Las experiencias en cada puerto van a ser inolvidables. Y es que además de disfrutar de las actividades y comodidades que te ofrece el crucero y su tripulación durante los días de navegación, las paradas en los puertos más interesantes van a ser parte de la aventura. Ciudades monumentales, repletas de vida y patrimonio te darán la bienvenida.
La Croisette es un agradable paseo peatonal junto al mar Mediterráneo con mucho que ofrecer. Sus orígenes se remontan al año 1838 y cuenta con más de 3 kilómetros de playas de arena fina, algunas de ellas privadas. Asimismo, en sus alrededores se encuentran exquisitos restaurantes, tiendas de lujo, zonas exclusivas, yates, coches caros y edificios importantes como el Palacio de los Festivales y Congresos, el impresionante Hotel Carlton o el Palacio des Dunes.
Sobre el monte Chevalier, junto al Puerto Viejo, se asoma el barrio de Le Suquet con sus callejuelas estrechas empedradas y sus pintorescos restaurantes. Forma parte del centro histórico, pues su punto estratégico fue elegido antiguamente por los habitantes. Asimismo, se trata de una zona de Cannes muy interesante, pues recorriendo sus rincones se encuentran maravillas y tesoros como la Place de Castre, el mercado Forville, el Museo de la Castre, la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza o la Tour du Masque de Fer.
Sobre las ruinas de un castillo medieval del siglo XII se alza el Museo de la Castre. Está catalogado como monumento histórico y alberga en su interior pequeñas salas alrededor de un jardín en las que se encuentra una maravillosa colección de antigüedades y piezas de Oceanía, África y precolombinas. Por otra parte, también es interesante la Capilla Santa Ana que data del siglo XII y que posee una colección de instrumentos de todas las partes del mundo y épocas, así como también lo es la torre del castillo que ofrece unas preciosas vistas panorámicas de la localidad y la bahía.
Ubicado en el casco antiguo de Cannes, cerca del Ayuntamiento, el Mercado Forville con su estilo provenzal es un lugar más que recomendable. Alberga un área de más de 3.000 metros cuadrados en los que se encuentran exquisitos productos frescos locales como frutas, embutidos, legumbres, flores y, sobre todo, quesos. Asimismo, los lunes se transforma en un mercado de segunda mano y antigüedades.