada monumento que quitan el hipo.
Vive experiencias únicas
No solo de cerveza viven los checos. Aunque la República Checa se ha hecho famosa por la dorada bebida, también tiene una gastronomía digna de ser explorada. Eso sí, no esperes platos ligeritos, sino más bien todo lo contrario.
La sopa más tradicional de la República Checa es la kulajda, hecha con patata, champiñones, eneldo, vinagre y un huevo pochado. Te encantará la del Café Imperial. Entrando en los segundos platos, hay mucha competencia para erigirse en clásico básico de la gastronomía del país. Te sugerimos dos: el svickova y el pato asado. El svickova es un corte de carne de ternera en el que se introducen trocitos de panceta. Se sirve con una salsa hecha a base de vegetales y con el típico panecillo checo (el knedliky). Es el típico plato que se come en familia los domingos y es sencillamente delicioso. Somos muy fans del de Na Pekarne, aunque está a las afueras de Praga. Tampoco desmerece el svickova de U Medvidku y de Klasterni Pivovar. Y por supuesto, está el muslo de pato asado, que puede considerarse un icono nacional. Se sirve con chucrut y panecillos checos. Si está bien hecho es jugoso y tierno, y se desmenuza nada más hincar el tenedor. Te gustará mucho el de U Bansethu y el de U Modre Kachnicky. Y por último, algo dulce. No puedes irte sin probar los buchty, unos bollos de masa de levadura, muy tiernos y suaves. Los checos los comen en cualquier momento, para desayunar, como tentempié a media mañana o para merendar por la tarde. Encontrarás un buchty en cualquier pastelería, pero los de Bistro 8 nunca defraudan. ¡A disfrutar!
Si alguien en el mundo pudiera medir su riqueza en función de la cantidad de cerveza consumida, los checos romperían todos los récords de la lista Forbes. En Praga, la cerveza es, casi casi, un Bien de Interés Cultural, y como tal se la trata. En la capital de la República Checa los auténticos templos de culto son las cervecerías. Así que, prepárate para hacer una ruta por las cervecerías praguenses.
La taberna más antigua de la ciudad produce cerveza desde 1499. Es la U Fleku y tiene una cerveza negra de producción propia con un sabor más suave de lo habitual para este tipo de cervezas. Según dicen, esta taberna es uno de los principales “monumentos” de la ciudad, de visita obligada. Tanto que hasta allí “peregrinan” más turistas que al Castillo de Praga, la ciudad antigua, el Museo Nacional o el barrio judío. ¡Ahí es nada! Por si te quedas con ganas de más, viajero, ahí van otras recomendaciones de cervecerías míticas en la ciudad: U Vejvodu, U Medvidku, U Sedmi Svabu o Double Trouble.
La cerveza más conocida en la República Checa es la tipo Pilsen. Son cervezas rubias de baja fermentación cuyo origen está precisamente en la ciudad de Pilsen, situada a unos 80 kilómetros de Praga.
La tradición gastronómica de Hungría tiene un lugar de reunión en la lonja de abastos más grande de la ciudad: el mercado central. Es un amplio local con tres plantas: en las dos primeras, los olores de carnes y embutidos frutos secos, frutas, verduras, productos de panadería y dulces, se funde con el de la tradicional paprika húngara, una variedad del pimentón dulce, presente en gran parte de los platos nacionales.
Si no sabes que llevar de souvenir a tus familiares y amigos, esta es una excelente opción. Encontrarás diversas formas de llevar la paprika: en saquitos y cajas de todos los tamaños y presentaciones posibles. Pero vamos a lo que vinimos, no te puedes ir del mercado sin haber pecado en la tercera planta, donde un sinfín de puestos te ofrece una inabarcable oferta culinaria. La auténtica cocina local del mercado compite, en su simplicidad, calidad, y buen precio, con restaurantes de precios prohibitivos. Así que, asegúrate de que, el día que vas al Mercado Central, no has picado nada entre horas, para llegar con mucha hambre.
El mercado se llena. Perdón, corrijo… se llena hasta el punto de tener que hacer colas interminables para pedir comida en cualquier puestecito. Si vas un sábado, asegúrate de comer muy pronto. Es posible que, además de tener que esperar un montón, algún plato se haya acabado.
Se te va a hacer la boca agua. Los menús húngaros una mezcla picantona de influencias judías, germanas y rusas. En general, se podría decir que las salchichas, la ternera y la paprika son la base de todo. Si no sabes qué pedir, puedes empezar por los básicos: unas salchichas rojas con patatas y una sopita de goulash (carne, verduras y pimentón). Los guisos, las pizzas húngaras o las berenjenas rellenas no pueden para los gastro-lovers más auténticos.
