El hotel climatizado cuenta con 71 habitaciones, 2 de ellas suites, distribuidas en 5 plantas y le ofrece recibidor con recepción 24 horas, caja fuerte, ascensor, un bar, un restaurante, instalaciones para conferencias, conexión a Internet, garaje privado subterráneo y servicio de habitaciones.
Este hotel se encuentra en el corazón del barrio de la \"\"rive gauche\"\" de la capital. En los alrededores podrá encontrar bares, restaurantes y transporte público. Está a 150 m la nueva Biblioteca Nacional y a 10 minutos de Notre Dame y el barrio Latino. La línea de bus 27 y la 6 de metro le llevarán directamente a la Torre Eiffel, a los Campos Elíseos, a los Jardines de LUxemburgo, Saint Michel, el Louvre, etc. La línea 14 de bus y el metro „ Bibliotheque François Mitterrand\"\" están a 20 m del hotel y con ellas en 5 minutos estará en la estación de trenes Lyon, en 8 minutos en Châtelet y en 12, en La Madelaine. El aeropuerto de Orly está a 20 km.
Las habitaciones están equipadas con cama doble, TV por cable/vía satélite, conexión a Internet con cargo, plancha, tabla para planchar, teléfono de línea directa con cargo, minibar con cargo, caja de seguridad, baño con secador de pelo y, si lo desea, con cargo adicional, una cama supletoria para una tercera persona. La calefacción y el aire acondicionado se pueden regular.
Por las mañanas se ofrece desayuno americano. Tanto al mediodía como a la hora de cenar, puede elegir a la carta.
Se aceptan todas las tarjetas de crédito actuales, como American Express, Visa, Mastercard, JCB y Diners Club.
En su centro se alza la colonne de Juillet, coronada por el famoso Génie de la Liberté, que conmemora la revolución de 1830. Pero la plaza es muy conocida por otra revolución: la de 1789. En esta época, el lugar estaba ocupado por la prisión de la Bastille, símbolo del poder absoluto del Ancien Régime. De esta prisión, destruida después de la Revolución Francesa, no queda nada. Hoy en día, la plaza sirve de marco para grandes eventos populares – conciertos, ferias, marchas ciudadanas – y de punto de encuentro ineludible para los noctámbulos que frecuentan los bares y restaurantes de los alrededores, sobre todo los de la rue de la Roquette.