Los sabores indígenas, africanos, españoles y caribeños se fusionan en la gastronomía autóctona de República Dominicana dando lugar a platos para todos los gustos. Si lo suyo es la contundencia disfrutará con el chivo asado, el locrio, parecido a la paella ibérica, el mondongo, cercano a los callos, el sancocho, un cocido en toda regla, o la bandera, la comida nacional por antonomasia, a base de carne, arroz, habichuelas, verdura, plátano frito...
El pescado, por supuesto, no falta en la dieta dominicana, con todo tipo de variedades a elegir: desde el pez espada, la lubina, las gambas o la langosta. Pruebe también la caracola (o lambi), ya se sirva fría, con vinagreta, o caliente, a modo de guiso con ajo y tomate.
La omnipresente banana la encontramos en otro plato estrella, el mangú, elaborado en forma de calórica masa a la que se añade cebolla y huevo. En tu viaje a República Dominicana no debes olvidar probar los tostones, trocitos de plátano verde frito y aplastado. Y para postre, el delicioso dulce de leche o las habichuelas en dulce, acompañadas de azúcar, canela y leche.
No puedes irte de Bayahibe sin mojarte los labios degustando todo tipo de bebidas exquisitas, desde el obligado ron a la cerveza patria, la Presidente, al zumo (aquí jugo) de caña de azúcar. Insuperable. La lista de cócteles también es infinita: ponche de ron, Coco Loco, mojito, Morir Soñando (con zumo de naranja, leche y hielo), etcétera.