Has paseado por el barrio de Buda y por el de Pest. Pero hay algo que no has visto aún. No has descubierto una de las mejores perspectivas de la ciudad desde el río Danubio que la cruza. Diversos cruceros te acercan a una experiencia tan romántica como inolvidable surcando las aguas que han servido para separar y para unir a lo largo de la historia. Puentes que se levantan. Puentes que caen.
Hoy es sin embargo un punto para explorar la ciudad desde la comodidad de un asiento a bordo de un barco: el Puente de las Cadenas, el Castillo de Buda o el edificio del Parlamento son solo algunos de los iconos emblemáticos de la ciudad que adquieren una nueva perspectiva desde el río. Los barcos ofrecen un techo de cristal abovedado, que no impiden poder disfrutar del paisaje, incluso cuando el clima pudiese ser un inconveniente. Algunos cruceros ofrecen experiencias complementarias, como un goulash party, una cata de vinos o cervezas de producción local o, incluso, conciertos de música clásica o folclórica húngara. Estos circuitos fluviales no suelen llevar explicación de ningún guía, así que sería conveniente que te embarques una vez que ya hayas explorado la ciudad a pie, para que puedas apreciar en qué lugar estás en cada momento.
Budapest es una ciudad ideal en cualquier momento del año. En contra de todo pronóstico, hay multitud de actividades que se disfrutarán más en invierno que en verano. Por ejemplo, los balnearios con piscinas exteriores suponen una experiencia mucho más completa en pleno invierno, cuando el contraste de temperatura de fuera y dentro es extrema. También con los cruceros por el Danubio, ocurre algo similar. Es una experiencia única, recorrer el río cuando ya ha anochecido y poder disfrutar de Buda y de Pest con la iluminación tan romántica, dramática y bohemia que reciben los monumentos principales. Sin duda, el verano es increíble en Budapest, pero nunca dejes de considerar visitar la ciudad en pleno invierno. Además de beneficiarte de mejores precios, hay multitud de actividades que cobrar un cariz muy distinto. Toda una experiencia para relatar.
¿Quién no ha oído hablar de la emperatriz Sissi? Su belleza, su agitada vida personal, su mentalidad adelantada a su tiempo, su faceta poética, su veneración por los animales, su adoración por la imagen personal, su enlace con el emperador austríaco, su actitud rebelde contra los formalismos de la corte, el conocimiento de, al menos, 5 idiomas, el trágico fallecimiento de su hijo Rudolph y su posterior asesinato han ido confiriendo al personaje un halo de leyenda único, que no ha hecho sino afianzarse con el paso del tiempo.
Sissi fue tan querida por su pueblo húngaro como detestada por muchos miembros de la aristocracia de la época, ya que se atrevió a meter el dedo en la llaga de muchos conceptos relacionados con las desigualdades de género y de clase, que, para la época, resultaba incómodo para muchos, y tema de conversación para todos. Para que puedas dejar Praga sabiendo qué parte de Sissi es ficción y realidad, el Palacio Imperial (Palacio Hofburg) abre, en la sección de los Apartamentos Reales, la exhibición de Sissi. La unión entre Franz Joseph de Austria y Elisabeth de Hungría, así como la inquietud propia de ella, han ofrecido el marco perfecto para no pocas obras literarias y cinematográficas, que han ido convirtiendo a Sissi en un auténtico personaje legendario.
La actriz, Romy Schneider, desempeñó el rol de Sissi en la popular trilogía de los años 50, que versaban sobre la vida de la reina de Hungría y emperatriz de Hungría: “Sissi” (1955), “Sissi emperatriz” (1956) y “El destino de Sissi” (1957), y que solo consolidaron la leyenda de Sissi en el imaginario colectivo popular. Actriz y personaje histórico se vieron unidos por el drama familiar de perder a su hijo de forma trágica, de los desequilibrios anímicos derivados de ello y de un final cubierto de misterio y tragedia. Te animamos a ver alguna de estas antiguas películas de culto antes de comenzar tu viaje, para recordar los atributos que tradicionalmente se le han atribuido al personaje.
Si eres de los que cada 1 de enero enciende la tele para escuchar el concierto de Año Nuevo, tienes una cita ineludible con la música en tu escapada a Viena. Viena es Viena porque suena a vals y porque, sencillamente, es la ciudad de la música.
