Sus imponentes tótems de neón, su icónico parking, su fachada con barandillas y ventanas con persianas plegables, piscinas con sombrillas y trampolín y la infinidad de detalles conceptuales y visualmente sorprendentes para la época hacían de estos lugares un destino tan atractivo como al alcance de cualquier viajero.
Cada una de sus habitaciones estará bautizada en honor a una parada de la legendaria Ruta 66, como Las Vegas o Tucumcari, para hacernos sentir como en un auténtico motel de carretera americano, y con las excelentes calidades que son marca de la casa en todos los hoteles del grupo.
En la zona de piscina será donde suceda la acción durante el día: una cuidada selección musical a cargo de DJâ¿¿s pinchando solo con vinilo, un trampolín clásico, tumbonas, camas dobles, toallas de colores, sombrillas blancas y rojas y un por último, un jacuzzi en forma de corazón que será la estrella de Instagram.
Caló de S'Oli se encuentra en una zona semiurbana, tiene 70 metros de longitud y 15 metros de ancho y su nivel de ocupación es bajo. Se puede llegar a pie fácilmente o en coche. A 18,4 kilómetros podemos encontrar el Hospital Can Misses y a 5,3 kilómetros llegamos al Puerto Deportivo de San Antonio de Portmany.