Los melómanos sabrán que Mozart recibió en el Palacio de Hofburg sus primeros aplausos, Strauss hizo mundialmente sus valses aquí y Beethoven, Vivaldi, Haydn, Schubert, Brahms o Wagner estrenaron algunas de sus obras en la capital austríaca. La ciudad es escenario cada año del archiconocido Concierto de Año Nuevo, que la prestigiosa Orquesta Filarmónica de Viena interpreta desde 1939 en el Musikwerein. Pero, además, Viena presume de contar con una de las óperas más famosas del mundo, a la altura de la de París y la Scala de Milán, la Staatsoper (Ópera Estatal); y tiene a los Niños Cantores de Viena, el coro infantil más famoso del mundo, creado hace cinco siglos y que ha tenido miembros tan famosos como los compositores Schubert o Gallus. Actualmente, se compone de cuatro coros distintos, que se reparten el exigente calendario de conciertos por todo el mundo. Ir a una de sus actuaciones no es sencillo pero si lo planeas con cierta antelación, puede que tengas suerte y los escuches desde la tribuna del órgano.
Para ver en directo a los Niños Cantores de Viena tienes que organizarte con tiempo. Las funciones del domingo en la capilla real del Palacio de Hofburg deben reservarse con unas seis semanas de antelación. También existe la opción de ver una actuación en el Musikwerein: se puede buscar una entrada o presentarse un poco antes del concierto para una stehplatz (localidad de pie), que son gratis y permiten salirse cuando nos cansemos.
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Conoce un poco más de Austria, Hungría y República Checa
Austria
Austria es conocida por su deliciosa gastronomía y la cocina del país tiene guiños a la cocina adriática, polaca, italiana, húngara… Durante tu viaje, no puedes perderte platos tan deliciosos como el típico wiener schnitzel, el gulasch, el forelle blau… A las deliciosas carnes se juntan los deliciosos pescados que se encuentran en sus ríos y lagos. Además de los deliciosos platos tradicionales, en las principales ciudades y enclaves más turísticos podrás disfrutar de prestigiosos restaurantes de cocina internacional. Mención aparte tienen sus deliciosos postres y dulces. Pocos países pueden rivalizar con Austria, y en concreto con Viena, por su pasión por la repostería. Quizá el dulce más famoso de todos es la deliciosa sachertorte vienesa, una tarta de chocolate creada por el chef Franz Sacher.
Hungría
La gastronomía húngara se basa en tres especialidades: las deliciosas sopas, los contundentes estofados y los excelentes dulces. Muchos de sus platos típicos están basados en el color rojo de la paprika, uno de los productos nacionales más valorados por los turistas. Tampoco suele faltar la cebolla, el ajo y el comino. El primer plato siempre es una sopa: la más habitual es el gulyás, hecha a base de trocitos de carne de vaca o carnero con cebolla, paprika, comino y ajo. En verano, son habituales las sopas frías de frutas frescas y nata dulce, como la meggyleves (sopa de guindas). Entre los platos de carne destaca el pörkölt, un guiso parecido a lo que fuera de Hungría se conoce como gulash, o las töltöttkáposzta, unas alcachofas rellenas de carne picada y arroz. Entre los platos de pescado, el más conocido es la halaszlé, una sabrosa sopa de pescado. Entre los postres, una de las especialidades de la cocina húngara, cabe destacar que los hay salados y dulces.
República Checa
La cocina checa se inspira en la alemana y la austríaca, que se fundamenta en el trigo, las legumbres, las patatas y la carne. El plato nacional es el cerdo asado con pasta y col, aunque existen dos formas de prepararlo: al estilo de Bohemia, con col ácida, y con col más dulce como se prefiere en Moravia. El lomo marinado es otro clásico; consiste en especie de roast beef acompañado con una crema de arándanos y rodajas de limón. La sopa es obligatoria al mediodía y suele llevar trozos de carne. Una comida bohemia arranca con un aguardiente frío y unos entremeses. El pescado y el postre no son muy habituales.
Austria
Los amantes de las compras encontrarán en Austria su paraíso particular repleto de elegantes boutiques, y comercios tradicionales donde podrás encontrar valiosas antigüedades y muebles de corte imperial, vajillas de porcelana –son muy conocidos los talleres nacionales de porcelana de Augarten con decoraciones de los típicos caballos lipicianos– delicadas joyas, ropa de diseñadores locales e internacionales y tradicional, excelentes obras de cerámica y cristal y especialidades gastronómicas... Son también muy valorados los famosos bordados de petit-point en diferentes estampados que se encuentran en bolsos, prendas de vestir, chales, entre otros. En toda la geografía del país encontraras mercados y ferias populares donde encontrar un amplio abanico de productos. Austria es el país de la música, por ello otro de los productos más buscados por los viajeros son Compact Disc, cintas, y discos de vinilo.
Hungría
En Hungría es típica la artesanía de bordados, donde destacan las de Mezõkövesd, Hollókõ y Kalocsa, y las cerámicas de las que hay varios tipos dependiendo de la región. Sobresale la cerámica negra de Nádudvar, que no lleva esmalte, está cocida en hornos de humo y lleva decoraciones de pájaros y flores. También son tradicionales los artículos de madera policromada, como por ejemplo juguetes; la cestería y las porcelanas, entre las que destacan las producidas en Zsolnay y Herend. Otra de las compras más habituales para llevarse de vuelta a casa son las almohadas y los artículos de brocante y, por supuesto, los recuerdos gastronómicos, como el foie, la paprika, los embutidos y el vino.
República Checa
Cualquier souvenir o recuerdo te hará recordar este precioso destino que es la República Checa. Pero, si quieres regalar un objeto representativo deberás hacerte con una de las tradicionales marionetas -el teatro de títeres es popular en tierras checas desde el siglo XVII- o con una joya de granate checo (con su singular color rojizo) que hará sentir a su destinatario como uno de los reyes y nobles del medievo que portaban estas piedras semipreciosas. Para los sibaritas hay muchas opciones, entre ellas, comprar las riquísimas obleas de Karlovy Vary rellenas de dulce que se pueden comprar aún calientes (se venden empaquetadas para regalar); el becherovka, la tradicional bebida de Karlovy Vary que mezcla alcohol, azúcar natural y una mezcla de 32 hierbas y especias que le confiere ese característico sabor amargo; un buen vino de Bohemia o Moravia; o simplemente una clásica (y económica) cerveza, como la Pilsner Urquell o Budvar. Otro acierto seguro será obsequiar con un objeto del tradicional cristal de Bohemia. Si no tienes sitio en la maleta, muchas tiendas te lo enviarán a casa por correo.
Austria
• 1 enero (Año Nuevo) • 6 enero (Día de Reyes) • Lunes de Pascua • 1 mayo (Día de los trabajadores) • Día de la Ascensión • Lunes de Pentecostés • 15 agosto (Día de la Asunción) • 26 octubre (Fiesta Nacional) • 1 noviembre (Todos los Santos) • 8 diciembre (Día de la Concepción) • 25 diciembre (Navidad) • 26 diciembre (San Esteban)Hungría
• 1 de enero: Año Nuevo • 15 de marzo: Día Nacional en conmemoración de la revolución de 1848-1849 • Pascua: Domingo de Resurrección y Lunes de Pascua • 1 de mayo: Día del trabajador • Domingo y Lunes de Pentecostés • 20 de agosto: Fiesta Nacional de la fundación del Estado húngaro (Fiesta de San Esteban) • 23 de octubre: Día Nacional en conmemoración de la revolución en 1956 • 1 de noviembre: Día de Todos los Santos • 25 y 26 de diciembre: NavidadRepública Checa
• 1 de enero- Día de la Restauración del Estado Checo Independiente y Año Nuevo • Viernes Santo • Lunes de Pascua • 1 de mayo Día del Trabajador • 8 de mayo- Día de la Victoria. Día de la Liberación del Fascismo • 5 de julio- Día de los apóstoles eslavos San Cirilo y San Metodio • 6 de julio- Día de la muerte en la hoguera del maestro Jan Hus • 28 de septiembre- Día del Estado Checo • 28 de octubre- Día de la Fundación del Estado Checoslovaco Independiente • 17 de noviembre – Día de la Lucha por la Libertad y la Democracia • 24 de diciembre- Nochebuena • 25 de diciembre– Primer Día de Navidad • 26 de diciembre– Segundo Día de NavidadAustria
La moneda oficial es el euro(€). Puede que al retirar efectivo se le aplique alguna comisión bancaria. Antes de viajar, le recomendamos consultarlo con su entidad.
Tarjetas de crédito
Los cajeros automáticos se encuentran sin problemas por todos los países y aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). También en la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor. Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
Hungría
La moneda oficial en Hungría es el Forinto, divisa cuya abreviatura es HUF. Numerosos comercios turísticos aceptan euros, pero suelen aplicar cambios desfavorables.
Tarjetas de crédito
En la mayoría de los establecimientos, restaurantes y hoteles suelen permitir el pago con tarjetas de crédito y débito. En zonas rurales o enclaves especialmente pequeños, es aconsejable disponer de dinero en efectivo. Recuerde que para alquilar un coche se necesita presentar siempre una tarjeta de crédito en vigor. Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.
Tasas y Divisas
Es obligatorio hacer una declaración si se entra en Hungría con 10.000 euros o más.
En Budapest hay una tasa municipal de alojamiento por persona y día que debe ser abonada por los clientes directamente en los hoteles.
República Checa
La moneda oficial de la República Checa es la corona checa.
Tarjetas de crédito
Los cajeros automáticos están en todo el país y casi todos aceptan tarjetas de crédito de uso más común (Visa, MasterCard, Maestro, Cirrus, American Express, etc.). Para evitar problemas desagradables, lo mejor es apuntar en un papel o en el móvil los teléfonos de las entidades emisoras de tus tarjetas de crédito. Así, si se da el caso de que pierdas o te roben alguna, podrás llamar inmediatamente a tu banco y pedir que la bloqueen.Tasas y Divisas
No existen restricciones a la importación de moneda, sea local o extranjera.
En Praga se aplican tasas turísticas de alojamiento que se pagan en el hotel.
No hay ninguna vacuna que sea necesaria. Antes de realizar el viaje, se recomienda contratar un seguro privado. Los ciudadanos de la Unión Europea que dispongan de la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) expedida por las autoridades sanitarias de cada país tienen derecho a una asistencia médica imprescindible, y la compañía de seguros no pagará el coste que supere el límite de esta asistencia imprescindible. Si el viajero debe ir al hospital, se recomienda acudir siempre con el pasaporte, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) y las tarjetas de crédito. Si necesita más información puede ponerse en contacto con los servicios de la Seguridad Social o seguro médico privado de su país. Si requiere viajar o comprar algún medicamento, intente viajar siempre con el embalaje y la receta original expedida por su médico.
Los extranjeros quizá tengan que pagar por adelantado algún tratamiento médico que, posteriormente, les reembolsaran su compañía sanitaria ya sea pública o privada. Para ello, es necesario guardar toda la documentación y facturas originales.
El idioma oficial es el austriaco aunque los ciudadanos suelen hablar perfectamente el alemán e inglés. En Austria, se hablan también varios dialectos.
El idioma oficial en Hungría es el húngaro. En el sector turístico suele hablarse el inglés y el alemán.
El idioma oficial en Chequia es el checo.
Casi todos los hoteles austriacos ofrecen conexión a Internet (WiFi) para conectarse desde el ordenador, el móvil o la tableta. En los principales restaurantes y bares se suele ofrecer WiFi gratis. La mayoría de los hoteles suelen tener ordenadores con conexión a Internet para uso de sus clientes tras el pago de una tarifa por minutos.
La hora oficial de Hungría y República Checa es GMT+1, es decir, la misma que en la España peninsular y Baleares. En cambio Austria, cuenta con una hora menos respecto a la España peninsular y a las islas Baleares. Austria tiene la misma hora que las Islas Canarias.
Austria cuenta con un clima centroeuropeo moderado, las temperaturas medias suelen oscilar entre los 20º C en verano de media y los 0º C de media en invierno. El país, cuenta con tres áreas climáticas destacadas. El Este, se caracteriza por veranos calurosos e inviernos moderadamente fríos. En las regiones alpinas encontraras una climatología de veranos cortos e inviernos largos. El oeste, con influencias atlánticas y el sureste con un clima más continental completan el mapa climatológico. Para excursiones de alta montaña es imprescindible informarse antes sobre la situación meteorológica, las condiciones de la nieve y el peligro de aludes.
El tiempo en Hungría es variable como consecuencia de la situación geográfica del país, colocado en el punto de encuentro de los climas continental euro-oriental, del oceánico euro-occidental y del subtrópico mediterráneo. Lo normal es que en invierno haga mucho frío y haya pocas horas de luz, mientras que en verano es habitual el calor intenso, con máximas por encima de los 30 grados e incluso a veces alcanzando los 40. En esta época del año, amanece muy pronto –en torno a las cinco de la mañana- y anochece más pronto que en España –sobre las 20.30 horas-. Las precipitaciones son, en general, escasas y están concentradas sobre todo al final de la primavera y a principios del verano.
El clima está condicionado por la posición geográfica del país. Al estar enclavado por barreras montañosas, tiene un carácter continental, aunque en la zona oeste es más moderado. Las estaciones están muy marcadas en la República Checa. La primavera suele ser fría con apenas diez grados centígrados hasta finales de mayo. Los veranos son bastante calurosos, con temperaturas medias de 17 grados centígrados, que se prolongan en agradables otoños. En septiembre aún hay clima caliente pero en octubre suelen bajar a 10 grados centígrados por las lluvias y las primeras heladas. El invierno ocupa prácticamente desde diciembre a febrero con temperaturas por debajo de cero.